El Beckett Teatro: Guardia
Vieja 3556
Desde que abriera sus puertas en el 2005, y
luego de los primeros años de funcionamiento
vinculados a la producción y a la figura del fallecido actor y director Miguel
Guerberof, el Teatro Beckett ha
ampliado sus estrategias de programación y trabajo con distintas vertientes y
géneros de las artes escénicas. Buscando instalarse definitivamente como
referencia entre los destacados teatros que conforman el circuito teatral
del Abasto, uno de los más profusos y dinámicos de Buenos Aires, el Teatro Beckett ha recepcionado, programado y en
los últimos años coproducido destacados
trabajos escénicos, que ya han quedado en la
memoria de espectadores, críticos y artistas.
V.H.S.
Idea y dramaturgia de Nicolás Capristo -
Dirección de Tomás Soko
“¿Dónde está
escrito, en qué
libro de Psicología, en qué Derecho de Abogacía, en qué
Libro Sagrado dice que no podemos ser diferentes?”
La acción: lo primero que vemos es una persona
apoltronada en un sillón viendo una vieja cinta en V.H.S.: “Forest Gump”,
una película de 1994 dirigida por Robert Zemeckis, protagonizada por Tom Hanks
y ganadora de múltiples premios. Nuestro personaje,
Sergio, rebobina y vuelve a ver siempre la misma escena. Atrapado en su mundo
de películas tiene una videoteca plagada de filmes cuyos nombres no sólo conoce, sino también qué
premios recibieron, etc. ¿Es un cinéfilo
empedernido? Tal vez, o es sólo un hombre
solitario que no puede resolver sus traumas. Aquellos que se generaron en el
primer septenio de su vida y en el segundo, teniendo en cuenta que los
psicólogos hablan siempre de estas cuestiones. Ese psicólogo que cada vez que
suena el teléfono le agrega un porcentaje más a su tarifa, sin atenderlo, siendo una posibilidad para su
salvación.
La actuación y la dramaturgia: Sergio,
nuestro protagonista, nos cuenta su historia, su frustración en su
primer septenio –jardín de infantes–
cuando había que replicar un cuadro de Vincent Van Gogh y lo hizo con tanto esmero,
que cuando se lo iba a presentar a la Señorita se imaginaba en el camino cómo
lo aprobarían y ante tanta genialidad le darían por aprobado el primario,
secundario y se inscribiría en el Bellas Artes convirtiéndose en un pintor famoso.
Pero un mal compañerito tomó una témpera roja y lo arruinó, igual que a sus sueños. En el segundo septenio –en la
secundaria– se enamoró de Dora González, y estudio
múltiples palabras en francés sin ilación alguna. Y Dora le dijo que estaba
enamorada del más lindo del colegio, rubio de ojos azules. Todo lo que hace este magnífico actor Nicolás Capristo es
una gran performance física, interactúa con el público practicando su
declaración de amor, desarrolla un juego con muñecos que representan a sus
enemigos ficticios, cada vez que suena el teléfono se arregla como si alguien
lo pudiera ver. Estamos ubicados en los ’90. Es un actor infrecuente, que nos
emociona, nos enamora y nos involucra en su historia pequeña pero tan grande
como la de cada uno de nosotros y ante cada desilusión se hace pis.
La dirección: Tomás Soko convierte ante
semejante dramaturgia y actuación un complemento ideal. El manejo de los
muñecos que representan sus frustraciones, su amor y tal vez algún angelito con
plumas que va bajando del cielo dejando alguna pluma que cae como en el filme
“Forest Gump”. Soko respeta cada detalle de los años ’90. Y también habrá una
caja para cada muñeco y ser castigado o no. Y nos queda una pregunta pendiente:
¿volverá Sergio a ser feliz alguna vez o se
refugiará en su videoteca? Cada espectador
sacará sus conclusiones.
“Una obra de teatro, un filme o sólo
frustraciones que no nos podrán dejar vivir como uno igual a todos los seres
humanos”
Funciones: viernes 20.30 horas
Lilian Kovalenko
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