EL TRIUNFO
DE TRUMP EN LOS EE.UU.
El triunfo de Trump representa el fin de las
propuestas tibias, moderadas y evasivas planteadas desde el campo demócrata, en
un mundo en que aparecen otros grandes factores de poder, económicos y militares, como el
ascenso irresistible de China, que le disputa palmo a palmo la hegemonía a los
EE.UU. Un mundo en guerras, que Trump asegura
desactivar en un día, como la guerra ruso-ucraniana.
Aunque nada dice el Republicano del conflicto en Medio Oriente,
especialmente en la Franja de Gaza, donde se
está consumando el mayor genocidio del momento.
Rápidamente Milei viajó a su Meca, a recibir la
bendición del vencedor, y como buen “faldero” bailó a lo loco y ahora pretende recibir los dólares que le faltan para
su política de endeudamiento crónico del país, ante el mutis que Donald
mantuvo.
Mucha agua correrá bajo los puentes antes de saber
el resultado de su política, ya que asume recién en enero 2025 y el mundo corre
serios riesgos de una confrontación nuclear y una guerra generalizada en Medio Oriente.
Hoy por hoy los EE.UU. se encuentran avocados al tema inmigración
descontrolada, aunque no atinen a aceptar que
ésta se debe a las crisis sociales de hambre, miseria y marginación de millones
de latinoamericanos desplazados.
Mientras tanto, será
preciso encender muchas velas a todos los santos del mundo, para evitar el desmadre tanto económico como
guerrerista de la situación, tal vez la más grave por la que se transita, desde
la Segunda Guerra
Mundial.
Marta Romero
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