La ultraderecha norteamericana bloquea a su propio país
UN PRESIDENTE PREOCUPADO |
El Tea Party agrupa a la ultraderecha de
Estados Unidos, tiene un alto nivel de difusión y una fuerte capacidad de
presión. En un país donde el lobby sobre los congresistas es legal, el Tea
Party no se priva de ejercer su formidable poder de presión sobre la bancada
republicana, que es la oposición institucional y
legal al gobierno de Obama.
Estos
ultraconservadores están en contra de cualquier tipo de avance del Estado sobre
la vida de los norteamericanos y, más aún, si esta intervención significa mejorar la vida de
los que menos tienen. Es ésta la esencia del Plan de Salud que
propuso la Casa Blanca, que busca algo tan elemental como la cobertura
sanitaria de todos los que habitan el suelo de la primera potencia mundial.
Para el Tea Party, no
es un valor en sí mismo el bienestar de los más
pobres. Por el contrario, proponen un estado ausente y que cada uno se arregle
como pueda. La “Ley de la Selva” hecha institución
y forma de vida. Lamentablemente, esta forma de
pensar tiene numerosos adeptos, y lo que es peor, poderosos seguidores. Es así
que lograron poner en jaque a la administración norteamericana y amenazan con
provocar el mayor default de deuda de la historia de la humanidad.
La
política norteamericana ha llegado, por culpa de este conflicto, a un grado
anormal de polarización. Antes, para diferenciar
entre demócratas y republicanos había que mirar las gestiones de los
presidentes con lupa. Eran pocas las características que los diferenciaban. Ahora
esto quedó en el pasado. El Tea Party radicalizó a los republicanos, ya que quienes no adhieren a sus postulados temen
ser reemplazados por quienes sí profesan esas
ideas, por lo que se ven obligados a votar en contra de Obama.
Ahora
los norteamericanos se asomaron al abismo y están debatiendo si dan un paso atrás o se terminan de precipitar en el vacío. Los
fundamentalistas no piensan arriar sus banderas pese a los costos en dinero y
en vidas, porque si la situación no cambia, los
pobres norteamericanos no tendrán acceso a los procedimientos de salud
elementales que les garanticen una vida plena. Pésimo ejemplo mundial de quienes se postulan como los líderes de
Occidente.
Pablo
Salcito
El
Tea Party es la representación de la tradición conservadora del libre mercado y la privacidad corporativa, éstas
son sinceramente las pautas de los conservadores
del té. En palabras más concisas, el Tea Party es un frente ultra-liberal
en contra del ''socialismo'' demócrata de Obama.
El
sistema estadounidense está en decadencia, en un país donde no hay seguridad
social y los salarios –antes altos–
comienzan a caer en picada, como la bolsa de Wall Street.
No hay comentarios:
Publicar un comentario