miércoles, 31 de julio de 2024

CARUSO

 


“Caruso”

Lo bautizamos "Caruso" por el furor del tenor italiano de la época de 1900-1920, más por el entusiasmo y la fibra que pone en su faena, consecuente, segura… aparece dos o tres veces al día, desafiando las bajas temperaturas, de apenas un grado, mimetizado entre las plantas de los canteros y macetones, a pocos metros de quienes lo admiramos por su intrepidez. La estridencia de su canto, un tanto desordenado y sin partitura, pero sí con el entusiasmo propio de la fuerza del frenesí que pone en su difícil arte.

Se lo ve gozar del pedacito de naturaleza elegida, así transcurren los días, en su intrépida insistencia, falto de colores destacados, sumido en sus grises, con una mezcla de otros tonos similares. El tal Caruso, es el gorrión que nos visita día a día en distintos horarios, para aportar su destreza, tal vez primitiva, pero que buscó ser parte de la familia que lo espera. Son las pequeñas cosas de la cotidianidad que pasan desapercibidas entre tantas otras del entorno, que aporta su sonoridad a lo largo del balcón del 7º piso, plagado de plantas.

Se pasea él con su gama de relucientes grises, que se convierten en vivos tonos, que dependen de la imaginación de quienes lo observamos. ¡Gracias Caruso!, por alegrar mañanas y tardes soleadas y nubladas.

María Pina Cabrera





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