domingo, 30 de agosto de 2020

JJ CIRCUITO CULTURAL


Un refugio singular para la cultura inclusiva e 

independiente en el Abasto





En noviembre de 2017 irrumpió con toda la fuerza en Jean Jaurés 347, en la zona del Abasto, JJ Circuito Cultural, un espacio cultural independiente que nació con la voluntad de poder pensar, crear y construir otro tipo de cultura en la ciudad, más participativa, abierta, diversa, popular, transfeminista y accesible para todos. Sus impulsores venían de gestionar durante tres años un pequeño centro cultural en Almagro, llamado Circuito 5. Como querían crecer y llegar a más gente, decidieron buscar un lugar más grande como el de JJ, que cuenta con 200 m² e incluye un bar. Según consigna su carta de presentación en Facebook, JJ apunta a “un nuevo imaginario desde donde la producción artística e intelectual puedan aportar a generar una sociedad diferente”.

Fachada de JJ Circuito Cultural

“Cuando fundamos JJ, la intención era poder crear otro tipo de cultura en la ciudad. Creímos que era necesario abrir un espacio cultural independiente que desarrollara una cultura diversa, transfeminista y que entendiera que había que visibilizar y darle lugar a todas las identidades de género por igual y a todos aquellos excluidos de la cultura oficial. El paradigma llevado adelante por el Ministerio de Cultura porteño va en contra de generar espacios nuevos de participación, de accesos diversos a toda la población. Se sigue una línea política que considera que la cultura debe ser elitista o para unos pocos. Cuando nos contactamos con el ministerio recibimos pocas respuestas o no las que creemos necesarias. El modelo oficial entiende que la cultura es un derecho y no un trabajo. Al no considerarla como un trabajo, no existen políticas públicas claras que brinden un apoyo económico a la cultura independiente. Es momento de considerar a la cultura como un trabajo que tiene que ser remunerado, hay mucha gente que vive de esa actividad”, sostiene Lucía De la Torre, coordinadora de JJ junto a Lorena Marchioni.
Llama la atención la presencia de la palabra “Circuito” en la denominación de JJ. El propósito es significar que JJ no es un centro único sino que forma parte de una gran red de centros culturales independientes que siguen las mismas premisas y tienen los mismos ideales respecto a cómo se construye cultura. De hecho, JJ trabaja en articulación con otros centros culturales como Vuela el Pez, Casa Brandon y Matienzo, entre otros.


un evento en el interior de JJ 

El equipo de coordinación del centro cultural está conformado por nueve personas provenientes del medio artístico música, literatura, fotografía e intelectual, sobre todo de las ciencias humanísticas y sociales psicología, sociología, filosofía, economía, historia.
Las actividades que se desarrollan en JJ abarcan un gran abanico de opciones. Hay shows musicales en vivo, obras de teatro, cine-debate, presentaciones de libros así como un ciclo de peña folclórica llamado Sombra Blanca, los miércoles, y un ciclo de música afro, los lunes. Asimismo, se dictan talleres de fotografía, folclore y gestión cultural. Hay conversatorios en los cuales se reflexiona en torno a la cultura, la política, el estado de nuestro país y de nuestra sociedad. En el ciclo Feminismo en el bar se debate acerca del feminismo actual; en tanto, en otro ciclo de charlas, organizado por el Instituto Democracia, se habla de la coyuntura política. Para algunas actividades debe pagarse entrada, siempre a un valor accesible, mientras que otras son a la gorra.
Si bien el centro permanece cerrado desde mediados de marzo a raíz de la cuarentena decretada por la pandemia del coronavirus, no deja de haber actividades, obviamente online. Por ejemplo, el Festival JJ Circuito Virtual, por Instagram, talleres de folclore, armonía musical, streaming para artistas, cocina de canciones para niños de 1 a 4 años. Se realizó un concurso de poesía denominado Poesía en cuarentena, junto con tres editoriales y una revista. También se mantiene la peña con clase de danzas folclóricas incluida, que ahora pasó a los jueves. Se pone a disposición la gorra virtual a través de Mercado Pago: la gente puede depositar dinero para contribuir a la manutención del espacio.
A propósito del aspecto económico, en plena cuarentena el centro armó un emprendimiento llamado Mercado del Abasto junto a cooperativas de trabajo. Se trata de una distribuidora de comida, bebidas, viandas congeladas y productos de la economía popular. La venta de esos artículos permite sustentar el proyecto frente a la disminución de ingresos por la falta de actividades presenciales. En este contexto de emergencia por la pandemia, JJ aplicó a varios subsidios estatales. Según comenta De la Torre, la ayuda económica fundamental provino del Ministerio de Cultura de la Nación y no del Ministerio porteño.
¿Qué tipo de gente disfruta de la propuesta de JJ y lo toma como un refugio cultural y punto de encuentro? “Nuestro público suele ser mayoritariamente joven, de clase media, con algún nivel terciario o universitario, que le interesa los debates políticos, sociales, sobre todo respecto al feminismo, que participa de movilizaciones, marchas y que le atrae la cultura más under o independiente”, señala la coordinadora del espacio.
Seguramente no es una casualidad que los impulsores del centro hayan decidido establecerse en el corazón del Abasto. “Nos instalamos en el Abasto porque es una zona bastante céntrica a nivel comercial, donde hay un circuito muy grande de cultura independiente, hay muchos espacios y bares culturales. Queríamos formar parte de ese circuito y encontramos un lugar que por el precio del alquiler, el tamaño y la estructura coincidía con la necesidad que nosotros teníamos”, explica De la Torre.

                                                     Laura Brosio




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