jueves, 30 de noviembre de 2023

CARLOS GARDEL EN SU AÑO GARDELIANO



2023 AÑO GARDELIANO

 

En este año se produjeron tres aniversarios de notable interés, vinculados a Carlos Gardel y a su madre, doña Berta:

Marzo de 1893: 130 años de la llegada al puerto de Buenos Aires, procedentes de Burdeos a bordo del vapor Dom Pedro, de una joven madre –expulsada por su familia, por oprobio desde su ciudad y país de origen, Toulouse y Francia. Esa madre venía con un hijo de apenas 2 años y 3 meses de vida, con el nombre de Charles Romuald Gardés. Demás estar decir quién, con el tiempo, iba a ser ese niño que con su madre llegaban a nuestras tierras en la búsqueda de un futuro para ambos. Ese futuro se concretó y de una manera superlativa. Después de los vaivenes lógicos de la época, el idioma y el acostumbramiento a nuevos hábitos de vida, esa madre fue avanzando, teniendo el apoyo de compatriotas conocidos suyos que ya estaban radicados en nuestro país y que le permitió ir afrontando los días que se venían. Fueron pasando los años y todo lo que vino después ya es conocido por todos nosotros. Lo que se desea es recordar esa fecha del 11 de marzo de 1893 como un hito trascendental para la historia de nuestra música popular ciudadana: el tango, porque fue cuando se produjo la llegada a nuestro país de quien fue, es y será su mayor exponente y que sigue manteniendo plena vigencia hasta nuestros días por la calidad de su voz y la integridad de su persona.


                             PARTIDA DE CARLOS GARDEL
 

Noviembre de 1933: 90 años. El día 7 de noviembre parte con destino a EE.UU. y sin la posibilidad de volver con vida, quien ya por entonces era el cantor de tangos, junto a sus contemporáneos, más famoso del momento, todo ello por su exitosa carrera de excelente cantor de tangos y la innumerable grabación de discos fuera de nuestro país y filmación de películas que hicieron historia. Esas grabaciones fueron realizadas en España, Francia y, por supuesto, en nuestro país y los films realizados en Joinville, Francia (1931 - 1932) y en Long Island, EE.UU. (1934 – 1935). Pero él, de la mano de don Eduardo Morera, pionero del cine mudo argentino, había dado sus primeros pasos en el nacimiento del cine sonoro argentino, cuando filmó en 1930, los 15 cortos que hicieron historia. Ese material maravilloso –que aún tenemos la suerte de poder disfrutar– es lo que se consideró la creación de los “video clips”, ya que allí se lo ve a Gardel interpretando sus canciones junto a sus guitarristas y en otros dos temas con la orquesta de Francisco Canaro, se trata de las canciones, sin ningún argumento, salvo pequeños diálogos con los autores antes de interpretarlas.

Un día antes de partir, Carlos Gardel extiende en forma manuscrita, como corresponde, su testamento ológrafo, donde confirma su lugar y fecha de nacimiento, quién es su madre y manifiesta no adeudar suma alguna y perdonar a quienes le deben, a su vez declara heredera universal a su señora madre, Bherte Gardés, nombrando albacea testamentaria a Armando Defino, su amigo y apoderado hasta ese momento, todo lo demás es archiconocido.


 
                                       PARTIDA DE DEFUNCIÓN DE BERTA GARDES


Pasados ya 90 años de esa fecha, hasta nuestros días la figura y la voz del gran Carlitos está presente en nuestras casas, mediante la difusión en un programa de radio, o escuchar un disco en algún Winco atesorado, o en un casete, o en un CD, o bien en alguna de sus películas ahora en DVD, que seguro alguno de nosotros pueda tener.

Nadie puede negar que la voz de Gardel ha quedado conservada en el tiempo como si cualquier tema lo “hubiese grabado ayer”, por eso cuando uno de nosotros al escuchar un tema poco difundido decimos: este tema no lo escuché nunca (cosa que suele pasar) según se me ocurre a mí decir; es porque bajó anoche a grabarlo; él está vigente desde siempre y por siempre.

 

Julio de 1943: 80 años. En la madrugada del 7 de julio cierra sus ojos, a la edad de 78 años, después de sobrevivir por 8 años a su querido hijo Carlitos, doña Berta, en su casa de Jean Jaurés 735, donde había pasado parte de su vida, antes y después de la muerte de su hijo junto a sus amigos Anaix y Fortunato, quienes la acompañaron desde la llegada en aquel marzo de 1893 desde su Francia natal. Ya había logrado poder ver el Mausoleo levantado en honor de su hijo y que serviría luego de lugar de eterno descanso para ella, a partir de ese momento. Los últimos años de su vida fueron pasados en base al recuerdo que tenía de su querido hijo, el único que tuvo: Charles Romuald Gardes (conocido como Carlos Gardel por su condición de artista), nacido de su vientre de jovenzuela (25 años) en el Hospital de la Grave de la Ciudad de Toulouse, ciudad sureña de Francia ubicada a orillas del río Garona y en las cercanías de los Pirineos, el 11 de diciembre de 1890. Con sus amigos antes mencionados iba al cine del barrio a ver las películas de “Carlitos” y disfrutaba, recordaba y lloraba viendo a ese muchacho, su recordado hijo, que había llegado a lo más alto del canto popular argentino con su figura, pero sobre todo con su voz. Lo escuchaba por la radio, visitaba, en compañía de personas de su amistad, el Mausoleo del cementerio de la Chacarita, llevando flores para quien descansaba en el lugar, el fruto de una pasión de adolescente en aquella Francia lejana a la que, por suerte, pudo volver en varias ocasiones y reencontrarse con su familia a la que, en muchas oportunidades, también había visitado su hijo Carlos cuando por su tarea artística se encontraba en Europa.

 

 Estas tres fechas tan ligadas entre sí a Carlos Gardel, debemos recordarlas porque son hitos fundamentales desde su llegada junto a su madre, hasta la muerte de ambos, a esta tierra que supo acogerlos como siempre lo ha hecho nuestro país con los inmigrantes, base fundacional de nuestra historia. Miles de nosotros descendemos de esos buscadores de una tierra que los cobijara dándoles trabajo, futuro y la posibilidad de poder formar una familia. Ellos descendieron de los barcos, y muchos de nosotros descendemos de ellos portando apellidos que nos enorgullecen por el origen de quienes nos dieron la vida y fueron nuestros predecesores.

Con este trabajo deseo no dejar pasar este año, que se me ocurre denominar “año gardeliano” por la importancia de los distintos acontecimientos sucedidos entre las fechas referidas y el presente.

Sin dejar de mencionar que el día 11 se festeja el Día Nacional del Tango por iniciativa de Ben Molar, por conmemorarse el nacimiento de Gardel, 11 diciembre 1890, en Toulouse (Francia) y el de Julio De Caro, mismo día de 1899, en Capital Federal.

 

Héctor F. Rebasti

Gardeliano

 hectorrebasti@gmail.com




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