MERCADO DE ABASTO
Fantasía Leyenda
Hubo una vez un
gigante
De su quehacer
tan celoso
Que grande y
poderoso
No claudicaba un
instante
Con tal fuerza
desbordante
Que el tiempo ni
las llamas
Pudieron contra
la fama
De su desarrollo
inclaudicante.
Sin embargo quien
diría
Que éste Mercado
de Abasto
Fuera visto como
un trasto
Sin acordarse de
que un día
Premiaron su
anatomía
De acero piedra y
cemento
Como premio a un
monumento
Que la ciudad
merecía.
Por su vientre
rumoroso
De su existencia
tan dura
Corrieran frutas
y verduras
Como ríos
prodigiosos
Y en verdad era
asombroso
Ver cinchando
mano a mano
A una legión de
italianos
Curtidos y
sudorosos.
Así podría verse
en él
El inconfundible
sello
Que le dio Tita
Merello
En su laureado
papel
Y ahora el
destino cruel
Se olvidaba en su
calvario
Que fue el primer
escenario
Que tuvo Carlos
Gardel.
Natan Blum
Fuente: Miguel Colombo
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