viernes, 31 de marzo de 2017

PORQUE BALVANERA SE LLAMA BALVANERA



PORQUÉ BALVANERA SE LLAMA BALVANERA:

ORIGEN DEL NOMBRE, DE LA PARROQUIA Y DEL BARRIO

 
Actual Monasterio de Valvanera en La Rioja, España, de gótico tardío, de final del siglo XIV, es de una sola nave con forma de cruz y en ella se venera a la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja.
 

 Balvanera es una amplia zona, un cuadrado irregular de aproximadamente 320 manzanas comprendidas entre las calles Córdoba, Callao, Entre Ríos, Independencia, Loria, Bustamante y Gallo. Pero, ¿por qué se llama Balvanera?
Desde el establecimiento de la Parroquia el 1º de abril de 1833, y aún desde muchos años antes, la zona se fue poblando lentamente por inmigrantes italianos y españoles, entre ellos especialmente gallegos y vascos.
 Hacia 1778 un español, Antonio González Uria, oriundo de Ponferrada, Valle del Vienzo, Reino de León, se radicó en la entonces pequeña metrópolis y decidió trasladarse al campo. Allí fundó una quinta con pulpería, donde hoy hacen esquina Rivadavia y Azcuénaga. Lo hizo junto a su sobrino Antonio González Varela, también inmigrante del mismo origen, heredero de la quinta y pulpería una vez fallecido Gonzáles Uria.
El lugar se popularizó con el nombre de Miserere, dado las inclinaciones caritativas de González Varela. Este nombre abarcará desde entonces gran parte de la zona, como los propios “Corrales de Miserere”, centro y principio del futuro barrio.
El nombre Balvanera proviene de un valle en la actual provincia de Logroño (España), llamado Valvanera (Valle de las Venas), porque su terreno está mezclado de metales de oro, plata, cobre y hierro.
Aquel paraje, según la leyenda, fue sitio de conversión de un ex bandido llamado Nuño Oñez, quien en el siglo IX se hizo fiel ante el hallazgo de una estatuilla de la Virgen María, escondida tal vez de la invasión sarracena dando lugar al Monasterio de Valvanera.

