domingo, 30 de marzo de 2025

2 DE ABRIL DE 1982 - LA GUERRA DE MALVINAS

 


2 de abril de 1982, la guerra de Malvinas

 

Tras 150 años de dominio británico, desde 1833, cuando aquel país tomó el archipiélago por un acto de fuerza ilícito, en 1982, un gobierno dictatorial pretende hacer justicia y “recuperar” Malvinas, luego de 6 años en el poder y comenzando su amplio deterioro político.



                          LA LLEGADA EL 2 DE ABRIL

Mal aprovechando los anhelos de soberanía del pueblo argentino, con manifiesta inobservancia de fundamentales reglas militares que rigen para la preparación de todo conflicto bélico y con plena conciencia de que las tropas argentinas combatirían con un bajísimo nivel de capacitación, un enorme déficit en materia de alimentos, abrigo y armamento, y frente a una potencia bélica mundial, con enorme superioridad militar.

Pese a la valentía de soldados patriotas y al entusiasmo del pueblo argentino, el resultado estaba anunciado. Durante la guerra, las autoridades militares con asiento en las islas ejecutaron contra cientos de soldados conscriptos, que realizaban el servicio militar obligatorio, diversos actos de tortura, como forma de “controlar” los problemas vitales que generaron, fundamentalmente, la falta de abrigo, comida, armamento adecuado y escasa preparación.


                               LA COMIDA INSUFICIENTE

Algunos separaron tajantemente la guerra de la dictadura que le dio origen por la legitimidad de la causa, y la concibieron como una “guerra antiimperialista”. Otros, los menos, se opusieron a tal distinción: la guerra no era legítima porque era una “maniobra dictatorial” para perpetuarse en el poder y desnudaron los engaños del patriotismo. Entre ambos extremos existieron los más diversos matices como, por ejemplo, aquellos que continuaron denunciando a la dictadura por la represión ilegal, por su política económica y demandando la urgente normalización institucional, pero defendiendo la causa de soberanía de las islas, o aquéllos que sólo se movilizaban en solidaridad de los soldados apostados en las Malvinas.

El último combate es entre el 13 y el 14 de junio de 1982. A miles de kilómetros, un general borracho y sus secuaces de las “tres armas”, con la calefacción de junio, deciden que no hay que rendirse hasta no perder las dos terceras partes de las tropas, unos ocho mil pibes. Él decidía, los nuestros ponían el cuerpo. Pero Mario Benjamín Menéndez desobedeció, no para salvar vidas ajenas, sino, como hiciera durante toda la guerra, la propia.


                  LA RENDICIÓN EL 14 DE JUNIO

La dictadura militar cayó en su propia trampa tras la derrota en Malvinas. Así como de masivo había sido el respaldo popular el 2 de abril, luego de la rendición ocurrida el 14 de junio los cuestionamientos a las Fuerzas Armadas se profundizaron, no sólo por la derrota sino también por su pésimo desempeño. Incluso, se produjeron movilizaciones de ciudadanos que demandaban por la “verdad” de una guerra que se creía ganada hasta el día anterior.

El 14 de junio de 1982 Argentina firmó la rendición. La guerra, luego de 74 días de combates, dejó un saldo de 632 soldados argentinos muertos y más de 1.200 heridos; los ingleses tuvieron solamente 250 muertos.

Para comprender la guerra es necesario no sólo considerar la coyuntura inmediata, sino también tener en cuenta la construcción de Malvinas como una causa nacional en la larga duración histórica. Es esa cuestión la que nos ayuda a comprender tanto la estrategia de la Junta Militar como el masivo respaldo al conflicto. Y si bien éste no fue unánime y en ocasiones no implicó dejar en segundo plano otros cuestionamientos al régimen, sí le dio cierto respiro a la dictadura en su profunda deslegitimación social.

Sobre el final del conflicto bélico, las Fuerzas Armadas diseñaron una política tendiente al ocultamiento de aspectos relevantes de la guerra, en especial de los tormentos infligidos a los conscriptos. Para ello, se dispuso el control de la información mediante acciones psicológicas sobre los soldados e inteligencia ilegal sobre éstos y las organizaciones que comenzaron a nuclearlos, entre otras acciones.


                         LA PATRIA COLONIZADA

Una frase repetida en las islas, luego de la derrota argentina era: “Tendríamos que hacerle un monumento a Galtieri”. Inmediatamente explican que gracias al ebrio general y su aventura político-militar, hoy gozan de un notable nivel de vida con excelentes colegios, hospitales gratuitos y servicios públicos eficientes. Insisten “tendríamos que hacerle un monumento”, guiñan un ojo invariablemente azul celeste y rematan: “Pero no se preocupen, no se lo vamos a hacer”. La odiosa Thatcher, que murió en abril de 2013 no tiene un monumento, pero sí una importante calle de la isla lleva su nombre.

Finalmente, la guerra se perdió, pero fue también el broche final para la derrota de la dictadura y su fracaso de utilizar una causa justa y sentida del pueblo argentino, para los fines bastardos que llevaron a desatar un conflicto que nació perdidoso.

 

Miguel Eugenio Germino

 

Fuentes:

- https://elhistoriador.com.ar/estar-en-las-malvinas/

- https://perio.unlp.edu.ar/2022/04/02/malvinas-patria-nacion-soberania/

- https://www.nationalgeographicla.com/historia/2024/04/cual-fue-el-origen-de-la-guerra-de-las-malvinas




 

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