Otra guerra a medida de la OTAN: una trampa
para el oso ruso
Cansado de amagar y tirar reclamos al vacío, Vladimir Putin hizo finalmente lo que la OTAN deseaba: inició una guerra que lo colocó como el nuevo malvado planetario, dándole a la Alianza Atlántica un protagonismo que no se tenía desde la Guerra fría. La OTAN desempolvó el viejo guión de la crisis provocada por los misiles cubanos en la década del 60 y aplicó la teoría del cerco sobre Rusia, obligando a su mandatario a ir al frente o a mostrar debilidad. Rompiendo los acuerdos previos, Occidente siguió sumando a la alianza militar a todos los países cercanos a las fronteras rusas. Así, cualquier instalación militar quedaba a tiro de piedra de Moscú, igualando la amenaza que los misiles cubanos ocasionaron a las fronteras yanquis en los ‘60. El intento de sumar a Ucrania a la alianza militar que comanda Estados Unidos, fue la gota que rebalsó el vaso. Una virtual base militar en Kiev era como poner misiles en el patio del fondo de Rusia. Gran jugada que no solo afecta la seguridad de la Federación rusa, sino que frena la expansión que lleva adelante Putin desde la anexión de la península de Crimea.
Iniciadas las
acciones militares, el avance de los rusos no fue ni lo rápido ni lo eficaz que
planeaba el alto mando. La OTAN mira con gusto como la maquinaria bélica rusa
se desgasta y pierde su bien ganada fama de efectividad. Ucrania es el pobre
peón que soporta sobre sus espaldas el experimento de la Alianza Atlántica, que
no arriesgará a sus hombres salvo que vea una oportunidad de éxito seguro.
Atrapado en un
laberinto que no supo ver a tiempo, el presidente ruso deberá terminar lo antes
posible esta guerra que ya no lo favorece. Que lo haga por medio de las
negociaciones, sería la solución más deseable para todo el planeta.
Pablo Salcito
¡¡¡Es de esperar –urgente– la desactivación de esta nueva guerra mediante una negociación!!! Además de miles de muertes y
destrucción, desató
una tragedia a nivel mundial, con especulación, estampida de precios y escasez de materias primas. Es la continuación de otras
guerras aún activas como las de: Yemen, Siria, el
Estado Islámico (creado por los EE.UU.), y varias que se libran en el norte de África. Todas fomentadas
por el negociado de la venta de armas. La OTAN está en todas partes, también en
nuestras Islas Malvinas.
VIDEO:👇
https://www.facebook.com/lilian.kovalenko.50/videos/486452069559177
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