IGLESIA DE BALVANERA CIRCA 1880

 Ésta imagen llega a nuestras costas con dos misioneros franciscanos, Damián Pérez y Juan Domínguez, procedentes de Logroño, que levantarán un hospedaje para los pasajeros de dicha misión que estuvieran de paso para las provincias del interior.
 Llegamos así al año 1799, cuando González Varela dona una parcela de 140 varas de frente por 70 de fondo, en la hoy esquina NO de Azcuénaga y Bartolomé Mitre. Allí, los misioneros instalarán un hospicio, tal como se denominaban entonces los hospedajes, donde instalan una capilla y entronizan a la virgen de su devoción, la Virgen de Valvanera, que con el tiempo se transformó en Balvanera (con “b” larga).
Aquella capilla cubriría las necesidades religiosas de la escasa población de la zona y perduraría hasta la edificación de la actual Iglesia de Balvanera en el año 1833, con una población de sólo unos 3.500 vecinos.
Es de destacar que por entonces España no existía como tal. La Península Ibérica se dividía en múltiples reinos que cambiaban frecuentemente de denominación y de territorio, merced a las guerras internas. Estos reinos recién se centralizaron en 1822, al crearse el Estado español con 52 provincias.
En Buenos Aires aparecerán primero las “parroquias eclesiásticas”, antecesoras de los “barrios” que recién se conformarán hacia fines del siglo XIX (hoy son 48 barrios integrados en 15 comunas).
Fue hacia 1880 cuando comenzaron los grandes movimientos inmigratorios, compuestos de italianos y españoles, que se instalaron preferentemente en San Telmo y La Boca los italianos, y en Montserrat y Balvanera los españoles.
Con la construcción de la Avenida de Mayo, inaugurada en 1894, ingresará la influencia arquitectura francesa: edificios de estilo art nouveau, neoclásico y ecléctico, pero bajo el signo ibérico, ya que se establecerán en la avenida numerosos restaurantes e instituciones de aquel origen, que continuaron extendiéndose especialmente hacia el sur de Balvanera.
 Como dato destacado, el censo de 1914 indicó que un 30% de los habitantes eran extranjeros, 1.476.000 italianos y 1.364.000 españoles, más unos 269.000 polacos y rusos.
A partir del 1º de abril de 1833 el santuario se convertirá en Parroquia de Balvanera, y por ese motivo se tendría en cuenta esa fecha como la de inicio del barrio.
Ahora nos interesa saber cuál es el origen de aquella virgen, y del nombre Balvanera. La aparición de la imagen está relatada en la Historia Latina, escrita en 1419 por Rodrigo de Castroviejo (Abad de Valvanera, La Rioja Española), como traducción de un texto en latín del siglo XIII escrito probablemente por Gonzalo de Berceo.
En este punto la historia se mezcla con la leyenda, rescatada por el historiador eclesiástico del barrio, Carlos T. de Pereyra Lahitte. Según el autor, todo comienza muy lejos de estas playas, en un fértil valle de Logroño, con las andanzas de un famoso salteador de caminos llamado Nuño Oñez, que en épocas del penoso inicio de la reconquista española manifestó cierto día haber tenido “una revelación divina” que le anunciaba la existencia de una imagen oculta de la Virgen María. El salteador que recibió la visión encuentra la estatuilla dentro de la concavidad de un gran roble, sobre un panal de abejas, al pie de una fuente de cristalinas aguas que brotaban de una de las vetas subterráneas del lugar.
También de allí deriva según se cree el nombre “valvanera” (con “v” corta), aunque otras fuentes lo dan como proveniente de valle (bal), donde abundan los venados, o de Varia, ciudad del Imperio Romano, de cuyos suburbios surgiría Logroño.
Según algunas fuentes, la ocultación de aquella imagen habría ocurrido en el año 711, para ponerla a salvo de cualquier posible profanación en una España invadida por los sarracenos; otros investigadores ubican el hecho en el siglo IX.
Lo cierto es que tal hallazgo produce en la vida de Nuño tal impresión que lo aparta por completo de sus malas acciones, se arrepiente de ellas, hace penitencia y se convierte en un completo anacoreta.
La historia no concluye allí, ya que junto con un eclesiástico de Brieva llamado Domingo, construyen una ermita que sería muy visitada y llegaría a convertirse en un gran centro de peregrinación y refugio de “pecadores”, los que se acercaban para venerar a la virgen salvadora, que pasará a ser “su virgen”.
Con el tiempo se levanta ahí mismo un monasterio de la orden benedictina. Tras el fallecimiento de Nuño se erige un nuevo santuario que alojaría a la imagen de la Virgen de Valvanera.
El culto se propaga por toda la comarca, hasta convertirse en Patrona de La Rioja española. La zona contaba con grandes abadías fundadas y enriquecidas por los reyes de Navarra, verdaderos señores de la tierra.
En la España que salía de la ocupación árabe, los monasterios constituían un gran centro de poder y adoctrinamiento. La herencia visigoda y del feudalismo hispánico reemplazará al oscurantismo de la Primera Edad Media, aunque la península no logrará salir del absolutismo imperante.
Así, dándole crédito o no a la leyenda de Nuño, queda aclarado el origen de esta virgen. La devoción a ella ingresa al Río de la Plata con aquellos sacerdotes de la orden de San Francisco, que la entronizarán primero en la pequeña capilla en 1799 y más tarde en la parroquia, que finalmente le dará nombre al barrio.
Miguel Eugenio Germino

Fuentes:
- Luqui Lagleizer, Julio A., “Iglesias de la Ciudad de la Trinidad”, Cuadernos de Buenos Aires, Bs. As., 1981.
- Pereyra Lahitte Carlos T., Boletín nº 9 del Instituto de Estudios Históricos de Buenos Aires, año 1984.
- Periódico Primera Página, nº 19 de mayo de 1995, nº 37 de diciembre de 1996, nº 42 de junio de 1997, nº 95 de abril de 2002 y nº 99 de agosto de 2002.
- Revista Buenos Aires nos cuenta, nº 8, abril de 1988.
http://www.google.com.ar/#q=historia+monasterio+de+valvanera+la+rioja+españa&hl=es&prmd=imvns&ei=F5YlT6K6JcW-gAeYitny










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