miércoles, 28 de noviembre de 2018

EL TEATRO FRAY MOCHO


Primera Página estuvo presente en los 25 años de historia del Centro Cultural Teatro Fray Mocho


 
En el marco de una sociedad inmersa en una crisis profunda que nos afecta económica y socialmente, la actividad cultural es una herramienta para enaltecer el espíritu y la moral y un método concreto para mejorar la condición de vida.
FRAY MOCHO sostiene firmemente que es primordial una consolidación de los lazos entre las instituciones que fomentan la cultura y la educación.
Esta institución, funcionó primero en Ecuador 380 de esta capital. Fue concebida a partir de un deseo conjunto de actores y directores desde 1993 y con el esfuerzo de todos ellos se inaugura el espacio con escenario a la italiana y capacidad para 100 personas. Allí se realizó el primero y segundo Encuentro de Teatro de Humor Breve. 10 autores, 10 directores y 10 puestas en escena. Y durante 10 años.
Este espacio lleva su nombre en honor a los pioneros de la década del 50 al 70. Creadores del mítico Teatro Popular Independiente. Integrado por Ludwig Michel (padre del actual director del espacio) y Oscar Ferrigno, entre otros. A lo largo de 25 años estrenaron obras que permitieron el paso de 2.000 grupos, se filmaron 15 películas, se dictaron conferencias, charlas, exposiciones, presentación de libros, encuentros o actuación de elencos del interior y del exterior (Bolivia, Uruguay, Francia, Venezuela, España, México, Colombia y más).
Han pasado actores como: Lito Cruz, Luis Brandoni, Raúl Rizzo, Leonor Manso, Arturo Bonín, Gogó Andreu, Marta Bianchi, Verdaguer, Julio Chávez, Hugo Arana, Patricio Contreras, Soledad Villamil, Vicente Zito Lima, Rita Terranova, Onofre Lovero, y muchos más.
El Centro Cultural Fray Mocho es integrante de Cultura Abasto y sede nacional región centro de R.I.D.A.E. (Red Iberoamericana de Artes Escénicas) y miembro fundador. Cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Teatro y Proteatro. Desde 2003 funciona en Tte. General Perón 3644, con capacidad para 100 espectadores. Gracias a la gestión desinteresada y solidaria de Alberto Alesi que se comprometió con el proyecto y que trajo a un apasionado y casi mecenas del arte, Andrés Rodríguez, que económicamente colaboró y con sus conocimientos de arquitecto permitió adaptar la sala y también poder alquilar el espacio que hoy ocupa. Esta sala comenzó bajo la dirección de Ernesto Michel y Zuny Gastiazoro. Por la necesidad de adoptar una identidad representativa, fueron eligiendo textos no estrenados y adaptando obras de autores clásicos, como: "Hacé la calle", de Juan Carlos Patron; "Esperando al negrito", de Miriam Russo; "La escalera voladora" de Luis Campos; "Jorge Danden, el marido engañado" de Moliere; "Hamlet recidivo", de Ivo Cravik; "Juicio a Federico", de Silvia Agostino; "Moreno" de Alejandro Flynn; "Las mujeres de Federico", de Zuny Gastiazoro; "Per-Chejov-Tres" de Ernesto Michel; además “Tango, religión y muerte”, delirio escénico de Ernesto “Pocho” Michel que se ofrece los domingos a las 18 hs.
Hoy la Sala Centro Cultural está en peligro. El inmueble será vendido y tienen que cambiar de locación. Deben conseguir con urgencia un nuevo espacio. Desde ya nuestro agradecimiento a quien sepa algo o pueda hacer una conexión con alguien que los ayude a continuar con este proyecto. Contacto: Ernesto Michel, cel: 11-5324-1561


