jueves, 1 de noviembre de 2018

ASESINATO EN LA EMBAJADA SAUDÍ


Arabia Saudita: el aliado impresentable





El salvaje asesinato del periodista Kashoggi, puso en evidencia la ferocidad de un viejo aliado de Washington, encargado siempre del trabajo sucio en Medio Oriente pero extrañamente ignorado por la prensa occidental, que ahora no puede disimular la violencia generada por tantos años de impunidad.
Mientras los detalles que trascienden diariamente se muestran cada vez más escabrosos, pocos medios occidentales les recuerdan a sus lectores y oyentes que la nacionalidad de los supuestos terroristas, que tan libremente circularon por los aeropuertos norteamericanos el 11 de setiembre de 2001, era saudita. Sin embargo, las represalias se dirigieron contra Sadam Hussein y compañía, que nada tuvieron que ver con el supuesto atentado a las Torres Gemelas (decimos supuesto porque son muchos los que sospechan de la verdadera autoría de esa masacre).
El motivo de esta impunidad es que la vieja alianza entre Ryad y Washington nunca se vio interrumpida, sino que por el contrario, se incrementó con los años. Los árabes, junto con Israel, son las dos patas que hicieron de soporte a las políticas de la Casa Blanca para la región. Es así que los árabes tuvieron un importante protagonismo en el Irangate y están llevando a cabo una feroz represión en Yemen, que curiosamente los medios mundiales ignoran. Por muchísimo menos, Irak fue invadida dos veces, lo mismo que Afganistán.
Pero difícilmente el asesinato del periodista saudita, que conocía bastante los entretelones del poder árabe y que era corresponsal del Washington Post, interrumpa los costosos contratos que ligan a Estados Unidos con Arabia Saudita. Está en vigencia un acuerdo por cien mil millones de dólares para la provisión de armamentos. Será por eso que las condiciones de sojuzgamiento en las que viven las mujeres del país es pasado por alto, aún en pleno auge del me too y de la agenda feminista.
La muerte de Jamal Kashoggi puso en vilo a toda la diplomacia mundial y especialmente tensionó las relaciones entre Estados Unidos, Arabia Saudita y Turquía, por ser este país el escenario del crimen. Sin embargo, lo más probable es que vuelen un par de cabezas visibles para que la situación se normalice y las cosas continúen como hasta ahora, ya que son demasiados miles de millones de dólares los que están en juego.

                                                           Pablo Salcito

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