jueves, 30 de noviembre de 2023

ARGENTINA: 40 AÑOS DE DEMOCRACIA

 

           PRESIDENTES CONSTITUCIONALES ARGENTINOS EN LOS 40 AÑOS


40 AÑOS DE DEMOCRACIA

1983 - 10 de diciembre - 2023

 

“…Curiosa mezcla de Edad Media y sentido capitalista del negocio. Los militares ya no queman los libros: ahora los venden a las empresas papeleras. Las papeleras los pican, los convierten en pulpa de papel y los devuelven al mercado de consumo. No es verdad que Marx, Freud o Piaget no estén al alcance del público. No están en forma de libros. Están en forma de servilletas...”

Eduardo Galeano

 

En este 2023, Argentina cumple 40 años de democracia ininterrumpida. En estos años se ha logrado la aceptación de las elecciones como la única y legítima forma de traspaso de poder. En materia de política exterior, el país se vinculó con el mundo a través de una serie de lineamientos en torno a la Cuestión Malvinas, la defensa y el fomento de los derechos humanos, la promoción y diversificación del comercio exterior y la cooperación e integración regional, entre otros. Se avanzó en la igualdad de oportunidades a través de leyes como la del matrimonio igualitario y el voto joven. Sin dudas, en estos 40 años, se pudieron consolidar derechos fundamentales desde la lucha de los movimientos sociales, los organismos, los sindicatos… Se hizo desde el Preámbulo de la Constitución y desde decisiones de gobierno.


                                      MURALES POR LA DEMOCRACIA

Sin embargo, todavía quedan muchos desafíos pendientes para alcanzar un desarrollo sostenible, el respeto y el pleno ejercicio de los derechos humanos. A lo largo de estas cuatro décadas se atravesaron nueve crisis económicas, el PBI per cápita se encuentra estancado, la pobreza alcanza a casi la mitad de la población y un tercio de las y los jóvenes está desempleado.

El país requiere de políticas impulsadas por un acuerdo intergeneracional que delimite un horizonte común entre los liderazgos de hoy y aquellos futuros, en base a prioridades y agendas compartidas, conteniendo las preocupaciones y prioridades de las juventudes.

 

En este año 2023, Argentina cumple 40 años ininterrumpidos de democracia, tras más de siete largos y trágicos años de Dictadura Cívico Militar, con complicidades eclesiásticas.


                                                           40 AÑOS DE MEMORIA

El 30 de octubre de 1983 nuestro país retomó las bases institucionales de un sistema político basado en los principios constitucionales, al ser electo democráticamente el doctor Raúl Ricardo Alfonsín como presidente de la Nación, quien asumió el cargo el 10 de diciembre de 1983, inicio de esa nueva etapa que se convirtió en un hito histórico que se celebraría, a partir de entonces, en toda la República Argentina, como el “Día de la Restauración de la Democracia”, que fue declarado por la Ley 26.323 en conmemoración de la fecha de recuperación del Estado de Derecho y de la finalización de la última Dictadura Cívico Militar, y con ella, de la violación sistemática de los derechos humanos.

En ese marco, el pueblo argentino también recobró los derechos sociales y políticos y la forma de vida democrática, la representación de la voluntad popular, la libertad de expresión, de participación y la eliminación de la censura; pero con avances y retrocesos, sin duda estos 40 años han contribuido a una mejora sustancial en los derechos políticos, civiles y sociales de las personas, así como en la consagración de nuevos derechos, aunque aún incompletos.

Aquel retorno se obtuvo gracias al papel desempeñado por una gran parte de la sociedad civil, pero sobre todo por el compromiso de los partidos políticos, el movimiento obrero, las organizaciones sociales y los organismos de derechos humanos, entre muchos otros actores que articularon una ardua y genuina lucha contra aquella Dictadura Cívico Militar con el fin de recuperar la democracia tantas veces perdida en el período 1930-1983.

La democracia, que es necesario fortalecer como garantía para dirimir los conflictos bajo la protección de la plena vigencia del Estado de derecho y la república, tanto en nuestro país como en la región, tantas veces amenazada desde adentro y desde afuera, por gobiernos autoritarios y personajes siniestros que se prestaron a maniobras que pusieron en serio peligro los logros que tanta sangre costo restaurar, siempre, con la tutela del “norte”.

En aquella etapa dictatorial se padecieron: secuestros, desapariciones, sustitución de identidad, violaciones, torturas, arrojamiento al mar de personas indefensas y adormecidas, apropiación de bienes, más de 600 niños privados de su identidad, de los que hoy se logró restituir 133. Hace falta mucho todavía para lograr la plena vigencia de los derechos humanos, hoy puestos en serias dudas.

Madres, Abuelas, Familiares e Hijos, son instituciones que encabezaron una lucha larga y difícil. Argentina fue pionera en el mundo en la lucha por los derechos humanos vulnerados, hecho reconocido mundialmente y un jalón para nuestra nación.

Sin embargo, la escena actual contiene a los viejos autoritarismos políticos disfrazados de novedad, se levantan voces cuestionadoras de números y hechos descalificantes de aquel “Nunca más”, para terminar también con los profetas del odio, la venganza y la vergüenza, que hasta pretenden gobernar sobre esa base de ajustes, explotación, privaciones de las clases más vulnerables y así construir una sociedad para solo unos pocos privilegiados.

Presentan los derechos como privilegios, postulan el mérito individual como condición para acceder a las necesidades básicas, confían en el endurecimiento y la derechización, que aparece como la figurita ganadora en algunos espacios partidarios.

Una Argentina para solo una tercera parte de sus 46 millones, y 30 millones de seres sumidos en la miseria, la pobreza y el sub desarrollo, sin salud, educación, vivienda, alimentación adecuada, y sobre todo con una libertad de la que algunos pretenden adueñarse como una palabra frívola y hueca, solo proclamada, pero negada en la práctica.

La violencia verbal y también física es moneda corriente, los medios hegemónicos, ligados a los grandes intereses y negociados non sanctos, priman por sobre los sagrados intereses de las grandes masas populares sometidas cultural y económicamente.

Son 40 años, pero de una democracia todavía renga, a la que le hace falta fortaleza, la que debe integrarse a la memoria, a la verdad y a la justicia; es preciso recobrar la expectativa por una sociedad en la que la vida de las próximas generaciones sea mejor que la de los progenitores, y que ello pueda ser vivido como una promesa posible al alcance de la mano. ¿Será?…

 

“La democracia es un lujo del norte. Al sur se le permite el espectáculo, que eso no se le niega a nadie. Y a nadie molesta mucho, al fin y al cabo, que la política sea democrática, siempre y cuando la economía no lo sea… En el sur del mundo enseña el sistema la violencia y el hambre no pertenecen a la historia, sino a la naturaleza, y la justicia y la libertad han sido condenadas a odiarse entre sí”. E. Galeano

 

 Miguel Eugenio Germino

 

Fuentes:

-https://sociales.unc.edu.ar/content/nuevo-n-mero-de-revista-estudios-argentina-40-os-de-democracia

-https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/278685/20221230

-https://www.cels.org.ar/masquenunca/crisis-a-los-40.html

-https://www.goodreads.com/quotes/980155-la-democracia-es-un-lujo-del-norte-al-sur-se

-https://www.pagina12.com.ar/565540-cual-es-el-balance-de-40-anos-de-democracia


 



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