Milei un corazon dependiente
Donald Trump y Milei: un solo corazón
En esta segunda vuelta
Trump, mostró sus colmillos afilados y sangrientos, más como signo de debilidad
que de fortaleza, muestra a su vez el mayor debilitamiento de la hegemonía
mundial de los EEUU, desde 1945, cuando la mitad de la capacidad productiva del
mundo estaba en sus manos, comparado hoy con apenas el 16%.
Desde antes de retomar el poder ya pudimos ver la influencia del republicano en
el tablero mundial y en la situación local. Su intervención modificó en pocas
semanas el escenario en Medio Oriente y Ucrania, favoreciendo la influencia de
EE.UU. en la región, aislando a Irán y a la resistencia palestina, obligando a
Rusia a retirarse de Medio Oriente, y avanzando en el viejo objetivo yanqui de
una alianza árabe pro-EE.UU. En su disputa comercial con China también fue
noticia las amenazas de invadir territorios soberanos (Groenlandia, dependiente
de Dinamarca; Panamá), anexar otros (Canadá) y ningunear todo África. Hoy
pretende quedarse con las ruinas de una Gaza destruida con el apoyo de EEUU a
Israel, bloqueando toda resolución de paz y cese de fuego.
Sus dichos no parecen poco
respaldados: ha nombrado como secretario de Estado al hijo de gusanos cubanos
Marco Rubio; como secretario de defensa al veterano Pete Hegseth que fue
aceptado por el congreso a pesar de su poca experiencia y de ser escrachado durante
su presentación; al antivacunas Robert Kennedy hijo en la cartera de salud, a
racistas como Tomas Homan, a Kristi Noem para encargarse de la inmigración, y a
Elon Musk, el empresario multimillonario detrás de Tesla y SpaceX, en un
puesto expectante de su gobierno, dueño
de Twitter. entre otros. Todos halcones colonialistas e imperialistas, listos
para sostener la hegemonía mundial de EE.UU. a toda costa y la política racista
en el plano local. Además, la carrera armamentística en el Pacífico aumenta, y
aumenta la tensión alrededor de Taiwán, cercando a China.
A nivel local, la situación es de caída de la economía y descomposición
política. El capitalismo actual, altamente globalizado, con cadenas de
suministro dispersas por todo el mundo y mercados globales torna la interacción
mundial muy dependiente. La retórica trumpista de volverse hacia adentro, de
defender el trabajo y la industria americana choca con la realidad mundial de
dependencia: muchas empresas norteamericanas tienen sus producciones en otros
países y no pueden darse el lujo de aceptar el proteccionismo de Trump. Lo que
otrora fue una estrategia empresarial de expansión en otros territorios, con la
consecuente reducción de costos de capital constante y variable en países más
baratos, se vuelve hoy un problema para la economía yanqui. La situación hoy, es
de continua inflación, reducción del consumo, miles de negocios que cierran sus
puertas, salarios que no alcanzan para vivir, sistema de salud y educación
inexistente para cada vez más personas. La infraestructura del país está tan
deteriorada que los incendios de Los Ángeles fueron una catástrofe humanitaria.
El fin de año de 2024 estuvo signado por los paros en Starbucks y Amazon, los
sectores más precarizados, que iniciaron un proceso de sindicalización hace
unos años y aún están luchando por su reconocimiento.
Esta situación se extiende en el tiempo porque es consecuencia de la propia
marcha del capitalismo en su fase neoliberal mundial, lo que produce
descomposición en el parlamento, que no logra encontrar salida y genera
desacuerdos constantes, luchas internas, golpes palaciegos, y todo tipo de
traiciones desde filtraciones de corrupción hasta quién sabe qué pasa ahí
adentro. Donald Trump es la consecuencia de esta situación extrema que impuso
un presidente también extremo que intentará poner fin a esta etapa.
Antes de dejar la oficina oval, Biden advirtió en un discurso
sobre la influencia de la industria de la tecnología como poder
real y amenazante para la población de EE.UU. Se refería
principalmente a Elon Musk. Musk, a quien Trump le inventó
un ministerio y nombró a su cargo, es el empresario más rico del
mundo, duplicando la fortuna del millonario que le sigue: Jeff
Bezos.
Milei, un seguidor incondicional de Trump, no escatima
muestras de una carnal dependencia, y pone así en peligro al
país, de hacerlo pasible a una represalia contra nuestro país, de
triste
recuerdo durante el gobierno de Menen.
Así está el panorama mundial que arrastra en su crisis a nuestro
país en su carnal dependencia, de un EEUU. en aprietos, triste
panorama futuro para los meses próximo.
un solo corazón de crisis y peligros inminentes, cuya
responsabilidad será de un Milei que su cabeza no le funcionan
algunos
tornillos.
Primera Página
8- 2- 2025
2 comentarios:
No se trata de ir contra nadie, pero hay que recomponer la moral social junto a una verdadera justicia social.
Trump es un presidente de paz que dice verdades que lógico gustan.
Y que a otros disgustan
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