Primeros pasos de un
nuevo México
LÓPEZ OBRADOR CON SU GENTE
A contramano de los ajustes y las pérdidas en el poder
adquisitivo de los salarios que azota a varios países de América latina, el flamante presidente mexicano, Manuel López Obrador, debutó con un
auspicioso aumento de salarios que alimenta el ánimo esperanzador que por ahora
impulsa a la nueva gestión.
El mandatario mexicano anunció un incremento del salario
mínimo que constituyó el mayor otorgado en los últimos 23 años. Hay varias
razones que avalan la importancia de este aumento. Tal vez la menos conocida, o
discutida, es que esto se condice con la
política que Donald Trump implementa en su propio país: es decir: sueldos altos en los países que conforman el viejo Nafta
para que las empresas no se aprovechen de las enormes diferencias salariales
para achicar costos a través de la mudanza a los países con menores jornales.
Es por esto que también los trabajadores de la industria automotriz mexicana
pasaron de ganar 4 dólares por hora a 16.
La otra lógica, que tampoco es muy publicitada por los
medios, es la contraria a la de los ajustes que se aplican en países como la
Argentina. Esto es: a mayores salarios, crecimiento del mercado interno y
desarrollo del país. Un razonamiento que el gobierno argentino ha mandado al
rincón de los recuerdos.
Una tercera pata positiva de esta medida, es que es un
remedio mucho mejor para retener a los trabajadores mexicanos en su propia tierra que cualquier muro que se construya. Las
personas que recuperan el poder adquisitivo de su salario, no necesitan trepar
paredes en busca de mejores perspectivas laborales.
Si bien es verdad que son los primeros pasos, el efecto
reparador de las políticas aplicadas hasta el momento llenan de optimismo a los
mexicanos, cabalgando en oportunidades geopolíticas, López Obrador parece
encaminado a sacar a flote a la economía de su país.
Pablo Salcito
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