LOLA MORA EN EL PALACIO DEL CONGRESO
En el 145º aniversario del natalicio de la escultora
La controvertida y a la vez incomprendida artista, dejó su impronta en el barrio de Balvanera, en el mismo Congreso Nacional, en ocasión de su inauguración en el año 1906.
Eran cuatro grandes grupos escultóricos, instalados a ambos costados de las escalinatas de acceso sobre el frente de la Avenida Entre Ríos en el Palacio de las Leyes recién inaugurado. Había dos grupos del lado izquierdo, compuestos por las alegorías a “La Libertad y al Comercio” (o el Progreso): una mujer de pie, apretando en su mano derecha unos eslabones rotos y con la mano izquierda semi-levantada, sosteniendo la enseña patria.
Tiene el busto descubierto y sobre la cabeza un pequeño gorro frigio; los paños de la vestimenta, cubriendo el cuerpo desde la cintura, transparentaban las formas de la Libertad, alegoría que insinuaba un movimiento.
La otra pieza de ese grupo representaba “El Comercio” en la figura de un Mercurio en movimiento, levemente cubierto por una tela y adelante, “Dos leones” -parado el de la derecha y acostado el de la izquierda- formaban parte del grupo, con simbolismo desconocido.
El otro conjunto, a la derecha de la escalinata, estaba integrado por tres alegorías: la primera, masculina, representaba “El Trabajo”, en una clara alusión a la agricultura. En el centro una figura femenina, “La Paz”, insinuando un paso adelante con el pie derecho, con un seno al descubierto, acompañaba con el brazo derecho el movimiento de las piernas, sus formas destacadas por los pliegues de su vestimenta.
La última figura, “La Justicia”, tenía medio cuerpo al desnudo y de la cintura hacia abajo una larga túnica. Sostenía con la derecha la espada enhiesta de la justicia, con la izquierda la clásica balanza, y sobre su cabeza lucía una corona.
Durante todo 1905, la artista trabajó afanosamente en Italia y luego en un sector del Congreso, sobre la entrada de Rivadavia 1836, que le asignaran como taller y vivienda, para entregar a tiempo las alegorías que iban a decorar la entrada al futuro parlamento al año siguiente, cuando sería su inauguración.
Predominaba en su obra el desnudo estético, como lenguaje, despojado de todo contenido erótico, aunque el criterio tradicionalista de la época malinterpretó esas puras manifestaciones artísticas.
Las obras permanecieron allí cerca de una década, y dieron lugar a todo tipo de polémicas, hasta fueron tildadas de obscenas, incluso por dirigentes de partidos políticos llamados progresistas.
Sin embargo las críticas también escondían una sorda disputa entre el sector conservador gobernante entonces de signo “roquista” y sus detractores, que libraban un áspero debate acerca del alto costo de las obras del Palacio, amén de atribuirle a Lola Mora una relación amorosa con Roca.
Esta embestida contra la obra de Lola Mora era la continuación de la desatada con la inauguración de “La Fuente de las Nereidas”, que originalmente estaba destinada a adornar la Plaza de Mayo, el lugar desde donde se ejercía el poder político, pero que terminó desterrada a un sitio de extramuros, la Costanera Sur.
Hacia 1913 en el Congreso el embate fue liderado por el diputado radical Delfor Del Valle, que calificó a las esculturas de “adefesios que insultaban la memoria de los próceres que pretenden inmortalizar”. El propio líder socialista Alfredo Palacios, presentó documentación probatoria de habérsele abonado a la escultora 140 mil pesos entre 1906 y 1908.
Estas críticas se alineaban más bien detrás del escándalo sobre los manejos arbitrarios de fondos consumidos en la prolongada obra del palacio legislativo y en las peligrosas relaciones entre el poder y el arte.
A resultas de tan virulentas pasiones, las esculturas de Lola Mora fueron retiradas del lugar en 1915, y tras un período de estar guardadas en depósitos municipales, fueron trasladadas a la Provincia de Jujuy, donde sí fueron recibidas con beneplácito. Luego en 1927, la artista fue recompensada con su nombramiento como Directora de Parques de la Comuna de San Salvador de Jujuy.
Cuatro de las obras: La Paz, La Justicia, La Libertad y El Progreso, desagregadas, fueron ubicadas en diversos flancos de la Gobernación, bajo supervisión de la autora. La figura El Trabajo fue situada en otro sector de aquella ciudad y Los Leones en la plaza central del Barrio Ciudad de Nieva, el lugar primitivo de la fundación de Jujuy.
En los últimos tiempos se realizaron sin éxito gestiones para devolverlas a su sitio original de 1906, y reivindicar con ello la obra de la escultora, muchos años después de su desaparición.
¿QUIÉN FUE LOLA MORA?
Esencialmente fue escultora, pero además fue inventora y urbanista, y se dedicó también a la búsqueda de petróleo en la provincia de Salta.
Su origen es disputado por tucumanos y salteños; una versión sostiene que nació en Trancas, un pueblo al norte de Tucumán, en los límites con Salta.
Otra versión -aceptada hace poco tiempo en base a documentación encontrada- afirma que nació en una estancia en la localidad de El Tala, departamento de La Candelaria, en la provincia de Salta, el 17 de noviembre de 1866. Su fallecimiento ocurrió en la Ciudad de Buenos Aires, el 7 de junio de 1936.
Emigró a los 4 años a la provincia de Tucumán junto a sus padres, y desde sus veinte años estudia bellas artes con el pintor italiano Santiago Falcucci (1856-1922), quien comenzó a brindarle clases particulares. Becada por el gobierno argentino, continúa sus estudios en Roma, donde tiene como principal maestro a Giulio Monteverde.
Inicialmente estudió pintura con el maestro Francesco Paolo Michetti, y en esa tierra rebosante de arte y cultura, descubrió en la escultura su verdadera vocación; se hizo discípula de Constantino Barbella y del gran Giulio Monteverde antes mencionado.
A los cuarenta años de edad contrajo matrimonio, el 22 de junio de 1909, con un hombre 20 años menor que ella, Luis Hernández Otero, quien la abandonó cinco años más tarde.
A partir de allí comenzaron sus grandes éxitos artísticos. Instaló su atelier, conquistó concursos internacionales y realizó notables piezas para la nobleza peninsular. De regreso en el país inauguró importantes obras, conservando siempre su estilo escultórico neoclásico italiano que aprendió y del que fue uno de los máximos exponentes a principios del siglo XX.
Habituada como estaba a los contactos con personalidades y majestades, es visitada en 1906 por la reina Elena de Italia, quien quedó admirada por la representación del Comercio y por las otras obras destinadas al Palacio del Congreso, que había comenzado a esbozar en Roma.
Le ofrecen desde Filadelfia una importante suma de dinero por La Fuente de las Nereidas, pero Lola la rechaza porque la quiere en su país, donde apenas se le había pagado la materia prima y el trabajo de sus operarios.
Prepara el boceto de un monumento a la reina Victoria, concurso organizado en Melbourne, Australia (aún colonia británica). Gana el concurso, pero le imponen la condición de que se haga ciudadana inglesa si quiere esculpirlo. Lola Mora, fiel a su ciudadanía argentina, rechaza el premio.
El 21 de mayo de 1903 se descubre en el Paseo de Julio (actual Leandro Alem) "La Fuente de las Nereidas", escultura que es un símbolo femenino en medio del machismo porteño, con la cual se inaugura el desnudo artístico en la estatuaria porteña.
SUS OBRAS
- Fuente de las Nereidas, en Costanera Sur, Buenos Aires.
- Bajorrelieves de la Casa de la Independencia, San Miguel de Tucumán.
- El grupo escultórico del que sería el 2º Monumento Nacional a la Bandera Argentina, hoy parte del 3º y definitivo, erigido en la Ciudad de Rosario.
- Para el Congreso Nacional, reinstaladas en la Ciudad de Jujuy: estatuas de "La Justicia", "El Progreso", "La Paz" y "La Libertad" (emplazadas alrededor de la Casa de Gobierno provincial), "El Trabajo" (frente a la estación ferroviaria) y "Los Leones" (en el barrio Ciudad de Nieva).
- Monumento a Nicolás Avellaneda, Plaza Alsina, Avellaneda.
- Estatua de la Libertad, Plaza Independencia, San Miguel de Tucumán.
- Monumento a Juan Bautista Alberdi, Plaza Alberdi, San Miguel de Tucumán.
- Estatua del Dr. Facundo Zuviría (Jardines de Lola Mora, Parque San Martín, Ciudad de Salta).
- Algunas de las obras fundidas en bronce para el Monumento 20 de Febrero (Ciudad de Salta) se realizaron en París, bajo su supervisión artística.
- También existen otras obras de su autoría, en las provincias de: Tucumán, San Luis, San Juan, Córdoba, Mendoza, Corrientes, Buenos Aires.
EL OCASO
Lejos van quedando los tiempos de esplendor, del reconocimiento público, de lujos y del buen pasar. Deberá dejar de lado la actividad artística y tratar de llevar adelante diversos emprendimientos.
Proyecta un túnel subfluvial que comunicaría las inmediaciones de la Casa de Gobierno Nacional con el balneario Municipal y la avenida Costanera Sur. Diseña planos para el tránsito de tranvías y peatones, pero tales proyectos no se llevan a cabo.
Compra una casa en la calle Rincón 344, y al año siguiente se encuentra asociada con Domingo Ruggiano, embarcada en la proyección de películas al aire libre. Con notable inventiva, instalan el proyector detrás de una pantalla provista de elementos químicos fluorescentes que realzaban el brillo y contraste de la imagen, de modo que no fuera necesario oscurecer el ambiente. Este proyecto sienta las bases para el tubo del televisor, pero siguiendo su mala racha, también fracasa.
Investiga en Salta las tierras de la provincia con los conocimientos de minería que poseía en virtud de sus estudios como escultora. En busca de petróleo, invierte el resto de su fortuna en tierras para la exploración, convencida de que fluirá el oro negro de entre las rocas bituminosas del norte.
Participa como contratista en la obra del tendido de las vías del Ferrocarril Transandino del Norte, conocido mundialmente como el Tren de las Nubes. Desarrolla tareas como urbanista, realizando el trazado de calles en San Salvador de Jujuy.
No había sido fácil, en una sociedad de prepotencia varonil, imponerse con una temática avanzada para la época, con sus desnudos que terminarán por derrotarla; muchas veces fue obligada por las circunstancias y la incomprensión, a modificar bocetos antes de trasladarlos a la piedra.
Al fin de cuentas, su estilo distó mucho de ser “progresista”; se insertó más bien en la escuela romántica y conservadora de la época.
En la localidad de El Tala (Departamento La Candelaria, Salta) está su casa natal declarada "Monumento Histórico Nacional", y en el cementerio de dicho municipio, puede verse la primera lápida de que es autora, en memoria de Don Facundo Victoriano Zelarrayán, quien fuera el primer jefe de la estación ferroviaria de aquella localidad.
Finalmente, en homenaje a su obra y tras muchos años de ostracismo, el Congreso Nacional instituiría en 1998, por Ley 25003, el 17 de noviembre como “Día Nacional del Escultor y de las Artes Plásticas”.
Miguel Eugenio Germino
Agradezco la colaboración de Carlos A Espósito, Sub Director del Archivo de Publicaciones y Museo de la Cámara de Diputados de la Nación.
FUENTES:
--http://es.wikipedia.org/wiki/Lola_Mora
--http://www.eldiariodegualeguay.com.ar/?ID=10654
-- http://www.elbondi.com/noticiabreve.php?cobertura=1613
-- http://www.diversica.com/cultura/archivos/2006/06/lola-mora-en-italia.php
-- http://www.slideshare.net/adameva/lola-mora-sculptrice
-- http://lamordida.net/lola-mora-y-un-libro-del-2010/
-- http://www.foroxerbar.com/viewtopic.php?t=11910
-- http://www.temakel.com/oslolamora.htm
-- http://grupoloslanceros.blogspot.com/2008_05_01_archive.html
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