COMENTARIOS DE OTROS ESPECTÁCULOS

“Valeria radioactiva” de y por Javier Daulte



“…La vida es una enfermedad congénita, crónica e incurable con diagnóstico de muerte…” o tal vez “…La vida es un barco de papel y el curso de la misma es el agua que lo arrastra…”, y por qué no una frase más “…La inspiración es radioactiva… lo demás es sólo parte de la irradiación…”. Todas frases mezcladas en la realidad-ficción que nos plantea Javier Daulte. “Valeria Radioactiva” trata sobre una escritora de exitosas telenovelas de mucho consumo, que tiene una enfermedad de la no quiere enterarse, y se enterará cuando decida finalmente aceptar la realidad.
La dramaturgia: Como dice siempre en sus entrevistas Javier Daulte, no todo es para todos los gustos, pero en este caso sí, ya que Valeria nos interesa. Por cierto morbo vamos siguiendo, para saber qué ocurre con este personaje que escribe la vida de otros. Y en ese momento Daulte hace un giro de timón en el barco de papel de la vida, y la realidad se convierte en ficción. La historia relatada y escrita por un asistente, se va convirtiendo en un culebrón desopilante si no conociéramos la verdad. Hablarán de lo que se imagina para la ficción pero no sabremos hasta el final cual será la realidad. Javier Daulte sabe cómo atraparnos en la trama y aquí apuesta sus fichas ganadoras.
El elenco: María Onetto, será Valeria, Hector Díaz, Jorge Gentile, Maida Adrenacci, Agustín Daulte e Inés Palombo, hacen todo con gran eficiencia. Escuchamos la encantadora voz de Daniela Pantano en un tema conocido por Sinatra, y cumple con su personaje.
La dirección: esta vez Javier Daulte exige a sus artistas, un vamos por todo (me recuerda un Macbeth que supo dirigir hace años). Elige música de leiv-motiv (un dueto lírico y romántico) para el culebrón, sin el cual la autora “Valeria” no se inspira. La precisión de los diálogos y sus respuestas instantáneas son perfectas. Un trabajo magistral, casi difícil de seguir… la acción transcurre permanentemente. Y habrá un final que enemistará o amigará a los protagonistas. Y nosotros simplemente podremos relajarnos y pensar en el concepto de “vivir”, porque de eso se trata.
En: Espacio Callejón, Humahuaca 3759, martes 20,30 hs.

 “Muerte accidental de un anarquista”, de Darío Fo




Situado en el entorno de la izquierda política italiana, Fo ha escrito ácidas sátiras políticas arremetiendo sin piedad contra el poder político, el capitalismo, la mafia y el Vaticano. Entre sus obras más conocidas se citan Muerte accidental de un anarquista (1970) y Aquí no paga nadie (1974). En 1997 recibe el premio Nobel de Literatura. Su discurso es un reconocimiento a todos los que se han dedicado durante toda la historia de la humanidad al teatro y hacer reír pese a todas las presiones políticas.
La acción: Todo transcurre en la Comisaría de la vuelta de casa. Llega un loco, pero no estúpido, que empieza a revolucionar y revolver cuestiones “archivadas”, como la dudosa muerte del ferroviario Giuseppe Pinelli, en 1969, época de una serie de atentados de la ultra derecha, que desatan una caza de izquierdistas criminalizando a todo movimiento opositor. Quiénes fueron los involucrados cuando este anarquista confiesa y decide suicidarse. De esta historia real, se agarra Darío Fo para escribir ésta tragicomedia.
La dirección: de Leonardo Prestia. En su ópera prima, como director, nos asombra por la manera en que dirige a estos personajes. Inteligente y audaz su puesta en escena. Una aguafuerte de la realidad porteña que podríamos encontrar en cualquier lugar. Todo sucede arriba del escenario. La mentira, la ignorancia, el tener que pertenecer a un orden impuesto, y sobre todo no estar implicado. Hasta los discursos del “loco” son creíbles y aceptados para zafar de esta muerte de la que ninguno ya se acuerda, “está archivada y olvidada”. Excelente trabajo de Prestia, que supo poner en cada sitio y lugar la acción. Mucho ensayo y mucha precisión en cada momento.
El elenco: Gastón Padovan, se hace cargo y pone toda la capacidad histriónica que le sobra, para hacer que el personaje de “El loco” sea querible y creativo en sus magníficas transformaciones. Después de todo él es “Licenciado en Histrionismo”, además de otras profesiones que se aprenden entre los locos. Carlos Scrilatti impecable en su rol de Comisario “Bertozzo”. Gustavo Ingilde es el “Agente” perfecto, sumiso y condescendiente empleado, empezará de a poco y se convertirá en una persona cambiante de acuerdo a la circunstancia que le toque vivir. “Spadafora”, Adrián Molteni, su actuación no tiene desperdicio, él es quien tiene que ser, si bien mantiene el personaje, ese mismo se desbordará sobre el final. “Jefe” Gerardo Baamonde, su trayectoria avala su actuación indiscutiblemente precisa. “Periodista”, Valeria Luque, hace su personaje con solvencia y actitud. Su intervención es poca pero contundente.
Dirección musical: Martín Bianchedi. Vestuario y escenografía: Cecilia Carini. Escenografía: Iván Salvioli.
En: Teatro El Tinglado, Mario Bravo 948, viernes 22,15 hs.

                                 Lilian Kovalenko





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