EDITORIAL EL Nº 354 DICIEMBRE 2024
“…Hoja enloquecida
en el turbión” …
E.S.D.
Si consideramos turbión como sinónimo de turbulencia y lo
aplicamos a la política, podemos inferir que Milei lo introdujo en modo “motosierra”, como un desorden (no natural en este
caso), aplicado a sus adversarios y a los sectores más débiles de la sociedad.
Con tal combinación intenta la destrucción, la demolición de
sus adversarios a los que llama “casta”, aunque
en el fondo, es el kirchnerismo, o los “kucas”
como los llama vulgarmente, son los jubilados, son los estudiantes, son las
pymes, son los trabajadores mal remunerados, es el propio Estado al que llama a
eliminar, y todo aquel que tenga la osadía de contradecir sus disparates ya
sean declarativos, o en forma de decretazos.
Condenar a los jubilados a un miserable haber de apenas 300
mil pesos (perdieron un 29% desde enero), retirándoles
además medicamentos y prestaciones, cada día más escasas y turnos prolongados
en el tiempo; vetar también la recomposición
salarial en las Universidades, con el propósito de eliminarlas, privatizarlas y
hacer de la educación un “garito” para estudiantes pudientes, como lo era antes
de la reforma universitaria.
El nivel de violencia, mentiras y atajos por los que marcha,
presagia “un país para pocos” y privilegiados, en el
que deberían morir 20 millones o más, luego del “sálvese quien pueda” y “todos
a los botes”, sabiendo que éstos solo alcanzan pocos.
La banalización del apelativo “nazi” no es un privilegio de la incultura argentina, es parte de las expresiones nazi-gebelianas: ¡es Goebbels puro!, de “repetir, y repetir una mentira
hasta que se torne verdad”, como
una patología de la circulación de los discursos.
Además, la mirada negacionista sobre el medio ambiente, los
derechos humanos, la agenda 20/30, y los derechos de la mujer son parte de la
esencia de su pensamiento retrógrado que pretende “borrar memoria”, cambiándole
el nombre a diferentes instituciones.
Por ejemplo, en nuestro Parque de la Estación
rompieron la tercera placa de Abuelas donada por la Escuela de Cerámica, para
hacerlo debió existir “personal entrenado en hacer daño”, no es un hecho más, ni tampoco casual, es un daño fríamente
calculado, que debió contar necesariamente con complicidades. Antes, en los últimos años,
dañaron el cartel identificatorio de Plaza Fumarola, destornillaron y robaron
la placa fundacional de la misma, y también por tercera vez dañaron el mural de
la esquina de Anchorena y Perón.
Sólo son muestras, como botones, de las tantas propelías y
atropellos cometidos por quienes abusan del poder, como una aceleración
confusa, desordenada y violenta, para naturalizar una normalidad devaluada,
en los niveles más bajos, que llevó a la
recesión que se vive, previa a caer en una profunda depresión similar a la
mundial del año 1929.
Afortunadamente, “no hay mal que dure 100 años” y el pueblo
unido y empoderado, más temprano que tarde, mediante la resistencia, la
movilización y el voto, cambiará el desgraciado momento que hoy se vive. ¡¡¡Volveremos!!! al “No al ALCA”!!! del año 2006,
durante la patria grande de Lula, Néstor, Evo, Chávez, Correa, y Tabaré.
Hasta la próxima
PRIMERA PÁGINA LES DESEA A SUS LECTORES,
SUSCRIPTORES, Y ANUNCIANTES, UN BUEN
COMIENZO DEL AÑO 2025
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