ALMAGRO TIENE SU HISTORIA
El Pasaje Laredo
Díaz Vélez 3850 con salida por Medrano 107
LAC ENTRADA POR D. VÉLEZ 3850 |
Hacer un paseo por los innumerables pasajes que tiene Buenos Aires es
una manera de mezclarse en su historia, una historia que se une a las ya casi extinguidas antiguas quintas, con sus árboles frutales, sus tierras de
cultivo de mediados del siglo XIX antes de nacer la zona rural, donde
también proliferaban las fábricas de ladrillos perdidas en una llanura en estado
natural, fueron éstos los sitios
fundacionales y de formación de los barrios porteños, tal como los conocemos
hoy.
También incidió en el
ensanchamiento de la pequeña ciudad original, la epidemia de fiebre amarilla de
1871, cuando las clases altas abandonan el sur para dirigirse al norte y al
oeste, huyendo del contagio, iniciándose todo un proceso de densificación
urbana.
La ciudad llegó a contar con 577
pasajes y cortadas, aunque muchos con el paso del tiempo fueron modificados, cerrados,
divididos, convertidos en edificios particulares o simplemente borrados del
damero porteño.
Según
la definición del Diccionario de la Real Academia Española, un pasaje es un
sitio o lugar donde se pasa, un paso público entre dos calles.
SALIDA POR MEDRANO 107 |
Un pasaje siempre es planificado, producto de un
emprendimiento particular o de una empresa; en cambio, una cortada es
espontánea, es el resultado de una traza antigua que se debe a distintas
situaciones, como puede ser un arroyo, una parada de carretas o los límites de
antiguas quintas. También, como una ampliación, los pasajes
contribuyeron a solucionar el problema habitacional, con la posibilidad de densificar
en horizontal la clásica manzana.
Sin embargo el
imaginario colectivo porteño le adiciona al de pasaje o cortada, un
significativo sensible que se asocia con leyendas e intimidades propias del
aquellos sitios silenciosos, bohemios, con un aire autóctono o un estilo europeo,
estas arterias constituyen un espacio de paz y sosiego además de una identidad
en una ciudad de Buenos Aires atribulada por el ruido, aparecen
como pequeños mundos que cobijan fábulas que imprimen ritmos de otros tiempos.
En los pasajes y cortadas la historia pareciera transcurrir más lentamente.
SALIDA ACTUAL LUEGO DE LA REMODELACIÓN DE LA PLAZOLETA |
Empero
existen asimismo algunas curiosidades o rarezas en algunos de ellos, que los
hace únicos en su género, como por ejemplo el Pasaje Laredo, un profundo, largo y angosto
tajo que nace en la avenida Díaz Vélez 3850, sobre la acera sur, para llegar hasta las vías
del ferrocarril Sarmiento donde hace un giro de 90 grados, para –mediante un estrecho cornizón– terminar en la avenida Medrano
señalado con el nº 107.
A
ambos lados se alinean negocios y viviendas particulares, la veredita impar la ocupa
en su totalidad la antigua fábrica de hilos de coser y bordar “Giuntoli”
fundada en 1938, que tiene también salidas directas sobre la Díaz
Vélez 3842, y sobre Salguero 142.
En
sus orígenes era un pasaje público, el peatón podía ingresar
de un lado y salir libremente del otro, cosa que con el tiempo fue prácticamente
dividido en dos, en ambos extremos clausurados por portones enrejados que lo
convierte en un pasaje particular. La razón fue la inseguridad que se fue
apropiando del habitante de la ciudad obligándolo a tomar
recaudos restrictivos.
El
pasaje pasa casi inadvertido para el transeúnte un tanto desprevenido y para ojos
poco atentos. Sobre Díaz Vélez sólo se ve una modesta calzada que
apenas permite el ingreso de un coche, con dos estrechísimas veredas de apenas
60 cm. que escasamente permiten transitar a una sola persona.
Se
alinean en su recorrido par una decena de viviendas que llevan el nº del 100 al
200, de algunas de las cuales asoman importantes enredaderas que contrastan con
la vereda impar convertida en la larga fábrica de hilos.
Un detalle interesante son los faroles
colocados en la parte alta de la pared este, cuya herrería pone una nota
diferente a la monotonía general que predomina.
Hoy, con
la construcción de una plazoleta seca y la rectificación de la calle Bartolomé
Mitre, la parte del pasaje que da a Medrano cambió de aspecto, visualizando las
escasas viviendas que conservan la numeración de la calle
Bartolomé Mitre. Otra rareza ya que esta calle tendría dos
veredas paralelas separadas por el ferrocarril.
