domingo, 1 de septiembre de 2019

LA CONFITERÍA DEL MOLINO


Se recupera la Confitería del Molino
UNA ESQUINA CON MUCHA HISTORIA

EL SALÓN DE ENTRADA

Hacia 1850 se encontraba en la esquina de Federación (hoy Rivadavia) y Garantías (hoy Rodríguez Peña), una confitería, típica de aquella época, llamada “Confitería del Centro”; eran sus propietarios: Constantino Rossi y Cayetano Brenna (este último un prestigioso pastelero italiano especializado en la fabricación de pan dulce). Tras la instalación en las cercanías del molino Lorea –el primer molino harinero instalado en la ciudad–, el establecimiento tomó la denominación de Antigua Confitería del Molino en 1868.
En el año 1905, con el proyecto de la Plaza del Congreso, se opera una profunda metamorfosis en la zona y aquella confitería se traslada a la esquina NO de Callao y Rivadavia, en un antiguo edificio de local y cinco pisos ubicado en Callao 32.
Cayetano Brenna, ya como su nuevo y único dueño, encarga al arquitecto Francisco Gianotti, la refacción y ampliación de éste y la construcción de otro sobre Rivadavia 1815, con casi todos los materiales importados de Italia, cerámicas, cristalería, y más 150 metros cuadrados de vitraux, resultando una joya edilicia del neoclasicismo y del art nouveau, vanguardia de la nueva época.
La nueva confitería se inaugura en 1916 y se convertirá en un lugar emblemático por su privilegiada ubicación frente al Congreso Nacional, por la que pasarán importantes figuras de la política y de la cultura, extranjeras y argentinas, entre otras: Marcelo Torcuato de Alvear, el Príncipe de Gales, Alfredo Palacios, Mario Bravo, Lisandro de la Torre, Eva Perón, los tenores Tito Schipa y Beniamino Gigli, las sopranos Lily Pons y María Barrientos, poetas y escritores como Amado Nervo, José Ingenieros, Oliverio Girondo, Roberto Arlt y Ramón Gómez de la Serna, y artistas como Niní Marshall, Libertad Lamarque y Carlos Gardel (ver periódico Primera Página nº 91 de noviembre de 2001).


LOS  VITRALES

En 1992 pasó a integrar el Catálogo de Edificios de Valor Patrimonial de la Ciudad de Buenos Aires, Área de Protección Histórica I (Ordenanza 45.517/92), con grado de Protección Estructural. El 24 de octubre de 1997 fue declarado Monumento Histórico Nacional a través del Decreto 1110/97 del Poder Ejecutivo Nacional.
Habiéndose cumplido el procedimiento expropiatorio por parte del Gobierno nacional mediante la Ley N° 27.009 del año 2014, el 2 de julio del 2018 tomó posesión del mismo el Congreso de la Nación, quien a través de la Comisión Administradora del “Edificio del Molino” comenzó a diagramar un Plan Maestro para el abordaje de su restauración.
Finalmente al cumplirse 103 años de su inauguración y tras permanecer 21 años cerrado y en estado de abandono, se comienzan a ver los frutos y en estos últimos meses se están organizando visitas guiadas a las obras de restauración, en las que se exhiben sus columnas y vitrales, su salón de fiestas del primer piso y una profusa vajilla de su época de esplendor, recuperándose así un patrimonio histórico.

Marta Romero





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