Entrevista a Daniel Marcove
“Viva el teatro”
Daniel Marcove nació el 27 de septiembre de 1956. Su
infancia transcurrió en los barrios de Floresta,
Villa Urquiza, Mataderos y el Centro. Cursó sus
estudios secundarios en el Colegio Nacional Buenos Aires, luego pasó por la Facultad
de Filosofía y Letras.
–Daniel
¿cuándo sintió que la llama del teatro ardía en su persona?
–De niño la
familia me llevaba al teatro Mitre (Villa Crespo). Yo solía observar que ellos,
actuando y cantando con su magia, encendían la alegría y el optimismo del público.
Mi primer recuerdo fuerte de la “escena nacional” lo tengo del recientemente
fallecido Alfredo Alcón, ¡un grande!
–¿Cómo se
insertó en este mundo fantástico del arte escénico?
–Como al
salir de mi empleo quise hacer un curso de lo que siempre me atraía, me acerqué
a la Sala Estudio dirigida por Hedi Crilla y Agustín Alezzo. A la semana de
estar con ellos me invitaron a participar en Despertar en primavera.
Para mí fue un regalo del cielo, justo el 26/9/76, cuando yo cumplía mis 20
años. A partir de allí continué estudiando y trabajando, en títulos clásicos
como La muerte de un viajante (con
Alfonso de Grazia y Catalina Speroni), Recordando
con ira, Stefano, Arriba corazón, Años
difíciles (con Ulises Dumont, Cipe
Lincovsky y María Rosa Gallo), Volvió una
noche con (Mabel Manzotti, Max Berliner
y Sara Solnic), en Buenos Aires.
–¿Me haría un
listado con algunos títulos bajo su dirección?
–Crema
rusa (de Enrique Pinti), Viejos conocidos (en el Teatro
San Martín), El puente (Teatro Cervantes), Abue, doble
historia de amor (Teatro del Pueblo), El saludador (con
María Cristina Laurenz y Hugo Arana, Teatro San Martín). También hice giras con
la compañía en Italia, Suecia y Alemania. Representando al Teatro Nacional
Cervantes nos presentamos en el interior de nuestro país y en el Uruguay. Como
director anduve por Centroamérica. Desde hace mucho tiempo hago docencia.
–¿Recibió
nominaciones, estímulos y premios?
–Tres
nominaciones para el Molière. Como director obtuve los
premios “ACE”, “María Guerrero”, “Florencio Sánchez” y “Pepino el 88”.
–Si mañana
fuera el fin del mundo ¿en qué invertiría el día de hoy?
–En reunir a
mis seres queridos en un escenario, uniendo realidad y ficción con mi afecto.
–¿Quiere
nombrar dos seres que incluyen ese afecto?
–Mis hijos
Juliana y Lautaro.
–¿Qué mensaje
le gustaría ofrecer en estos tiempos?
–Que la
humanidad pueda volver a rescatar los valores esenciales que en este mundo
post-moderno tienden desaparecer.
–Natan, me encantó participar en su entrevista, le
agradezco y lo felicito por su inquietud y dedicación.
Volvió
una noche, puesta en Nueva York del argentino Eduardo Rovner. Recibió tres premios “Hola” y 8 nominaciones a los ACE
de Nueva York, y se acrecentó la respuesta del
público. Se pudo mostrar el excelente nivel del Teatro Off argentino en el
Teatro Español de Nueva York, de los más importantes Off Broadway. Iban por
cinco semanas, pero contrataron los derechos por cinco temporadas más. En el
rol del hijo atormentado, Daniel Marcove volvió a la actuación. Luego de años
de dirección, dijo Daniel: “Para mí es una doble gratificación por los premios
(Hola y Nominación al Visitante) y porque actuar me da una profunda alegría.
Los condimentos humorísticos y emotivos pegan muy bien”. En Buenos Aires también
fue muy bien recibida. La madre fue primero Mabel Manzotti y en la segunda
versión Norma Pons, muy bien interpretadas, fallecen en la ficción y luego en
la realidad prematuramente. En Tierra del Fuego recibió tres premios ACE.
Natan
Blum
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