Entrega del primer premio que recibió Primera Página: Heráldica de laamistad en el año 2001 Parte del staff presente entonces: Guadalupe Farina, Ricardo Perrone, Miguel Germino, Martha Silva, Srolke Kot y Juan Pickenhayn
Nuestro medio comenzó a editarse –como periódico– en septiembre de 1993, aunque antes ya en 1961,
participábamos de otro periódico llamado “Página de barrio”.
Nacimos en plena lucha por lograr en aquel momento que el edificio del Mercado
de Abasto, desocupado por su traslado a la provincia, se convirtiera en un gran centro cultural tipo “Pompidou” en París.
Allí participaba un grupo de arquitectos, artistas y actores, entre
ellos: Chrriere, Winograd, Bres, Germani,
Sbarra, y el pintor del barrio Antonio Berni.
Cuando cierra el mercado, compra el lugar
la Cooperativa el Hogar Obrero, que pensaba hacer un mix entre shopping y
centro cultural, pero una vez que éste se fundió,
todas las acciones las compra a precio vil Soros de IRSA, y los socios del
Hogar Obrero sufren una terrible pérdida.
El compromiso era construir un shopping,
pero con una plaza abierta en el medio de los dos mercados, el viejo y el
nuevo, algo que nunca cumplieron, porque hicieron una
especie de unión de ambos cerrados al público como parte de un todo. El único
rastro que queda del mercado viejo son algunas
huellas sobre la calle Lavalle. También desmantelaron la histórica escalera
mecánica que funcionaba perfectamente y colocaron las actuales.
Más tarde comenzamos a trabajar en la
recuperación de la Casa Museo Carlos
Gardel, que por entonces pensaban venderla y
demolerla, por falta de presupuesto.
La casa en la que vivió el Zorzal Criollo durante sus últimos años en
Buenos Aires estuvo fuertemente vinculada al barrio porteño del Abasto.
Seguramente por eso Gardel decidió comprar su primera y única casa propia
en esa barriada, ubicada en Bermejo 735, calle que luego fue renombrada como
Jean Jaurés.
Carlos Gardel adquirió la vivienda en 1926 y se estableció allí un año
más tarde. Para ese entonces ya era una celebridad en Argentina y había
realizado giras europeas.
Sin embargo, el Zorzal se decidió por una sencilla casa en el barrio
obrero del Abasto, cerca del lugar donde había dado sus primeros pasos como
cantante.
Gardel vivió junto a su madre en la casa de Jean Jaurés 735
ininterrumpidamente hasta 1933, sus últimos años de estadía permanente en
Buenos Aires.
Con el fallecimiento de su madre Berta en 1943, ocho años después del
accidente aéreo en el que murió Gardel, la vivienda quedó en poder del último
representante del músico, que la alquiló como una peña de tangos. Hasta que ésta dejó de funcionar y la casa quedó abandonada.
A comienzos de la década de 1970 y casi por 10 años se transformó en la
tanguería "La Casa de Carlos Gardel", administrada por un dirigente
de fútbol, Virgilio Machado. Luego pasó por distintos propietarios y en 1996 el
empresario argentino Eduardo Eurnekian la compró en nombre de
Multimedios América con la intención de hacer un museo, pero al año siguiente
un decreto presidencial declaró la casa Monumento Histórico Nacional y el
empresario desistió del proyecto para evitar, según sus palabras, lidiar con "marañas
burocráticas". A fines de 2000, ya desde Aeropuertos Argentina 2000, Eurnekian
donó la propiedad a la ciudad de Buenos Aires y aportó fondos para su
restauración.
Años después, Primera
Página comenzó a trabajar en la recuperación de la Cortada Carlos Gardel para convertirla en una cortada cultural, conservando la vieja fisonomía
de cortada de casas
bajas y típicas del lugar, que tampoco prosperó.
Ya en el año 2000 los vecinos junto con el periódico piensan en recuperar
los terrenos abandonados del ferrocarril Sarmiento sobre Perón y Bartolomé
Mitre para convertirlo en el futuro Parque de la
Estación. Lucha que durará casi 20 años, y finalmente se logra a medias, ya que falta el sector sobre Bmé.
Mitre.
En el interín, los vecinos toman la playa
de estacionamiento que estaba sobre Perón entre Anchorena y Jean Jaurés y comienza la etapa de la Plaza del “Mientras Tanto”, gestionada por ellos, en cuanto a cuidado, riego, plantación, por la
que se hicieron diversos festivales y jornadas de trabajo. Logrando que finalmente
se la reconociera como plaza oficial.
Simultáneamente continuaron las gestiones y lucha por el parque, ante el
ONABE, el ADIF y finalmente la Administración de
bienes del estado AbE, que finalmente ceden los terrenos a la Ciudad en comodato
para que se construya el Parque mediante una ley aprobada por unanimidad por la
Legislatura, tras dos multitudinarias asambleas.
Se constituye una Mesa de trabajo y consenso para administrar el Parque, que es en el momento en que
estamos ahora, con avances y reprocesos, y el típico tira y afloja para poder
hacer cosas en el parque y en el gran galpón, que durante la construcción los
vecinos controlaron en visitas guiadas, durante los 20 meses que duraron las
obras.
Miguel
Eugenio Germino
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