EDITORIAL DICIEMBRE 2023 Nº 342
Finalmente
“hubo balotaje”
y triunfó Javier Milei por una sustancial diferencia de once puntos, con su
declarada política “tiktokera” de
disolución del Estado, negacionista en puntos fundamentales como ciencia, cultura,
derechos humanos, la mujer, el cambio climático, etc.,
que desde la terquedad del “no hay plata” al ajustazo, fue cediendo ante el
avance del macrismo “ordenador” para poner a
su gente. El tironeo continúa…
El psicoanalista y escritor Jorge Aleman analiza
lo político y las políticas, el juego dialéctico entre la diferencia y la
identidad, pero no escapa a la coyuntura de los ascensos de las ultraderechas
en el mundo y también en la Argentina, que ya venían desde antes de Milei.
Todo comienza mucho antes, cuando desde los medios
se consigue imponer un “candidato” con mejores performances, o más bien alternativo
por oposición a los fracasos de los tantos anotados en esta compleja carrera
presidencial del año 2023.
Todo comienza antes, en política y en la propia vida
del personaje en cuestión: Milei, con un apodo de "El Loco” que viene de los años del colegio Cardenal
Copello, que era su imagen entre sus compañeros.
Todo viene de antes,
de la propia infancia violenta del candidato en su seno familiar, y vale traer a
colación el enfoque en los albores del siglo XX del neurólogo austríaco Sigmund Freud, que abordó y sentó
las bases del psicoanálisis.
El hombre que de comediante televisivo pasa a político
irritable, que se presentaba con la música de Panic Show (el tema
de La Renga, sin poseer derechos de autor),
que irrumpía a los gritos blandiendo una motosierra en sus
caravanas, haciendo uso de la verborragia que lo caracteriza que hasta hizo
reír a los conductores televisivos de sus medios adictos, contra “la casta” (la
que ahora utiliza), con su aversión ante el nombre Keynes, al que definió como “mierda”, y sus gritos
desaforados e histéricos de “libertad”, y tantas otras tropelías, se fue moderando hasta mimetizarse en la propia
“casta” que criticaba.
Sin embargo, ahora
todo se precipita en esta nueva realidad futura, surgen muchas incógnitas, que
se irán develando después del 10 de diciembre, y también dependerá de las
propuestas y de su fortaleza, por ahora contradictorias y solo declarativas, pero
también de la resistencia que puedan generar los puntos no claros de un gobierno
que aún no comenzó.
Decía Perón en uno
de sus tantos discursos: "Tengan mucho cuidado
pueblo mío, porque llegará el día que no necesitarán bombas ni atentados, para
destruirlos usarán el estómago. Los poderosos causarán tanta inflación que los
confundirán y los dividirán, y ustedes elegirán cómo conductores a los mismos
verdugos que manejan la guillotina”.
Lo cierto es que, si
bien Milei cosechó un 55% del electorado, del otro lado está el 45% que votó
por otra opción, y a partir de allí se escribirán dos historias, una de cal y
otra de arena, a partir del 10 de diciembre.
Hasta la próxima
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