martes, 2 de enero de 2018

EDITORIAL Nº 271 DE ENERO DE 2018


             "Un pueblo que no cuida a los abuelos no tiene futuro"
                                                         El Papa Francisco




Finalmente, mediante presión, chantaje y extorsión, el gobierno logró doblegar –momentáneamente– la resistencia a la reforma previsional, mintiendo –como de costumbre– y manipulando la voluntad de gobernadores propios y ajenos, algunos travestidos, otros a fuerza de “billetera”. Consiguió el objetivo de despojar de 100 mil millones de pesos las actualizaciones futuras de los jubilados, “aflojando” con un bono de sólo 4 mil millones, ¡apenas un hueso pelado!, y recién en marzo.
 Se abren así otros caminos, los judiciales, para una ley inconstitucional (retroactiva) que generará amparos y juicios de los que luego se llenarán la boca tildándolos como “industria”. Días después, con el mismo método, lograron aprobar la reforma fiscal y el presupuesto 2018.
El 10 de diciembre pasado se cumplieron dos años de mandato de Cambiemos, con un balance más que desalentador y preocupante para los derechos humanos, los jubilados, los trabajadores y los sectores más postergados de la sociedad.
Macri y Cía. ganaron las elecciones de medio término, pero ¡cuidado!, que no fue un cheque en blanco, sino apenas un triunfo pírrico, que puede diluirse como agua entre los dedos.
Con la represión se puso al descubierto el apañamiento de la impresentable ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a “La Gendarmería”, en el caso Maldonado, a “La Prefectura” en el asesinato por la espalda de Rafael Nahuel (ambos en el sur: Chubut y Bariloche), y a “La Federal”, por los importantes servicios prestados y a prestar a futuro.
La represión que se vivió en ambos actos masivos en los alrededores del Congreso, pasa a ser el final necesario para hacer pasar el macabro plan económico del FMI, de ajuste, despidos, aprietes, endeudamiento y carpetazos a “los ajenos”, e impunidad “a los propios”, detenciones ilegales a Milagro Sala, Jones Huala, Boudou, De Vido, Zannini, D’Elía, Khalil y Esteche, y el pedido de detención, previo desafuero, de la ex presidenta Cristina Kirchner.
Pretenden cubrir la crisis económica-financiera producida por el propio gobierno, sacándole a los más vulnerables por un lado, y quitándoles retenciones al agro, a la minería, rebajando aportes patronales, por el otro, para cubrir los déficits provinciales “extorsionando” a los gobernadores (frágiles de convicciones).
Según datos de la UCA la pobreza trepó al 31,7%, 13 millones y medio de personas y la indigencia al 5,9%, o sea 2.500.000. Muy lejos de la “pobreza 0” prometida.
Todo transcurre en medio de un triunfo del macrismo en las elecciones de medio término, con un apoyo sorprendente de muchos de los sectores directamente perjudicados, un ingrediente sociológico digno de analizar, como son los síndromes (alteraciones psicológicos), de los que se conocen centenares de tipos, entre ellos: ansiedad, fobia, depresión, y uno de los más conocido como el de Estocolmo, que se caracteriza por la simpatía y lealtad de una persona secuestrada hacia su secuestrador, que por ampliación se produce también en casos de violaciones, abuso infantil, sometimiento conyugal, la excesiva dependencia del esclavo a su esclavista, del explotado hacia el explotador, etc. En estos casos el individuo queda indefenso, sin poder reaccionar, justificando tal situación, como algo natural.
Claro está que para que estos fenómenos sociales ocurran, adquiere gran importancia la desinformación, la mala información, el ocultamiento y la mentira internalizada, como la de asimilar ideas y emociones que provienen del exterior, haciéndolas propias, de forma que no se distingan como adquiridos, y en esto último adquieren importancia crucial los medios hegemónicos concentrados, anexos del gobierno.
Según un informe de María del Carmen Verdú, titular de CORREPI (Coordinadora contra la represión policial), el Estado provoca un promedio de un muerto por día; ya sea por gatillo fácil, tortura en cárceles, desapariciones, asesinatos en movilizaciones, etc., un promedio más que alarmante que se da al calor de este clima, y que pasa –como si nada– en la percepción ciudadana.
No debe tampoco olvidarse el tema del submarino ARA San Juan, con muchas partes oscuras, desde negligencias de la Marina hasta la hipótesis de un ataque extranjero, todo en otra situación de ocultamientos, mentiras, manipuleos y manoseo a los familiares afectados, y a la opinión pública toda.
Se hace hincapié nuevamente en que el pasado 10 de diciembre se cumplieron dos años de mandato del actual gobierno de Cambiemos, acuciado por una crisis con varias vertientes. La reacción popular produce un hecho nuevo, con una masiva concentración de 500 mil personas de Plaza Congreso a la 9 de Julio, por Avenida de Mayo, Rivadavia e Hipólito Yrigoyen, que culminó con una brutal represión, y una larga noche de cacerolazos, reaccionando frente al daño infligido, con un reagrupamiento también de la oposición y un incremento del reclamo. ¿Será el comienzo la declinación del síndrome?


             Hasta la próxima








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