Primera sede de la Agencia del Banco de la Nación Argentina en la zona del Abasto, Corrientes 3578. imagen extraída de la publicación Banco de la Nación Argentina
El Banco de la Nación Argentina, la primera sucursal bancaria en el
Abasto
A comienzos del siglo XX,
el Abasto era aún un caserío de perfil bajo, dominado por la gran estructura
industrial del Mercado de Abasto Proveedor, epicentro del acopio y distribución
de frutas, verduras y otros comestibles de la ciudad. En ese bullicioso cruce
de lenguas, oficios e historias migrantes, el dinamismo del comercio pronto
hizo sentir la necesidad de contar con instituciones financieras que
acompañaran el crecimiento económico del barrio.
Fue así como, hacia
fines de 1907, se inauguró la primera entidad bancaria en la zona: la
sucursal del Banco de la Nación Argentina. Su apertura fue importante en
la consolidación del Abasto como polo económico emergente. Poco después, en
1909, se sumaron el Banco Español del Río de la Plata Ltdo. y el Banco
Galicia y Buenos Aires, acompañando el dinamismo comercial de la zona.
segunda sede de la filial del Banco de la Nación Argentina en la esquina de Corrientes y Gallo. imagen extraída de la publicación Banco de la Nación Argentina
Durante la década de 1920
se instalaron nuevas entidades, entre ellas el Nuevo Banco Italiano, que
abrió sus puertas en 1925. En 1938 se sumó el Banco de la Provincia de
Buenos Aires, seguido en 1941 por el Banco Francés e Italiano para
América del Sur, ampliando así el abanico de servicios financieros en un
barrio en plena transformación urbana. A este proceso de diversificación se
incorporó, en 1963, la creación de la Cooperativa Dante Alighieri en
Corrientes 3300, antecedente directo de la actual filial del Banco Credicoop.
Tras la fusión de 44 cajas
de crédito en 1979, que dio origen a esta entidad cooperativa, la sucursal del
Abasto pasó a integrar a la nueva red bancaria de carácter mutualista que
crecía en el país (Revista El Abasto, nº 161, 2013; nº 260, 2022).
Un año más tarde, el 16 de
noviembre de 1964, el Banco de la Nación Argentina marcó otro momento singular:
la apertura de una dependencia dentro del propio edificio del Mercado de Abasto
Proveedor. Fue la primera –y
única–
institución financiera que funcionó en el interior de este coloso comercial.
A principios de 1972, la
sucursal Abasto se convirtió en protagonista de una innovación tecnológica
pionera: la implementación de un sistema especial de teleproceso a distancia
que, por primera vez, permitió a titulares de cuentas corrientes –junto con los de Casa Central y
Caballito– realizar
depósitos y extracciones desde sucursales situadas en Mar del Plata, Rosario y
Córdoba (Berensztein & Secco, 2016, p. 144).
Proyecto realizado en 1928 por el arquitecto r. Peralta Martínez.
Fachada sobre la calle Agüero. imagen extraída de la publicación
Banco de la Nación Argentina
Siguiendo con el recorrido
histórico de esta sucursal del Banco de la Nación Argentina, y tal como se
mencionó anteriormente, su presencia en el barrio se inició en 1907 con la
apertura de una filial que comenzó a funcionar en un edificio alquilado ubicado
en la avenida Corrientes 3578/82. Posteriormente, en 1909, la entidad se
trasladó a la esquina de Gallo y Corrientes, ocupando un inmueble
adquirido por el propio banco. Este edificio fue remodelado por el arquitecto
Salvador Mirate, quien adoptó una tipología arquitectónica habitual en aquel
momento: sucursal bancaria en planta baja y vivienda en el piso superior. El
salón de atención al público se orientaba hacia la calle Corrientes, mientras
que las oficinas contaban con un acceso independiente por la calle Gallo. La
obra fue ejecutada por el constructor Francisco Becchia y concluida en 1910.
Ante la creciente demanda,
en 1916 se alquiló la vivienda lindera en Gallo 439 para alojar la
sección de Caja de Ahorro. Finalmente, en 1923, el banco decidió adquirir un
terreno en la esquina de Corrientes y Agüero, con el objetivo de
construir una sede definitiva. El proyecto fue encomendado al arquitecto Jorge
R. B. Peralta Martínez, director en aquel momento de la Oficina de Arquitectura
del Banco de la Nación.
LA SUCURSAL EN LA ACTUALIDAD EN CORRIENTES Y AGUERO
La antigua sede ubicada en
la esquina de Gallo y Corrientes fue vendida en 1928 al Nuevo Banco Italiano.
Ese mismo año, el 27 de julio, se inauguró la nueva sucursal del Banco de la
Nación Argentina, que continúa funcionando hasta la actualidad.
Este edificio fue
construido con estructura de hormigón armado y cerramientos de mampostería,
destacando por su solidez y sobriedad. Las aberturas incorporaban carpintería
metálica y herrería artística, mientras que en el interior predominaban los
revestimientos de madera, cielorrasos ornamentados en yeso, muros revocados y
solados graníticos.
Su monumentalidad fue
expresada en el amplio basamento, la escalinata de acceso y el pórtico
adelantado sobre la ochava enfatizando su carácter institucional. De estilo
academicista, la composición se ve inesperadamente alterada por una serie de
formas cúbicas –una
suerte de dados decorativos–
insertas en la base de las columnas exteriores. Este gesto rompe con la rigidez
formal del conjunto, introduciendo un detalle singular.
