miércoles, 30 de mayo de 2018


¿EL EJÉRCITO VUELVE  AL “CONTROL INTERNO”?



“No hay neoliberalismo sin traición
ni neoliberalismo sin represión”

                    
Uno de los primeros síntomas de  la declinación macrista se vivió con el   intentó de  aplicar el derogado 2 X 1 a  los militares condenados por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar,  tentativa que fracasó rotundamente tras la enorme manifestación popular  de las Madres de Plaza de Mayo, organizaciones sociales, políticas y sindicales que marcharon de urgencia a la Plaza de Mayo para repudiar el intento. Desde casi su asunción  se ejecutó el discurso del negacionismo sobre la cantidad de desaparecidos durante la Dictadura.
 Hoy reaparece La Hidra de Lerna,  la mitología figura griega    del  antiguo y despiadado monstruo acuático  con forma de serpiente, cuyo número de cabezas va desde tres, cinco, nueve y más…para colmo, éstas al ser cortadas se regeneraban velozmente.
Así es que ésta figura mitológica aparece reencarnada en las múltiples cabezas que muestra el sistema, desde el presidente, la falsa figura angelical de Vidal, los  principales ministros corrompidos, los medios hegemónicos y hasta legisladores opositores que traicionaron el voto popular recibido.
                          Reaparece así, ante la desesperación presidencial,  comunicado  de  manera solapada, un cambio de rol para  las FFAA, el  que viola  las leyes que reglamentan sus funciones específicas,  y que  se aparta  de lo establecido por las leyes, que le asignan la custodia de las fronteras del territorio nacional ante un ataque extranjero.
                         Así es como en  estos días vuelve a circular la noticia de que el gobierno nacional podría asignar efectivos militares a tareas de seguridad interna. --“Apoyo logístico” --lo llamó Mauricio Macri, en el acto oficial por el día del ejército--.       
                            Como el ajuste del gobierno, a instancias del FMI no cierra sin represión, esta medida indica más desesperación que fortaleza política.
                            Las leyes nacionales que actualmente rigen los temas de defensa, fuerzas armadas y seguridad interior son tres:
§  La Ley 23.554 de Defensa Nacional, que señala la “diferencia fundamental” entre las tareas de dicha defensa y la seguridad interior. En el mismo sentido, su Decreto reglamentario 727/06 limita la acción de las Fuerzas Armadas a casos de “agresión externa”.
§  La Ley 24.948 de Reestructuración de las FF.AA., de carácter organizativo, que ratifica que las misiones de seguridad interior se encuadran en la ley 24.059.
                       Desde ya, en lenguaje oficial en cuanto a seguridad interior no significa defensa contra las bandas del narcotráfico ni contra el supuesto terrorismo internacional, éstas son meras excusas utilizadas por el gobierno, para frenar la creciente protesta social  con el incremento de la represión lisa y llana.  
                    Pero aunque es obvio que vivimos en un  régimen democrático  éste es más que limitado, y día a día se acortan  las normas jurídicas hoy vigentes y se restringen los derechos constitucionales más elementales. La amenaza y el temor son utilizadas como elementos disuasivos de la protesta.
                   Esta restricción tiene que ver con el fuerte movimiento democrático y por los derechos humanos que se viene manifestando ante un  gobierno debilitado que intenta aplicar más mano dura.
                        Los asesinatos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel por fuerzas de Seguridad, el ninguneo del genocidio, el aliento al otorgamiento de prisión domiciliaria a represores, las   prerrogativas dada a los militares para nombrar docentes en sus institutos de formación,     la imposición de la doctrina Chocobar para habilitar el gatillo fácil policial,  el dictado del protocolo represivo que criminaliza la protesta social hasta  con multas, entre otras medidas antidemocráticas.  
                   Lo nuevo es que ahora, en forma inédita y de improvisto  Macri pretende involucrar a las  FFAA en acciones de represión interna,  en su discurso en el colegio militar de El Palomar señaló: “Necesitamos Fuerzas Armadas que se adapten a las amenazas del siglo XXI con innovación y que dediquen mayores esfuerzos en la colaboración con otras áreas del Estado, brindando apoyo logístico a las fuerzas de seguridad para cuidar a los argentinos frente a los desafíos actuales”.
                   Temerario y peligroso el ambiguo discurso, que por sus antecedentes no presagian nada bueno. ¿Qué es eso de apoyo logístico? ¿Acaso mandará militares a cuidar las fronteras para así poder volcar más gendarmes a los barrios?
                   Se hace más que urgente abrir debates al respecto, y cabe aclarar que  Macri no prepara estas medidas porque goce de fortaleza política, sino por el contrario   porque está muy debilitado y necesita dar nuevas señales al FMI y al establishment de que está dispuesto a controlar la situación como sea,
                   Lo cierto es que la inflación y los tarifazos alimentan cada vez más la bronca popular en las calles, la devaluación, la incesante carestía, la vuelta al FMI son rechazados por más del 80% de la población.
                    La imagen presidencial ha caído ya más de  diez puntos y va en incremento,   ya no se habla tan alegremente de Macri 2019, y su núcleo duro  busca otras alternativas a su nombre ya desprestigiado.   
                   Las divisiones y traiciones de la burocracia sindical, de la CGT, no atinan y retrasan una renovación que se hace urgente para enfrentar los momentos que se avecinan.
                   Las protestas sociales por paritarias sin techo y contra los despidos y cierres de fuentes de trabajo vuelven a ocupar las calles y las rutas. Y en ése   marco de crisis e incertidumbre  se debate el gobierno macrista, de allí que alienta y  prevé  recurrir a la  injerencia militar, aunque ésta sea ilegal.
                   La correlación de fuerzas en América Latina no es favorables a las fuerzas populares, como ocurre en Brasil, con Lula preso, y otros países, pero seguramente el gobierno macrista agitará el fantasma del “narcoterrorismo” como argumento para tratar de justificar estas nuevas medidas autoritarias. De todos modos, antes de hacer cualquier cambio tendrá que modificar el Decreto 727/06, y las leyes mencionadas anteriormente, que deberán pasar indefectiblemente por el Congreso.
                 De no ser así mal puede hablarse de un gobierno democrático.

                                                                       
                                                    Consejo de redacción
                                                Periódico Primera Página






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