domingo, 29 de septiembre de 2024

MARTES NEGRO EN LOS EEUU. "LA GRAN DEPRESIÓN"

                                           El efecto devastador de la crisis

29-10-1929 EL MARTES NEGRO EN EE.UU. – EL COMIENZO DE LA GRAN DEPRESIÓN

 

En cada nueva crisis hay ganadores y perdedores, sin embargo, los eternos perdedores son siempre los pueblos.

 

La crisis de 1929, conocida como la “Gran Depresión”, fue uno de los eventos más impactantes en la historia económica y política del siglo XX. Se inició en Estados Unidos y se propagó a nivel mundial, dejando una huella imborrable en la sociedad y la economía de la época. Se produce durante el período de “entreguerras” (1ª y 2ª guerras mundiales) y en el recambio capitalista, donde los EE.UU. remplazarán a la hegemonía mundial de Inglaterra, y contribuirán al ascenso irresistible del nazismo en Alemania y el fascismo en Italia.

 

                  La gran depresión y la escasa alimentación
 


EL CONTEXTO HISTÓRICO

 

El mundo salía de la primera guerra, y la Alemania derrotada perdió, por el Tratado de Versalles de 1919, parte de su territorio y todas sus colonias; las potencias vencedoras (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y los otros estados aliados) le impusieron disposiciones punitivas para su territorio, milicia y economía, de imposible cumplimiento, sumiéndola en una grave crisis interna. La industria alemana que había dependido de la asistencia estadounidense para subsistir– entraría en profundos aprietos, aún más, las instituciones estadounidenses comenzaron a demandar el pago de créditos con adelantos. Ante la falta de capital, las fábricas germanas se achicaron o incluso desaparecieron. Los trabajadores despedidos no tuvieron dinero para gastar. Los precios cayeron y la economía se desplomó. La pobreza y la desesperación agobiaron a las familias.

La Gran Depresión arrastró en su caída a la ortodoxia liberal, cuyos puntales eran la división internacional del trabajo entre países avanzados y la periferia capitalista productora de materias primas; el patrón oro; y la doctrina del laissez-faire que consagraba la primacía absoluta de los mercados y, como contrapartida, el “estado mínimo” que se limitaba a garantizar que aquéllos pusieran bajo su órbita los más diversos componentes de la vida social instaurando, de hecho, una verdadera “dictadura libremercadista”, llega a su fin.

A fines de 1929, con el estallido de la Gran Depresión, el mundo que emergió de las cenizas de aquella crisis fue muy distinto: la división internacional del trabajo comenzó a desdibujarse porque algunos países de la periferia iniciaron un vigoroso proceso de expansión industrial. El patrón oro fue reemplazado, luego de un turbulento interregno que concluiría recién con el fin de la Segunda Guerra Mundial, por el dólar, que se instituyó como moneda universal de cambio porque en ese momento no había ninguna otra que pudiera competir con ella habida cuenta de la destrucción originada por la guerra. Y, lo más importante: los mercados fueron sometidos a una creciente regulación por parte de los gobiernos, lo que llevó a trastocar una asimetría que si antes había sido enormemente favorable a los mercados pasó a serlo a favor de los estados. Consecuentemente, el gasto público requerido por las nuevas demandas de una ciudadanía movilizada y empoderada por las luchas contra la depresión y la reconstrucción de la posguerra, hizo que el tamaño del estado en relación al PBI creciera de manera notable.


 

                TODO COMIENZA UN MARTES NEGRO
 


COMIENZO DE LA DEPRESIÓN

 

Todo comienza el 24 de octubre de 1929 (Jueves Negro), cuando estalla el pánico en el edificio de la Bolsa de Nueva York, que se ve rodeado por grandes multitudes. No era un desfile popular ni una fiesta pública, era una zozobra de miedo y pánico, el mercado financiero se había desplomado, con 2,6 millones de acciones vendidas en una caótica oleada de negocios. Más que una oleada, fue un huracán. El mercado mantuvo su espiral descendente durante el resto de esa semana y las siguientes. El lunes, la bolsa cayó un 12,8%. El martes 29 –un día que pasaría a conocerse como el Black Tuesday (Martes Negro)–, se registró una caída adicional del 12%. En esta etapa, en los Estados Unidos de 1929 a 1933, el Producto Bruto Interno cayó un 28,6 %, la tasa de desocupación que era de 3,2 % en 1929 subió a 24,9 % (aproximadamente 13 millones de personas) en 1933. El volumen del comercio mundial disminuyó un 14,5 % desde 1929 a 1931 y vuelve a descender un 12,2 % desde 1931 a 1933. A comienzos de 1933, cuando Roosevelt asumió, casi la mitad de los bancos había quebrado.



                                        Registros de la crisis del ´29

La depresión tuvo efectos devastadores en casi todos los países, ricos y pobres, donde la inseguridad y la miseria se transmitieron como una epidemia, cayeron la renta nacional, los ingresos fiscales, los beneficios empresariales y los precios. El comercio internacional descendió entre un 50% y un 66%, el desempleo en los Estados Unidos aumentó al 25%, y en algunos países alcanzó el 33%. Ciudades de todo el mundo se vieron gravemente afectadas, especialmente las que dependían de su industria pesada, y de la industria de la construcción, que prácticamente se detuvo; la agricultura de las zonas rurales sufrió la caída de los precios de las cosechas, que alcanzó aproximadamente un 60%, los efectos negativos en muchas zonas duraron hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

En el plano internacional, el ascenso de Estados Unidos como potencia destruyó la hegemonía inglesa sin poder reemplazarla en lo inmediato. La Primera Guerra Mundial agudizó esta contradicción. Estados Unidos era ya desde los años ’20 una potencia económica y militar (tenía casi la mitad de las reservas en oro del mundo, la productividad del trabajo era 1,5 veces mayor a la británica, y el valor de la libra esterlina se calculaba en dólares), pero debido a que intervino tarde en la Primera Guerra Mundial y que no demostró aún en el período de entreguerras la voluntad política de transformarse en el nuevo imperialismo dominante, fue cambiando desde la crisis del 30 y en particular durante la Segunda Guerra Mundial.

El temor del capitalismo a la revolución obrera internacional incidió en ese cambio.

La decadencia del imperio inglés y el inicio de la lucha internacional de las potencias imperialistas por la redistribución del mundo, abrieron la época más convulsiva del capitalismo internacional con el triunfo de la Revolución rusa de octubre de 1917, las dos grandes guerras mundiales, y la Gran Depresión de los años ’30 que dejó en evidencia la quiebra del sistema del comercio internacional y de pagos y mostró la vulnerabilidad de aquel esquema de libre comercio y patrón oro instaurado en 1813 en Inglaterra; era el fin del liberalismo económico o “laissez faire”.

En esta inquietante realidad aparece la figura de Adolf Hitler y del partido nazi, que su creciente popularidad los llevó a ser el partido con mayor representación en el Parlamento alemán en 1932, y Adolf Hitler fue nombrado canciller en 1933. Luego, ese gobierno provocó una crisis política tan profunda en Europa que desembocó en la Segunda Guerra Mundial.

Con la Revolución rusa, y tras el nuevo cuadro que dejó la Segunda Guerra Mundial, se produce un nuevo reparto del mundo, múltiples países se independizan, aparece el llamado Tercer mundo, dos grandes bloques –el campo socialista, y el bloque capitalista–, todo confluye en la Guerra fría, que será parte de una nueva etapa de la historia mundial a continuar analizando, ya que el devenir de histórico no se detiene, nuevos nubarrones depresivos aparecen en el horizonte, y Argentina no es ajena de la crisis mundial actual y por venir.

 

Miguel Eugenio Germino

 

Fuentes:

-https://atilioboron.com.ar/la-economia-despues-de-la-catastrofe/

-https://elhistoriador.com.ar/ganadores-y-perdedores-tras-la-caida-de-wall-street-de-1929/

-https://www.todamateria.com/la-gran-depresion/#:~:text=La%20Gran%20Depresi%C3%B3n%20fue%20una,y%20un%20malestar%20social%20generalizado.

-https://www.todamateria.com/la-gran-depresion/#:~:text=La20Gran%20Depresi%C3%B3n%20fue%20una,y%20un%20malestar%20social%20generalizad 






No hay comentarios: