El Teatro IFT de Boulogne Sur Mer 549
En Balvanera, desde el Once adentrándose en lo que llamamos
el Abasto, nos encontramos con una sala teatral de más de 80 años y un proyecto
que sigue haciendo historia: el Teatro IFT, que actualmente se ubica
en la calle Boulogne Sur Mer 549. Esta
idea nació en el año 1932, primero en un local
alquilado frente a la Sinagoga de la calle Paso al 400 como Idramst (Idicher Dramatisher
Studio), y luego se construyó la actual sede en
el año 1952 con el esfuerzo, en su mayoría, de
inmigrantes de la comunidad judía zonal. Al principio se realizaron obras en
idish, pero el tiempo modificó la situación y el
castellano lo reemplazó. “El IFT” es uno de los
pioneros significativos en el área teatral, junto con el “Teatro del Pueblo”,
cuyo lugar definitivo pronto será en Lavalle al
3200, como lo habíamos anticipado en Primera Página. Muchos fueron los espacios
teatrales y culturales que se sumaron a esta propuesta de la creación de
ámbitos de experimentación y estudio en distintos planos: actorales, dirección,
creación escénica y musical, como estímulo a una dramaturgia inspirada en las
ideas no conformistas que inspiraron su génesis. El IFT albergó hasta el
presente a muchos y talentosos artistas y a través de sus talleres se fueron formando
personalidades artísticas de gran prestigio. Sus actuales instalaciones cuentan
con una sala principal para 670 espectadores, 3 salas menores, salas de ensayos
y talleres. El IFT es miembro del ICUF (Federación de Entidades Judías), de
ARTEI (Asociación Argentina del Teatro Independiente) y declarado por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires “Sitio de Interés Cultural”.
de Witold Gombrowicz
Gombrowicz no fue un escritor y dramaturgo prolífico, pero sí relevante por su corrosiva y tragicómica mirada
sobre las formas de identidad colectiva, a través de la imposición de injustas
normas sobre el individuo y su libertad. Esas formas que las sociedades aceptan
como normales. Provocativo e ineludiblemente moderno concibió: 5 novelas, 4 ensayos y 2 obras teatrales, que permanecen
enraizadas en la actualidad. “Yvonne princesa de
Borgoña”, de 1958, la más escenificada en distintas adaptaciones en el mundo
teatral es la que hoy nos ocupa.
Di Nápoli consigue establecer en escena
la mirada irónica de “Witoldo”. “Lo que yo me propongo en mis obras es quizá
sencillamente debilitar todas las construcciones de la moral premeditada”; estas palabras del autor se ven reflejadas en esta versión
de “Yvonne princesa de Borgoña”.
La acción: el
autor propone una corte francesa en Borgoña (Burgunda, en polaco, evocación al
vino borgoñés, y también “Yvonne princesa
Anemia”, título posible, considerado en Francia, o “La Corviné”), muestra la
inversión dramática que provoca introducir un elemento extraño en un grupo de
aristócratas frívolos pavoneándose en su estupidez. En la ocasión, el príncipe
Felipe que debe casarse con alguien de su rango, encuentra durante un paseo por
los alrededores a una joven plebeya, sin encanto alguno, despojada de belleza,
modos, sonrisa y palabra. A modo de burla decide desposarla, para desafiar lo
establecido por la orden cortesana. La desatinada decisión produce una reacción
inquietante en el Reino, cuyos integrantes tratarán de mantener las formas,
mientras planifican una solución definitiva, pero presentable, a este incordio.
Mientras la trama se va delineando se caerán las máscaras de la formalidad,
para planificar distintas estrategias y eliminar esta despreciable mancha de la
sociedad construida sobre la hipocresía mundana. Sobre el final casi demencial
prevalecerán las normas de la cortesía.
El elenco: Fidel
Araujo, AnneCastillon, Ignacio Castro, Paula Fernández Dossi,
Diego Jacuzzi, María Llorens Pastor, Florencia Recio,
Lucia Gómez Uriz y Leo Di Nápoli. Sería injusto
destacar a alguien ante la compacta integración del elenco. Sus actuaciones al
estilo de La comedia del Arte y el
Grotesco privilegian el texto. Sus máscaras son sus personajes y cada una
de ellas definirá su rol. Importante es el detalle de cada maquillaje. La música original de Carlos
Veliz como su interpretación en vhelo
acompañado por Cristian Veliz en trombón, crean un importante clima inicial que da
lugar al prólogo en off de Norma Aleandro, cuya inconfundible voz nos introduce en la trama, y
la incidental que remarca las situaciones.
La dirección: Leo Di Nápoli, experimentado conocedor
de distintas técnicas escénicas, entre las que
se destacan La Commedia dell´Arte, Orientales y Máscaras, maneja con certeza y
maestría los tempos de la puesta en escena. Las gestualidades de los personajes
y sus apariciones laberínticas están
perfectamente diagramadas y coordinadas detrás de paneles coronados con figuras
de ajedrez que se desplazan por el escenario a
conveniencia de la acción. Los peones adelante,
la defensa caballos y torres,
alfiles para confundir, la reina y el rey. Hay
varios jaques, se sacrifican piezas, pero no será jaque
mate. Destacable la escenografía
de Sabrina López Hovhannessian.
En el Teatro IFT, Boulogne Sur Mer 549, viernes 21 hs.
Recomendaciones:
“El mar de noche”
de Santiago Loza. Multipremiado unipersonal de Luis Machín. En: Nün Teatro Bar, J. Ramírez de Velazco
419. Sábados y domingos 18 hs.
“Valeria Radioactiva”
de Javier Daulte, con María Onetto y elenco. En:
El Espacio Callejón, Humahuaca 3759. Martes 20,30 hs.
“La Herencia” de
Andrea Bauab. Dirección Daniel Marcove. En: El
Tinglado, Mario Bravo 998. Domingos 20,30 hs.
“Terrenal” de
Mauricio Kartum dirigida por él mismo. Una de las obras más importantes de las
últimas temporadas. Últimas funciones en el legendario Teatro del Pueblo. Jueves y domingos 20 hs y
viernes y sábados
21 hs. Su nueva sede será en Lavalle 3200, los vecinos de Almagro les daremos
un gran abrazo de BIENVENIDA!!!
Lilian Kovalenko
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