OTRO ASPECTO DE LA ENTRADA AL PASAJE POR MEDRANO |
En el
nº 3885 se encuentra el edificio donde funcionó el semanario irlandés “The Southern Cross” (La Cruz del Sur),
un taller artesanal en el que se
mezclaban vetustas minervas con antiguas linotipos, todo en un caótico
desorden, según relatan conocedores del semanario.
Esta parte de la calleja se encuentra precariamente embaldosada, se aprieta entre los muros de las casas y las mallas
del tejido de alambre que da al barranco del ferrocarril, también en estado
precario. Como este brazo angosto lleva la nomenclatura de la paralela Bartolomé Mitre, se podría creer que no es parte del raro Pasaje Laredo,
cosa que es cuestión de interpretación, creándose mayor confusión ya que el
pasaje reviste carácter “no oficial” y lleva la ubicación catastral de Sección 17 Retícula
152.
Se ignora el origen de su nombre Pedro
Laredo, aventurándose varias hipótesis sobre que se trataría de algún
personaje del barrio o seguramente del dueño de los antiguos terrenos que
dieron vida al pasaje.
En el sector paralelo a las vías del
ferrocarril, tuvo una importante permanencia una organización denominada “Arte
sin Techo”, en la que profesionales de varias disciplinas trabajaron en un
Programa para personas en situación de calle, usando el arte y la asistencia a
los Talleres como una forma en la que los vecinos más vulnerables se insertaran
desde las redes culturales, laborales y productivas. Allí funcionaron
espacios terapéuticos en los que se realizaron: entrevistas de admisión, tratamientos
psicológicos individuales, terapias grupales y espacios de capacitación
y enseñanza de un oficio como Talleres de Carpintería, de la mano de sus
iniciadores: Felicitas Luisi
(presidenta) y Jorge Pietra (director
artístico) de la asociación.
En seis años, esta ONG contribuyó a la
reinserción social y laboral de más de 300 personas. Todo comenzó en 2003 con
un proyecto dedicado a transformar algunas paredes porteñas atacadas por capas
y capas de propagandas políticas en murales, ofreciendo talleres artísticos,
recuperando el sentido del cooperativismo y preparando muestras junto a
reconocidos artistas. Algunos artistas sin techo se animaron a una pequeña fábrica
de bastidores, atriles y estampados. Y como siempre, trabajaron en pos de aquel
objetivo esencial: ser “una forma de salir adelante, un lugar de pertenencia y
una compañía para los que tienen el deseo de una vida más plena”.
A partir de la restructuración del sector sobre
Medrano y Bartolomé
Mitre todo
cambió en la zona, con la “modernización” de aquel espacio, la rectificación
de la "S" original de la calle Bartolomé Mitre, pretendiendo incorporar espacios
verdes, para ello se utilizaron 18 toneladas de vigas de hierro,
más varias toneladas de cemento en la construcción de una costosísima plaza
seca (más de 100 millones de pesos), en
un área de 2.700 m2 de los que solo escasos 380 pretenden ser “verdes”. La plazoleta consta de
bellos juegos infantiles, pero incorpora desniveles y escalinatas de incómodo
acceso para ancianos y discapacitados.
Por lo pronto desaparece la entrada al Pasaje
Laredo en el nº 107 de Medrano, accediéndose
ahora por
un estrecho y peligroso pasadizo bajo el nivel de la plazoleta.
El lugar
perdió el encanto histórico de su estrecha
callejuela sur, donde el pasto brotaba espontáneamente, sobre el cercado que daba
al ferrocarril y hacía trepidar el suelo y el silencio, que vibrará a su
compás, interrumpiendo –al
menos por un momento– el
letargo donde el tiempo parecía haberse detenido, para convertirse en una
vidriera amarilla más de las obras a las
que el Gobierno de la Ciudad tiene acostumbrados a sus habitantes, claro está siempre
con los fondos de los impuestos de los vecinos.
Sobre la entrada al pasaje en la avenida Díaz Vélez, una baldosa colocada
por “Barrios por la Memoria y la Justicia” recuerda: “Aquí vivió Hugo Oriando Miedan, militante
popular detenido desaparecido por el terrorismo de Estado - 18/2/1977”.
Miguel Eugenio
Germino
Fuentes:
--Balbachan, Eduardo L., Los
ignorados pasajes de Bs. As.,
Alonso Editor, 1983.
--Tenenbaum, León, La Prensa, Sección ilustrada, 12/11/1972.
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