El 17 de diciembre de 1819 nace la “Gran Colombia”
Simón Bolívar
América del Sur fue el gran sueño
de San Martín y Bolívar.
Tras el encuentro de Guayaquil entre ambos libertadores, la zona quedó dividida en dos grandes bloques –exceptuando
Brasil–: al Sur las Provincias Unidas de Río de la Plata, un territorio más
disputado con los españoles y al Norte otro más consolidado,
cuyo líder indiscutible era Simón Bolívar, que intentó
conformar una gran nación al norte de América del Sur:
“La Gran Colombia”, un sueño que no pudo alcanzar.
Todo comienza con la Independencia americana, pero
continúa en la ciudad de Guayaquil, en la hoy República del Ecuador, los días 26 y 27 de julio de 1822, que fue la sede de la decisiva entrevista
entre los dos mayores jefes independentistas de Hispanoamérica en ese momento: el
argentino José Francisco de San Martín y
el venezolano, entonces gran colombiano, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad
Bolívar. Entrevista en la que se definió la próxima conclusión de las campañas
militares que quedaron a cargo de Bolívar mientras, San Martín regresó a la Argentina
para luego partir hacia su exilio.
Bolívar estaba en condiciones muy superiores a
las de San Martín, ya que él era el jefe político
y militar de los territorios liberados, mientras
que no era el caso del prócer argentino quién tenía serias dificultades con las
autoridades radicadas en la ciudad de Buenos Aires que le retaceaban su apoyo. Es
esta última la razón por lo que el ahora reconocido como “Padre de la Patria” optara
por dejar en manos de Bolívar la última parte de la expulsión de los españoles,
cosa que terminó concretando el venezolano Antonio José Francisco de Sucre,
mano derecha del anterior, y creador del actual Estado Plurinacional de Bolivia,
es decir “el país de Bolívar”.
Una de las cuestiones que también trataron ambos
libertadores fue la relacionada con las futuras formas de gobierno. Mientras se
consideraba conveniente la unificación regional, San Martín, mestizo, hijo de la
guaraní Rosa Guarú, era partidario de establecer un régimen monárquico parlamentario
al estilo de algunos actualmente existentes en Europa pero con la particularidad
que el rey debía ser preferentemente un descendiente de la antigua nobleza inca
aunque también podía optarse por un príncipe europeo. Una visión sobre el reinado
inca que también tuviera, ya antes, otro enorme prócer argentino: Manuel José
Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano. Bolívar, en cambio, cuyo criterio terminó
predominando, era partidario de un sistema republicano. San Martín, que coincidía
con la unificación de Hispanoamérica en un solo estado, le advirtió, sin embargo,
a Bolívar que los gobernantes bonaerenses iban a rechazar esa posibilidad.
EL ENCUENTRO DE GUAYAQUIL
Escribe, según sus propias palabras, para revelar la historia escondida, la que ha sido tergiversada, porque como es sabido, generalmente las historias oficiales de los pueblos las redactan según sus conveniencias los ganadores. Su pasión es la de narrar las realidades sociales que pintan de cuerpo entero la idiosincrasia latinoamericana, pero, al mismo tiempo, tiene una capacidad para ver en forma descarnada, real y analítica el devenir del mundo y sus fenómenos sociológicos. No hay más que echar una ojeada a su libro Patas arriba. La Escuela del mundo al revés, para comprobar esta premisa.
Éste es un libro que cuenta con pasión, lucidez y amplias referencias históricas
cómo una región tan beneficiada por la naturaleza ha sido no solamente esquilmada
primero en la colonia por los españoles y luego por las potencias de Occidente durante
su vida republicana sino que, además, no ha podido encontrar aún su destino y con
él una mejor suerte.
Durante su ya vasta trayectoria de
escritor, Galeano se ha dedicado sistemáticamente a borrar las fronteras entre las
vertientes del periodismo y la literatura. En sus más de doce libros confluyen la
narración y el ensayo, la crónica y la poesía, el humor y el sarcasmo; así como
en sus notas de prensa sobresalen los párrafos contundentes salpicados de ejemplos
de entereza y dignidad de ciudadanos del común, que son, en su concepto, los verdaderos
héroes del mundo de hoy.
Gran Colombia fue un país que ya no existe, pues
se trata de la fusión temporal de Colombia (por entonces denominada Nueva Granada)
con otras naciones vecinas. Concretamente: Nueva
Granada, Panamá, Venezuela y Ecuador. La Gran Colombia
se formó en 1821 tras el Congreso de Cúcuta, extinguiéndose en 1831, pocos meses
después del fallecimiento de Simón Bolívar, su ideólogo, y por los grandes intereses
divisionistas que lucraron con las divisiones de los pueblos, el famoso “divide
y reinarás”.
El impulsor de la nueva nación fue
el libertador Simón Bolívar, quien pretendía crear una nación lo suficientemente
grande y potente para competir con las potencias europeas. La Gran Colombia fue
el resultado de una estrategia política de las naciones constituyentes para unir
fuerzas. Sin embargo, desde su constitución la Gran Colombia vivió una permanente
tensión política entre dos grupos: los federalistas y los centralistas. La opción
que inicialmente prevaleció fue la centralista, que estaba liderada por Simón Bolívar.
El centralismo creó discrepancias internas, ya que Venezuela perdió su influencia
militar en su territorio y Panamá mostró su desacuerdo por motivos económicos.
