EDITORIAL Nº 234 NOVIEMBRE DE 2014
"EL GRAN GARROTE" UN SÍMBOLO DEL IMPERIO |
“…La sangre es un mar inmenso
que baña todas las playas…
que baña todas las playas…
Sobre sangre van los hombres
navegando en sus barcazas:
reman, que reman, que reman,
¡nunca de remar descansan!…”
navegando en sus barcazas:
reman, que reman, que reman,
¡nunca de remar descansan!…”
Nicolás
Guillén
América Latina
fue considerada en su historia post hispánica como “el patio trasero de los EE.
UU.”, asiento de los más sanguinarios dictadores, tolerados, ayudados,
favorecidos, y socorridos por “la gran democracia del norte”.
De nada
interesaban entonces los tan mentados Derechos
Humanos de aquella “democracia”
para la que solo valía “la Doctrina
Monroe”,
obra del presidente James
Monroe,
anunciada en 1823. Como si fuera poco, Theodore
Roosevelt introduciría la política del Big Stick o Gran Garrote, o más clarito: del uso de la fuerza como medio para someter
a los gobiernos democráticos latinoamericanos. Se puede afirmar con certeza que
fue éste el inicio del ciclo imperial de los Estados Unidos. Así la raza humana se
vio obligada a navegar en frágiles barcazas en un mar inmenso impregnado de su
propia sangre.
Y… proliferarán
al sur del Río Bravo, y a lo largo de los ríos
Orinoco, Amazonas y Paraná los más sangrientos dictadores que la amnesia del
mundo y el encubrimiento de la “historia oficial” relegan al olvido: Stroessner
en Paraguay, Somoza en Nicaragua, Duvalier en Haití, Trujillo en República Dominicana, Batista en Cuba, Pinochet en
Chile, Videla en Argentina… y tantos otros…
Sin
embargo, nuevos vientos soplan por estas
latitudes, y ya las garras sangrientas de aquellas doctrinas no pueden
continuar con su obra, al menos con los mismos métodos…
“¡Que salga la vida al sol,
de donde tantos la aguardan,
y veréis cómo la vida
corre de sol empapada!”
Otros
serán los tiempos y otras las historias, y junto a éstos surgieron nuevos líderes americanos que
vendrán a completar la obra de Bolívar y San Martín, vendrán a implementar nuevas
políticas de distribución contra las de acumulación, de liberación contra las
de dependencia, de justicia social contra las de ajuste…
Todo es
cuestión de tiempo, porque los agoreros y adoradores de tiranos, los amantes de
“lo foráneo”, los encubridores desde los medios aún en manos del “Big Stick”, no
podrán doblegar la voluntad liberadora de los pueblos… Y por el Paraná, el Orinoco, el Amazonas, correrán otras aguas, y por más que hagan abuso de la palabra por TV, la Prensa y la
radios, no lograrán retroceder la historia.
“… ¡Ay del que separa niños,
porque a los hombres separa!
El sol sale cada día,
va tocando en cada casa,
da un golpe con su bastón,
y suelta una carcajada...”
porque a los hombres separa!
El sol sale cada día,
va tocando en cada casa,
da un golpe con su bastón,
y suelta una carcajada...”
En el orden particular de nuestro país no podrán aquellos
recitadores de catecismos errabundos, que como el “radical” Sanz, o el
“socialista” Binner, o los Tonelli, los Aranda,
los Bullrich… y tantos otros ¡tantos otros! (“toda la oposición junta no junta un balde de bosta”, según Lanata,
el “comunicador estrella”).
Traducido:
Lanata y Magnetto se desayunaron que aquellos políticos “no miden… les falta
capacidad”
No
podrán derogar las
conquistas logradas: jubilación para
todos, TV digital gratuita para todos, Fútbol gratuito para todos, YPF
recuperado, el nuevo Código Civil, la Ley de
Medios, la Asignación Universal por Hijo, y
por sobre todo el derecho a ver y escuchar libremente, a pensar y decidir sin
injerencias extranjeras, ni de los cipayos locales.
Puede faltar todavía mucho camino por recorrer, sí, pero… ¡nunca
hacia atrás, siempre hacia adelante! ¡Siempre adelante… adelante!
“…Ay de quien no tenga sangre,
porque de remar acaba,
y si acaba de remar,
da con su cuerpo en la playa,
un cuerpo seco y vacío,
un cuerpo roto y sin alma,
¡un cuerpo roto y sin alma! . . .”
porque de remar acaba,
y si acaba de remar,
da con su cuerpo en la playa,
un cuerpo seco y vacío,
un cuerpo roto y sin alma,
¡un cuerpo roto y sin alma! . . .”
Hasta la Próxima
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