Almagro habla: ayer y hoy
El arte es un
elemento indispensable para el desarrollo de una sociedad. Existe, por ejemplo,
en forma de pinturas, escrituras, diseños y música. Justamente ésta última es
una de las más elegidas por todos los que quieren distracción y compañía.
Durante casi toda
su historia, la música fue una combinación de melodías cantadas e instrumentos
musicales. Sin embargo, hace algunos años empezamos a oír, de la mano del trap (en Argentina) y
el rap (que sí estuvo desde los ‘70), una mayor influencia de versos
hablados en los temas musicales. La pregunta es: ¿qué antecedente de este tipo
hubo en el país?
A finales del siglo XIX e inicios
del siglo XX, Argentina
tuvo entre sus filas musicales a la "payada", definida
como "rimas y versos improvisados acompañados de la guitarra", y con
ella, a grandes artistas que la representaron de gran manera.
El barrio de
Almagro tuvo como vecinos a dos de sus grandes exponentes, uno de ellos fue Luis
García Morel, nacido en 1875 y radicado durante años en Yapeyú 235.
Apodado "Luisito el Payador", fue un gran artista que brilló junto
con el payador uruguayo Separio Vidal.
El otro fue José
Betinotti, quien vivió en Quintino Bocayuva 539. Nacido el 25 de
julio de 1878, se lo denominaba como "Payador urbano", ya que
no era de los típicos que iban de pueblo en pueblo midiendo sus versos con
otros colegas, sino que estaba asentado en su querida ciudad porteña. Uno de
sus grandes éxitos es "Pobre mi madre querida".
Tanto la payada en su momento,
como el trap en la
actualidad, son exponentes musicales que no están ajenos a nuestros barrios,
que vieron su desarrollo en el pasado y lo están viendo en el presente.
Lucas Giannotti
Periodista
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