martes, 3 de diciembre de 2013

Fundación Hemocentro Buenos Aires



El acto altruista que salva vidas



Donar sangre salva muchas vidas. Sin embargo, entre nosotros todavía no hay una conciencia real sobre la importancia de dicho acto: la cantidad de donantes en Argentina es muy baja en relación a otros países. Afortunadamente, hay instituciones que intentan revertir esta situación.


La Fundación Hemocentro Buenos Aires –creada en 1998- es una organización moderna sin fines de lucro dedicada a la Medicina Transfusional, es decir, a todos aquellos procedimientos ligados a la donación de sangre: captación de donantes, recepción, extracción, preparación, estudios, almacenamiento y distribución de hemocomponentes (glóbulos rojos, plasma, plaquetas). La entidad –situada desde 2007 en Díaz Vélez 3973- cuenta con un equipamiento de última generación y un equipo profesional de excelencia. Hemocentro es el primer centro regional de Hemoterapia Nivel A de la ciudad, lo que implica los más altos estándares de calidad, seguridad y control. Se rige por la Ley de Sangre 22.990, sancionada en 2007, e integra el Plan Nacional de Sangre establecido por el Ministerio de Salud de la Nación. La fundación está asociada a través de convenios con un conjunto de clínicas y sanatorios, a los cuales les provee de hemocomponentes. Los donantes que concurren por año son alrededor de 30.000, una porción ínfima del stock que sería necesario.
Para ser donante se requiere ser mayor de 18 años, pesar 50 kg o más y tener buena salud. Donar es totalmente seguro, ya que se utiliza material descartable de un solo uso. Además, se puede donar a cualquier hora del día, no hace falta estar en ayunas y el cuerpo repone casi de inmediato la sangre donada. Hemocentro efectúa una rigurosa selección del donante, quien debe acudir a la fundación con documento de identidad y completar un exhaustivo cuestionario para chequear si está en condiciones de donar y si su sangre es segura. Luego un médico lo indaga, lo revisa, le mide la presión, la temperatura, el pulso y le realiza un hemograma.  Recién en ese momento, si todo está correcto, se autoriza la donación.
El objetivo prioritario de la fundación es promover y aumentar en gran proporción la donación voluntaria de sangre. Así lo explica el Director Médico de Hemocentro, Dr. Roberto Jorge Fernández: “Para que crezca el número de donantes, es necesario un cambio cultural que va a llevar tiempo. Se trata de que haya más donantes habituales, gente que esté dispuesta a donar una o dos veces por año y que no se tenga que pedir sangre a los pacientes. Hoy, todavía el grueso de nuestros donantes proviene de pedidos que se le hacen al paciente que se interna para operarse y requiere una transfusión. Esto hay que cambiarlo, estamos trabajando mucho en ese sentido. Nuestras campañas de difusión surten efecto, el cambio es lento. La cantidad de donantes habituales va creciendo pero de a poco”. Estas personas, que donan tres veces por año, son 150 a nivel mensual, conforman el Club de Donantes y gozan de un seguro de sangre por el cual se le provee de hemocomponentes a su grupo familiar en el caso de que lo necesite.
              A la sangre que se recoge se le realizan estudios muy estrictos. La ley exige hacer diez tipos de exámenes para la detección de Chagas, sífilis, brucelosis, hepatitis B y C, HIV y HTLV. Además de estas pruebas,  Hemocentro efectúa otras que tienen una sensibilidad mayor para detectar mucho más tempranamente algunas de estas enfermedades. “Estas pruebas se llaman de biología molecular. Se hacen en el mundo hace más de diez años, acá todavía no son obligatorias. Al hacer este tipo de estudios, le damos a la sangre un nivel de seguridad mucho más preciso. Hubo varios casos en los cuales las pruebas convencionales dieron negativas y sólo dieron positivas éstas. Es decir, si no se hubieran hecho, se hubieran trasmitido enfermedades al receptor. Debe haber un solo tipo de sangre, una sola calidad y no como sucede hoy, donde hay dos calidades de sangre: aquella que está estudiada con estos métodos y aquella que no”, señala con énfasis Fernández.
En la etapa de almacenamiento de la sangre se lleva a cabo un monitoreo continuo de la temperatura. La cadena de frío se mantiene durante la distribución. Para el transporte, Hemocentro cuenta con vehículos acondicionados con caja térmica.
La fundación también realiza colectas externas, o sea, se dirige al lugar que al donante le resulte más cómodo para hacer la extracción. Puede ser en una empresa, universidad, club, etc. De esta manera, cada vez más gente se va integrando al sistema de donación.
Fernández admite que los recursos económicos para desarrollar campañas de difusión son limitados: “No recibimos ningún subsidio estatal ni ayuda de las empresas, nos manejamos a recuperación de costos cobrando por los hemocomponentes que proveemos. La inflación hace que a veces nos encontremos en serias dificultades para que cierren las cuentas. Tenemos en total 51 empleados, todos remunerados”.

                                                             Laura Brosio  

Para obtener más información, ingresar a www.hemobaires.org.ar.






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