sábado, 30 de noviembre de 2024

LA CORTADA CARLOS GARDEL

 

                                                EL PASAJE EN 1926

LA CORTADA CARLOS GARDEL


El Abasto conserva mucha historia, cuenta con lo que fue el Mercado, hoy convertido en shopping, cuenta con la Casa Museo Carlos Gardel y cuenta también con una cortada, del mismo nombre.

Primitivamente ésta cortada era la continuación de la calle Guardia Vieja, hasta que por Ordenanza Nº 18.252 de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires del año 1961, se designó con el nombre de Carlos Gardel al tramo de la calle Guardia Vieja, entre las calles Jean Jaurès y Tomás de Anchorena. Cortada en su extensión por el Mercado de Abasto (actualmente shopping), los apenas 100 metros que llevan el nombre del máximo cantor, resultan prácticamente un pasaje.

                                  EL CHANTA CUATRO CERRADO Y ABANDONADO

El Mercado duró 93 años, entre 1891 y 1984. El 14 de octubre cerró para siempre el símbolo porteño, sinónimo de tango, Carlos Gardel y mucha tradición más.

La idea de los vecinos era mantener este pasaje como patrimonio cultural de una zona que, trasladado el Mercado, se mantuviera como una muestra de la historia de la zona –que se fue trasformando sin dejar huellas de su rico pasado–, y devolverle el espíritu tanguero a la zona de la ciudad donde creció Gardel. De todos modos, vecinos y fuerzas vivas continúan movilizados por mantener vivo el legado del Pasaje Carlos Gardel. No sólo como alegoría del pasado, sino como acción política en la defensa de la identidad, del Abasto.

Decía Borges: "Nacidos como consecuencia de errores de cálculo en los diferentes trazados urbanísticos que le dieron forma a la Capital Federal, estas pintorescas callecitas inconclusas rompen con belleza la simetría de las manzanas y son verdaderos remansos de serenidad en medio del vértigo ciudadano. Y si bien los nombres de muchos de ellos son muy conocidos, casi todos permanecen ocultos, esperando ser descubiertos por caminantes que quieren adentrarse en los ángulos inexplorados de la ciudad o turistas no tradicionales que buscan mucho más que tango, asado y fotos del Obelisco”. 

El avance del boom inmobiliario amenaza la preservación del patrimonio cultural y arquitectónico del Abasto.

El antiguo boliche Chanta Cuatro de la esquina de Anchorena, en el que Carlos Gardel solía reunirse con sus amigos a cenar y cantar hasta el amanecer, y la Casa Pantano, fueron dos de los principales motivadores del pasaje, que hoy se completan con el primer monumento a Gardel en toda la ciudad. Al primero lo reciclaron para convertirlo en un restaurante de lujo, para turistas, que traían con combis contratadas; el establecimiento había sido fundado en 1893 por Luis Sanguineti y tenía una emblemática cancha de bochas, de donde sale el nombre, ya que la expresión "Chanta Cuatro" proviene del juego de bochas, en el cual el objetivo es arrimar la mayor cantidad de bochas a una especial denominada bochín. Puede ocurrir que un jugador logre poner 3 bochas cerca del "bochín" y su adversario coloque una en mejor posición. Al primer jugador le queda una bocha y la posibilidad de ganar el tanto. ¿Cómo? Sacando de un bochazo la pelota adversaria y "clavando" en su lugar la bocha lanzada que queda "chanta", ganando cuatro puntos y haciendo "chanta cuatro". Los trabajadores y compradores podían jugar, comer, escuchar música en vivo y pasar la noche allí.

La “Casa Pantano”, de Carlos Gardel 3151, llamada así por el apellido de su primitivo dueño y hoy heredada por Estela Pantano Macello, no escapa a las generales del plan macabro de destierro de los primitivos habitantes, respetando su fachada, pero durante el juicio, un grupo inversor compró la casa con los vecinos adentro a un precio irrisorio. El objetivo es levantar otro edificio más en una zona que se categoriza y aumenta su valor en forma sistemática. El edificio de Carlos Gardel 3151 era el único original de los que quedan en la cortada más emblemática del barrio, devenida en el Paseo del Tango. Por este motivo cuenta con una protección por su valor histórico denominada estructural, que impediría su demolición, aún parcial, para generar cualquier emprendimiento.

Existió en la cortada una institución relevante de atención psicológica, "El Bancadero", al lado de un club de jubilados, y fue morada de muchos viejos feriantes del mercado.

Hacia el 2014, nuevas estatuas y luminarias fueron poblando la cortada, también algunos restaurantes y las esculturas de Goyeneche, Piazzolla y Pichuco. Se eligieron a las figuras que iban a integrar el Paseo del Tango sobre la cortada, pero desgraciadamente tuvieron escasa duración debido a las vandalizaciones, por lo que tampoco prosperó el Paseo del Tango.

Hoy la cortada Carlos Gardel está, pero no cumple la función que los vecinos esperaban. Revertir la historia no es posible, pero sí acondicionar el lugar para que sea lo menos disruptivo posible, que se frenen las construcciones en altura en la misma y que se recupere algo de lo tanto de historia que encerraba aquella callejuela, que guarda un nombre caro a los sentimientos de los vecinos.

 

Miguel Eugenio Germino

 

Fuentes:

- Berjman, Sonia y Fiszlew José, El Abasto, un barrio y un mercado, Corregidor, 1984.

- Periódico Primera Página números diversos.

- https://buenosaires.gob.ar/areas/cultura/cpphc/sitios/detalle.php?id=50

- https://primerapagina93.blogspot.com/2012/10/carlos-gardel.html





No hay comentarios: