EL
GOLEM (EL GIGANTE DE ONCE QUE SALVA VIDAS)
El mito del Golem
que cuida a la comunidad judía del barrio de Once
Esta es una
historia que llegó hace muchos años, a principios del siglo XX, en un barco con
inmigrantes judíos que arribaron a estas tierras en busca del progreso
prometido. Según la mitología judía, el Golem
es un ser animado fabricado de barro proveniente del gueto de Praga. La
historia más popular adjudica la creación de este barro al rabino Judah Loew
Ben Bezalel. El cometido de este primer Golem fue el de defender a los judíos
de los ataques antisemitas y mantener la limpieza de la sinagoga. Cuando éste creció en tamaño más de lo que el rabino podía
controlar, comenzó a matar gente, por lo que
hubo que detenerlo. El mito dice, también, que no fue el único Golem que se
creó con este barro y que hay 13 desparramados por el mundo.
Uno de los barros
llegó al barrio porteño de Once, de la mano de un rabino que construyó un Golem
para cuidar a los inmigrantes que se habían radicado en ese barrio porteño. Este rabino tenía su casa frente a
la plaza Miserere.
Este mito toma
fuerza con varios testigos que dicen que vieron un personaje de casi 3 metros y
de algo parecido a barro salvando vidas de accidentes de tránsito, ladrones,
devolviendo objetos perdidos y orientando a los extraviados. Esto no llama la
atención ya que los inmigrantes suelen confiar en la presencia de “un
protector”.
El primer
testimonio data de 1903. Pero uno de los que tiene más fuerza ocurrió en
septiembre de 1930, durante el golpe de Uriburu, cuando la “Confitería El
Molino” sufrió varios destrozos. Se dice que se vio al Golem removiendo
escombros.
Aunque hoy no
cuida como antes, los creyentes del mito aseguran que son los gatos de la plaza
los encargados de mantenerlo al tanto de los hechos que puedan ocurrir en las
calles de Once.
Sobre su
ubicación hay tres mitos: el primero dice que antes de morir, el rabino lo
encerró en una habitación contigua al hospital en el que murió, en el barrio de
Caballito; la segunda, que tiene bases en una crónica rabínica de 1916 (“existe
una calleja que nadie puede ver, salvo desde un balcón al que nadie puede
llegar”), asegura que vive en un pasaje en el barrio porteño de Once; y una
tercera versión que asegura que duerme bajo la pileta del monumento central de
la Plaza Miserere.
Un Golem es, en el folclore medieval y la mitología
judía, un ser animado fabricado a partir de materia inanimada. En hebreo
moderno, la palabra “golem” significa “tonto” o incluso “estúpido”. El nombre parece derivar de la palabra gelem, que significa “materia en bruto”.
Scholem, en su obra "La Cábala y su simbolismo",
escribe que el Golem es una figura que cada treinta y tres años aparece en la
ventana de un cuarto sin acceso en el gueto de Praga. La palabra golem también
se usa en la Biblia (Salmos 139:16) y en la literatura talmúdica para referirse
a una sustancia embriónica o incompleta. Similarmente, los golems se usan
primordialmente en la actualidad en metáforas, bien como seres descerebrados o
como entidades al servicio del hombre bajo condiciones controladas pero
enemigos de éste en otras. De forma parecida, es un insulto coloquial en yidis,
sinónimo de patoso o retrasado.
Fuente: www.leyendas-urbanas.blogspot.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario