sábado, 1 de mayo de 2010

PRIMERO DE MAYO EN ARGENTINA 2010


MUCHAS PEQUEÑAS CONMEMORACIONES, PERO NINGUNA MASIVA EN EL DÍA DEL TRABAJADOR.
LA CGT, MUY LEJOS DE LLAMAR A LOS TRABAJADORES A CONMEMORAR SU DÍA, ESCONDIENDO SU VERGUENZA MANTIENE SILENCIO, COMO DESDE HACE YA MUCHOS AÑOS,



“Plegaria es el rostro de Spies, firmeza el de Fischer, orgullo el de Parsons. Engel hace un chiste a propósito de su capucha.
Spies grita: '¡La voz que van a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora!.

José Martí, corresponsal del periódico argentino La Nación en Chicago,
Momentos antes de la ejecución

El 1º de Mayo, esa fecha donde los trabajadores conmemoramos NUESTRO DÍA, guarda una historia de lucha donde compañeros dieron su vida para lograr los derechos que tenemos hoy. En 1884, la AFL (American Federation of Labor/Federación Norteamericana del Trabajo), dictó un Plan de Lucha para lograr la jornada de 8 horas en Estados Unidos. Las jornadas de trabajo, por ese entonces, sobrepasaban en muchísimas horas más por día ese margen, y las condiciones laborales eran insalubres y semiesclavizantes en la mayoría de las industrias americanas. La AFL, en el marco de este Plan de Lucha, estableció que a partir del 1º de Mayo de 1886, todas las empresas estadounidenses debían aplicar la jornada de trabajo de 8 horas. Si esto no se cumplía, habría una serie de luchas para lograrlo. El 1º de Mayo de 1886 los sindicatos de Chicago, liderados por el inmigrante alemán August Spies y el estadounidense Albert Parsons, ambos anarquistas, decretan huelga y movilización para el de 3 de mayo de ese año. Ese 3 de mayo, en medio de la protesta, la policía local reprimió y mató a un número no determinado de trabajadores. El 4 de mayo, un día después de la muerte de los trabajadores, hay un acto multitudinario en la Plaza de Haymarket. Cuando las policía arremete contra los trabajadores, una bomba que “habría salido” de las filas anarquistas mató un policía e hirió a varios. Lo que siguió fue el estado de sitio y el toque de queda en los Estados Unidos y, sobre todo, centenares de trabajadores golpeados y torturados, acusados de la muerte de los policías. En junio de 1886 se inició una causa plagada de irregularidades contra 31 anarquistas. En 1887, sin pruebas de culpabilidad, se condenó a muerte a 5 líderes sindicales, y otros 3 fueron encarcelados. Uno de los condenados a la pena capital, el alemán Louis Linng, murió en un dudoso “suicidio” en la cárcel. El 11 de noviembre de 1887 se consumó la ejecución de: August Spies, Albert Parsons, y los inmigrantes alemanes Georg Engel y Adolph Fischer, ambos también anarquistas. A estos luchadores, hoy se los conoce como los Mártires de Chicago, en casi todo el mundo, excepto en los Estados Unidos y en Argentina donde la CGT mantiene un curioso "silencio de radio".

¡¡¡vergonzoso!!!


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