domingo, 2 de mayo de 2010

PARAGUAY Y FERNANDO LUGO


PARAGUAY PODRÍA SER LA HONDURAS DEL CONO SUR


Apenas producido el golpe de estado que terminó con el gobierno de Zelaya en Honduras, varios gobiernos latinoamericanos alertaron sobre la posibilidad de que esta nueva modalidad de destitución de la voluntad popular fuera una próxima regla y ya no una excepción. La ofensiva mediática de enero comandada por Cobos y Redrado contra el gobierno de Cristina Fernández hicieron temer que la Argentina fuera la próxima víctima. Pasó el sofocón pero no el peligro de esta variante de “golpe institucional”: ahora el peligro se cierne sobre el gobierno de Lugo en Paraguay.

En general los medios de comunicación americanos se enfocan sobre la anécdota y no sobre las causas profundas que provocan la inestabilidad. Es así como en el caso hondureño se habló de intentos de cambios en la Constitución, o de la supuesta corrupción del presidente Zelaya para justificar el golpe. Pero se eludió el tema principal: la inclinación del mandatario centroamericano por el bloque económico del ALBA, que encabeza la Venezuela de Chávez, con la consiguiente posibilidad de que el manejo de los recursos petroleros cambiaran de manos.

En estos momentos en Paraguay pasa algo similar, se habla de la posible traición del vicepresidente paraguayo y de la vida íntima del presidente Lugo, pero no se habla del trasfondo económico: las grandes empresas transnacionales, que explotan los recursos agrícolas, se oponen a la posibilidad de que se repartan las tierras a los campesinos. A estas firmas que los argentinos conocemos tan bien, como lo son Monsanto y Cargill, les conviene mucho más un presidente que se dedique a reprimir los movimientos campesinos y que no piense en cumplir las promesas de campaña.

La ventaja para los golpistas es que no necesitan llamar a los militares, ya que pueden recurrir al Parlamento. El problema para Lugo es que como llegó al poder mediante una alianza, sus incondicionales son escasos. Sus aliados del Partido Liberal, que aportaron el vicepresidente de la fórmula y que tienen la mayoría parlamentaria, ya piensan en un futuro que los ponga al frente del gobierno sin compartirlo con nadie. Por eso se especula que el vicepresidente, Federico Franco, podría traicionar a Lugo y encabezar el Poder Ejecutivo previo juicio político al actual presidente. Así, lo de Julio Cobos sería un poroto al lado de semejante traición.

Los liberales ya tienen los votos para destituir al Presidente, les falta encontrar un motivo que justifique el movimiento. Posiblemente están esperando que las dificultades para llevar a cabo la prometida reforma agraria provoquen la desilusión y el malhumor de quienes llevaron al ex religioso paraguayo al poder. También se usa hipócritamente el caso de los hijos del mandatario, en una sociedad donde el 70% de los niños no están reconocidos por sus padres.

Ni siquiera el incremento de los ingresos del Estado en virtud del acuerdo con Brasil sobre la energía que genera Itaipú conforma a los críticos, por el contrario, el aumento del precio de la energía que se exporta a Brasil y a la Argentina despertó la voracidad de quienes buscan saquear a un país que desde la guerra de la Triple Alianza, (Infamia), en el siglo diecinueve hasta hoy, no ha dejado de sufrir una violenta explotación.

Pablo Salcito

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