Los historiadores sostienen que la
Gran Colombia como nación fracasó también debido a las escasas vías de comunicación
en el inmenso territorio y, muy especialmente, por la falta de voluntad política
de los distintos sectores sociales para consolidar una plena integración de los
distintos territorios.
En 1826 tuvo lugar un proceso separatista
promovido por el venezolano José Antonio Páez, conocido popularmente como La Cosiata. En aquel contexto
había dos posturas enfrentadas: la encabezada por Bolívar que defendía el poder
central y la liderada por el vicepresidente de la Gran Colombia, Francisco de Paula Santander,
que proponía el federalismo. Las dos visiones opuestas son el origen de la clásica
división latinoamericana entre liberales y conservadores, ya que el Santanderismo
representaba el liberalismo y el Bolivarianismo tenía un talante más conservador.
Este enfrentamiento ideológico desembocó en la dictadura de Bolívar a partir de
1828 y las consiguientes tensiones internas promovidas por los opositores a Bolívar.
El sueño bolivariano de
establecer una gran nación se esfumó cuando Venezuela impulsó una nueva Constitución
y la ruptura definitiva con la Gran Colombia. La decisión venezolana fue el detonante
de la separación de Ecuador y un nuevo marco de relaciones entre Colombia y Panamá.
La inesperada muerte de Simón Bolívar en 1830 fue igualmente otro factor que agudizó
la desmembración de la nueva nación.
La disolución de la Gran Colombia
se tradujo en una nueva denominación para el actual territorio colombiano, ya que
desde 1831 hasta 1858 recibió el nombre de República de la Nueva Granada, luego
se llamó Confederación Granadina hasta 1853, con posterioridad pasó a llamarse Estados
Unidos de Colombia y finalmente República de Colombia en 1886.
La victoria del Ejército Libertador,
liderado por Simón Bolívar, sobre las tropas realistas el 7 de agosto de 1819 en
el Puente de Boyacá, marcó la derrota definitiva del dominio español en los territorios
que en ese momento ocupaba el virreinato de Nueva Granada, la capitanía de Venezuela
y las audiencias de Quito y Panamá.
El triunfo libertador dio paso, a
su vez, a la concreción de un proyecto político que se venía gestando en la cabeza
de Bolívar y otros libertadores desde hacía algunos años: la fundación de una gran
república en el norte de Suramérica.
Mientras Colombia celebra en todo
el país el bicentenario de la Batalla de Boyacá, vale la pena recordar las características
del gran estado conformado a partir de aquel hito ocurrido en 1819.
Si hiciéramos el ejercicio de extrapolarla
a la actualidad, la 'Gran Colombia' tendría hoy una extensión territorial de 2.343.741
kilómetros cuadrados y 99.780.741 habitantes, que habría sido la segunda economía
de América latina después de Brasil.
En un proceso parecido en el sur,
las Provincias Unidas
del Río de la Plata
también se disgregan: aunque el nuevo gobierno reclamaba jurisdicción
sobre todo el territorio del Virreinato, nunca llegaron a controlar su totalidad,
que acabó por subdividirse en países: nunca pudo controlar la intendencia
del Paraguay, pese a una campaña militar
enviada desde Buenos Aires. Se perdió
el control del Alto Perú, luego
de las batallas de Huaqui (1811)
y Sipe Sipe (1815).
La guerra contra
los luso-brasileños y los conflictos con José Artigas dieron
lugar a la pérdida del control sobre la Provincia
Oriental, que finalizó con la creación del llamado
Estado Oriental
del Uruguay en 1828. Estos tres territorios se transformaron
en sendos estados independientes.
En cuanto
al norte, en el año de 1830 las expectativas de unidad y desarrollo para Sudamérica
que tenía el libertador Bolívar llegan a su fin, éste renuncia ese mismo año luego
de la disolución de la Gran Colombia en Nueva Granada, Venezuela y Ecuador y muere
en Santa Marta a sus 47 años.
Un hecho substancial es el asesinato de Sucre,
el sucesor elegido por el Libertador, quien camino de Bogotá a su residencia en
Quito fue abatido. Simón Bolívar muere con una sensación de derrota, pues según
sus palabras: “Hemos
estado arando en el mar” y es que la Gran República comenzó en una época difícil
en la que el inconformismo con la situación política planteada por Bolívar fue en
aumento, por diferencias internas.
Siempre las divisiones conspiraron en contra
de la unidad y progreso de los pueblos, el histórico y famoso: “divide
y reinarás”. Las máximas latinas divide et impera y sus variantes: divide et vinces, divide ut imperes y divide ut regnes, fueron utilizados
por el gobernante romano Julio César y el
emperador corso Napoleón, aunque más tarde, Maquiavelo en el libro
“El Príncipe” adopta el concepto “divide y reinarás”, por eso se le suele atribuir
a él la frase, que tuvo muchos creadores.
Miguel Eugenio Germino
Fuentes:
-Galeano, Eduardo, Las venas abiertas…, Siglo XXI, 1971.
-Galeano, Eduardo, Patas arriba, Catálogos, 2005.
-http://www.paisdeleyenda.com/historia/bolivarylagrancolom.htm
-https://digital.csic.es/bitstream/10261/28362/1/BolivarPen.pdf
-https://mundo.sputniknews.com/america-latina/201908071088308447-la-gran-colombia-auge-y-caida-del-sueno-de-simon-bolivar/
-https://www.colombia.co/pais-colombia/historia/asi-fue-la-gran-colombia-de-bolivar/
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