viernes, 6 de mayo de 2011

TITO PALUMBO


El aquí y el ahora del tango en todos sus matices

B.A. TANGO no es una publicación más sobre el dos por cuatro, sino que se ha constituido en la primera revista de actualidad del género. Hace ya 16 años que existe; comenzó siendo la sección de tango de la revista Vea Más Espectáculos en mayo de 1994, hasta que en marzo de 1995 se independizó y se transformó en B.A. TANGO – Buenos Aires Tango, Guía y Agenda Porteña. Sus fundadores fueron Amalia Fernández y Tito Palumbo. Es de distribución gratuita y sólo se financia con los avisos que contiene. Al principio eran apenas cuatro páginas –una hoja plegada, en tamaño de 20 x 28 cm– impresas a color negro en papel obra. Empezó siendo quincenal, después fue mensual y desde el año pasado es trimestral. Entre un número y el siguiente se emiten dos boletines de actualización que se envían por mail a los suscriptores.

El artículo editorial del primer número tenía un título elocuente: “El dos por cuatro ya fue… ¡Viva el tango!”. En él se enunciaban los objetivos de la revista: brindar información actualizada sobre tango, y servir como guía y entretenimiento. En B.A. TANGO la esfera del baile tiene un lugar central. Tito Palumbo, su editor y redactor, explica: “En la revista se prioriza el baile por sobre la música porque era el tema que me interesaba cuando concebí la publicación. Es que yo quería cumplir una asignatura pendiente: aprender a bailar tango. Además, la mayoría de los anunciantes están vinculados a esta danza. La locomotora que tracciona el tango en nuestro país es el baile”. De tal modo representa la primera publicación que le asigna un lugar destacado a los bailarines.

Sin embargo, no se ocupa exclusivamente del baile, sino que cuenta con varias secciones dirigidas a difundir la cultura tanguística. Entre ellas la nota editorial; información y comentarios sobre espectáculos, bailes, enseñanza, discos, videos y libros; galería de fotos de milongas; mensajes y cartas; reflexiones filosóficas; gastronomía; artes plásticas. Un rincón especial es el cuento, donde se retratan las sensaciones que provocan el tango y sus personajes.

En cuanto al espíritu que anima a la revista, Palumbo señala que trata “… de hacer una revista para la gente que gusta del tango, no discrimino edades, gustos o estilos. Si a alguno le gusta Piazzolla, D´Arienzo o Pugliese, no entro en esas discusiones, todo queda dentro del fenómeno tango. Lo único que excluyo es lo que llaman tango electrónico, que yo no considero tango”. Se apunta al sector de la población al que le interesa el baile, y no se abordan temas históricos. La función de Palumbo es múltiple, además de editar y redactar, hace la distribución, las fotos, la venta y la cobranza de avisos. En la redacción lo respalda un grupo de colaboradores freelance que le envían material permanentemente.

A los pocos meses del surgimiento, el número de páginas de la revista se duplicó, fueron ocho. En 1997, la impresión pasó a ser en sepia y negro, y por primera vez salió la Guía Trimestral con dos rubros: “Enseñanza y Práctica” y “Salones Bailables”, a los que posteriormente se agregaron Calzado, Vestimenta, Cafés Concert, Restaurantes, Teatros, Cantantes y Músicos, entre otros. Esta amplia guía se convirtió en una parte esencial de la revista, y abarcó tanto Capital como Gran Buenos Aires. A fines de 1998 apareció la tapa impresa a todo color, y en 2005 se convirtió en bilingüe, con lo cual amplió su franja de seguidores. Al año siguiente aumentó el número de páginas a cuarenta.

B.A. TANGO se puede conseguir en locales bailables y de enseñanza de tango, en los comercios anunciantes, en hoteles de categoría, agencias de turismo, centros culturales y disquerías. También se envía por correo postal y por correo electrónico, a los suscriptores. Aquí se produce el fenómeno de que algunos de ellos reenvían la revista a sus contactos o la colocan en un blog, de modo que la publicación llega a los sitios más impensados. Actualmente, la revista –que va por el número 207– consta de 100 páginas, viene en un tamaño de 19,5 x 13,5 cm, encuadernada con lomo. Realmente sorprende con su excelente presentación. “La edición es muy costosa. Yo me preocupo por hacer un producto de calidad, que jerarquiza la actividad del tango. La revista sirve para que el bailarín se sienta identificado. La gente me para en la calle y me dice: ‘¿cuándo me sacás una foto para la revista?’ Porque es un honor estar en B.A. TANGO, le da prestigio a la persona”, dice orgulloso el redactor. Según Palumbo el futuro de la revista está en internet, ya que en algún momento se dejará de imprimir y será exclusivamente digital.

Laura Brosio

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