sábado, 8 de febrero de 2025

TRUMP Y MILEI DOS CORAZONES GEMELOS

 

                                Milei un corazon dependiente

Donald Trump y Milei: un solo corazón

 

En esta segunda vuelta Trump, mostró sus colmillos afilados y sangrientos, más como signo de debilidad que de fortaleza, muestra a su vez el mayor debilitamiento de la hegemonía mundial de los EEUU, desde 1945, cuando la mitad de la capacidad productiva del mundo estaba en sus manos, comparado hoy con apenas el 16%.
Desde antes de retomar el poder ya pudimos ver la influencia del republicano en el tablero mundial y en la situación local. Su intervención modificó en pocas semanas el escenario en Medio Oriente y Ucrania, favoreciendo la influencia de EE.UU. en la región, aislando a Irán y a la resistencia palestina, obligando a Rusia a retirarse de Medio Oriente, y avanzando en el viejo objetivo yanqui de una alianza árabe pro-EE.UU. En su disputa comercial con China también fue noticia las amenazas de invadir territorios soberanos (Groenlandia, dependiente de Dinamarca; Panamá), anexar otros (Canadá) y ningunear todo África. Hoy pretende quedarse con las ruinas de una Gaza destruida con el apoyo de EEUU a Israel, bloqueando toda resolución de paz y cese de fuego.   

Sus dichos no parecen poco respaldados: ha nombrado como secretario de Estado al hijo de gusanos cubanos Marco Rubio; como secretario de defensa al veterano Pete Hegseth que fue aceptado por el congreso a pesar de su poca experiencia y de ser escrachado durante su presentación; al antivacunas Robert Kennedy hijo en la cartera de salud, a racistas como Tomas Homan, a Kristi Noem para encargarse de la inmigración, y a Elon Musk, el empresario multimillonario detrás de Tesla y SpaceX, en un puesto expectante de su gobierno,  dueño de Twitter. entre otros. Todos halcones colonialistas e imperialistas, listos para sostener la hegemonía mundial de EE.UU. a toda costa y la política racista en el plano local. Además, la carrera armamentística en el Pacífico aumenta, y aumenta la tensión alrededor de Taiwán, cercando a China.
A nivel local, la situación es de caída de la economía y descomposición política. El capitalismo actual, altamente globalizado, con cadenas de suministro dispersas por todo el mundo y mercados globales torna la interacción mundial muy dependiente. La retórica trumpista de volverse hacia adentro, de defender el trabajo y la industria americana choca con la realidad mundial de dependencia: muchas empresas norteamericanas tienen sus producciones en otros países y no pueden darse el lujo de aceptar el proteccionismo de Trump. Lo que otrora fue una estrategia empresarial de expansión en otros territorios, con la consecuente reducción de costos de capital constante y variable en países más baratos, se vuelve hoy un problema para la economía yanqui. La situación hoy, es de continua inflación, reducción del consumo, miles de negocios que cierran sus puertas, salarios que no alcanzan para vivir, sistema de salud y educación inexistente para cada vez más personas. La infraestructura del país está tan deteriorada que los incendios de Los Ángeles fueron una catástrofe humanitaria. El fin de año de 2024 estuvo signado por los paros en Starbucks y Amazon, los sectores más precarizados, que iniciaron un proceso de sindicalización hace unos años y aún están luchando por su reconocimiento.
Esta situación se extiende en el tiempo porque es consecuencia de la propia marcha del capitalismo en su fase neoliberal mundial, lo que produce descomposición en el parlamento, que no logra encontrar salida y genera desacuerdos constantes, luchas internas, golpes palaciegos, y todo tipo de traiciones desde filtraciones de corrupción hasta quién sabe qué pasa ahí adentro. Donald Trump es la consecuencia de esta situación extrema que impuso un presidente también extremo que intentará poner fin a esta etapa.

Antes de dejar la oficina oval, Biden advirtió en un discurso 

sobre la influencia de la industria de la tecnología como poder 

real y amenazante para la población de EE.UU. Se refería 

principalmente a Elon Musk. Musk, a quien Trump le inventó 

un ministerio y nombró a su cargo, es el empresario más rico del 

mundo, duplicando la fortuna del millonario que le sigue: Jeff 

Bezos.

Milei, un seguidor incondicional de Trump, no escatima 

muestras de una carnal dependencia, y pone así en peligro al 

país, de hacerlo pasible a una represalia contra nuestro país, de 

triste recuerdo durante el gobierno de Menen.

Así está el panorama mundial que arrastra en su crisis a nuestro 

país en su carnal dependencia, de un EEUU. en aprietos, triste 

panorama futuro para los meses próximo.

un solo corazón de crisis y peligros inminentes, cuya 

responsabilidad será de un Milei que su cabeza no le funcionan 

algunos tornillos.                

                                 Primera Página

                                   8- 2- 2025




2 comentarios:

Anónimo dijo...

No se trata de ir contra nadie, pero hay que recomponer la moral social junto a una verdadera justicia social.
Trump es un presidente de paz que dice verdades que lógico gustan.

Anónimo dijo...

Y que a otros disgustan