EDITORIAL ( noviembre/09)
Crece desde el pueblo el futuro, crece desde el pie…
Cantan para usted los cantores, crecen desde el pie…
Crece desde el pie la fogata, crece desde el pie…
Crece desde el pie la mañana, crece desde el pie…
Alfredo Zitarrosa
Finalmente, tras un sudoroso trámite legislativo, nació la nueva Ley 26.522 de Servicios Audiovisuales, boicoteada y vilipendiada permanentemente antes de salir por una feroz oposición, que se coaligó con los más espurios y rancios intereses empresariales de los multimedios “informativos”.
No había concluido aún su tratamiento cuando ríos de tinta y mares de palabras se canalizaban a través de los conocidos “comunicadores”, funcionales a sus patrones. Se habló de reformas a partir del 10 de diciembre y de judicialización inmediata de la nueva norma legal. No pudieron impedir la sanción, pero encararán todas las trabas posibles para evitar su aplicación.
Difícilmente lo logren, pero desde ya el coro politiquero de “presidenciables” y “ma non tanto”, como el resucitado Eduardo Duhalde al que no le dan las mediciones, salen a vociferar su lanzamiento anticipado como ocupantes del llamado sillón del prócer de
Todos coinciden en la crítica y oposición salvaje, y hasta golpista, hacia el gobierno, pero pelean entre ellos como cuervos por la preeminencia, aunque a pocos les da el cuero aunque le sobren los billetes.
El viernes 10 de octubre pasado fue el día D para el comienzo de una nueva etapa en la información, pero ¡ojo!, nada es gratuito en el mundo capitalista.
Llegó el momento de jugar el papel oficial determinante, con políticas de Estado, tendientes a garantizar la participación popular para incorporar nuevos medios verdaderamente democráticos de la comunidad. Comienza la hora de los hechos, ¡basta de palabras!
Es necesario para ello democratizar el acceso al papel de prensa que ponga al alcance de los medios alternativos su uso a valores razonables y no privativos, como hasta hoy ocurre bajo el monopolio de la empresa “Papel Prensa”, cuyo 71.5% de las acciones está en manos del Multimedios Clarín-Nación, y sólo el 28.5% en manos del Estado. Hace falta invertir esa pirámide, con la participación de los trabajadores en forma cooperativista asociados con el Estado.
Aún circula profusamente la vergonzante fotografía en la que Ernestina Noble, directora de Clarín, festeja y brinda con Videla el comienzo de la confabulación y la entrega de aquella empresa robada por
Hay que aspirar a una verdadera libertad de prensa, que no es lo mismo que libertad de empresa. El papel de prensa debe estar al servicio de una verdadera libertad de expresión, como la radio y la televisión al servicio de la autenticidad periodística.
¿Cuál es la razón de que el pueblo argentino no pueda acceder al canal Telesur, mientras que sí puede hacerlo a la yancófila CNN? ¿Es una casualidad, una distracción o es parte de la desinformación maquinada por el establishment internacional de la noticia?
Está en manos del Gobierno dar los primeros pasos para incorporar nuevos canales de aire al alcance de todos, liberados de la controlada centena de canales de cable.
El futuro inmediato marcará el camino hacia otro futuro expectante, diferente, para que la noticia y la información crezcan desde el pie, y no desde la faltriquera de los empresarios.
“¡Crece desde el pie la mañana, crece desde el pie…!”
Hasta la próxima
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