Por aquellos años, uno de
los clientes más ilustres de la Agencia Nº 3 fue Carlos Gardel, el
“Morocho del Abasto”, cuya figura se entrelaza con la historia simbólica del
barrio y con la vida cotidiana de esta sucursal (Fundación Banco de la Nación
Argentina, 1983: p. 93).
A comienzos de la década
del 2000, esta sede bancaria atravesó una importante rehabilitación en la que
participó el arquitecto Rómulo Ravinale, que en 1972 se incorporó a la Oficina
de Arquitectura del Banco Nación, donde desarrolló una extensa trayectoria en
proyectos de sucursales en todo el país. En esta obra en el Abasto se desempeñó
como arquitecto auxiliar, ejerciendo la coordinación entre la empresa
contratista y la institución. “Mi función específica –recuerda– consistió en supervisar y
controlar el cumplimiento del Pliego de Licitación, coordinar las distintas
especialidades intervinientes, certificar mensualmente, evaluar economías y
demasías, emitir órdenes de servicio y definir materiales, desde el inicio
hasta la recepción definitiva por actas”.
Sobre el enfoque de la
intervención, el arquitecto Ravinale explica: “En esa época la política del
Banco era la re-funcionalización de sucursales del siglo XIX mediante la
incorporación de las nuevas tecnologías del momento –aire acondicionado, conductos
bajo piso, seguridad, electricidad y sanitarios– sin perder el carácter original del edificio como
patrimonio del Banco hacia el barrio. Es por esa política de defensa del
patrimonio que nunca se pensó en demoler el edificio”. Entre las discusiones
que marcaron el proyecto, recuerda especialmente “los cubos de las columnas del
frente, que después de mucho intercambio de opiniones se mantuvieron como
elementos significativos de este edificio”.
La obra, que demandó
alrededor de dos años, enfrentó también imprevistos técnicos: “La estructura
del piso del salón no ofrecía garantía de resistencia para el solado previsto
en el pliego, así que se resolvió ejecutar un solado granítico in situ con juntas
metálicas, de poco espesor y carga”. Y añade un testimonio ilustrativo de
aquellos años: “Tengo que aclarar que en mi época todavía se mantenía el
esquema bancario antiguo, como mostradores, cabinas de seguridad, etc.; no
estaba incorporada la computación, que después modificó sustancialmente la
organización y funcionalidad de las plantas operativas”.
En el entorno urbano del
Abasto, esta obra sigue manteniendo su presencia sólida y austera, como en un
diálogo –o duelo
de colosos– con el
antiguo Mercado Proveedor. Si bien de menor escala, la sede bancaria continúa
disputando centralidad simbólica en el entramado arquitectónico del barrio,
recordándonos que también la arquitectura financiera deja huellas en la memoria
de las comunidades.
Agradecemos la
entrevista realizada en julio de 2025 al arquitecto Rómulo Ravinale.
Nota: El presente texto se
inscribe en la investigación histórica realizada para el proyecto de mecenazgo Huellas
del Abasto. La construcción social de un paisaje urbano pasado y
presente, llevada adelante por el equipo de investigadoras de Espacios
Cotidianos –Carla
Brocato, Cecilia Policano, Ana Carolina Zunino, Eleonora Martínez Camadro y
Natalia Benedet– bajo la
dirección de la Dra. Arqta. Verónica Benedet.
Más información en:
https://espacioscotidianos.wordpress.com/proyecto-mecenazgo-2023/
Instagram: @espacios.cotidianos
Email: espacioscotidianos@gmail.com
Bibliografía:
• Berensztein, S., & Secco, L. R. (2016). Banco de la
Nación Argentina: Los primeros 125 años. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Banco
de la Nación Argentina.
• Fundación Banco de la Nación Argentina. (1983). Banco de
la Nación Argentina: Acción, presencia y testimonio en la construcción del
país. Buenos Aires: Fundación Banco de la Nación Argentina.
• Revista El Abasto. (2013, noviembre). Cooperando con los
números, (161).
• Revista El Abasto. (2022, febrero). Filial Dante
Alighieri del Banco Credicoop, (260).
Primera sede de la Agencia
del Banco de la Nación Argentina en la zona del Abasto, Corrientes 3578. Imagen extraída de la publicación Banco de la Nación
Argentina: Acción, presencia y testimonio en la construcción del país
(p. 83), por Fundación Banco de la Nación Argentina, 1983, Buenos Aires:
Fundación Banco de la Nación Argentina.
Segunda sede de la filial
del Banco de la Nación Argentina en la esquina de Corrientes y Gallo. Imagen
extraída de la publicación Banco de la Nación Argentina: Acción, presencia y
testimonio en la construcción del país (p. 84), por Fundación Banco de la
Nación Argentina, 1983, Buenos Aires: Fundación Banco de la Nación Argentina.
Proyecto realizado en 1928
por el arquitecto R. Peralta Martínez. Fachada sobre la calle Agüero. Imagen
extraída de la publicación Banco de la Nación Argentina: Acción, presencia y
testimonio en la construcción del país (p. 87), por Fundación Banco de la
Nación Argentina, 1983, Buenos Aires: Fundación Banco de la Nación Argentina.
Imagen del Banco de la
Nación Argentina sucursal Abasto en Corrientes y Agüero. Fotografía gentileza
Verónica Benedet realizada en junio 2022.