lunes, 22 de junio de 2020

VICENTIN Y SU HISTORIA NEGRA

La historia negra de Vicentin: 22 desaparecidos y beneficios durante dos
dictaduras




Por Juan Alonso | 22 de junio de 2020

Vicentín era una algodonera hasta que la dictadura de Onganía le cedió sin costo tierras fiscales en Santa Fe. Luego, la dictadura de Videla le regaló el Puerto de Ricardone, en el departamento de San Lorenzo. Y Domingo Cavallo, como funcionario de la dictadura, convirtió 2 millones de sus deudas privadas en deuda pública. Cambiemos continuó la zaga otorgándole préstamos impagables desde el Banco Nación. Además, durante la dictadura, en sus plantas desaparecieron 22 obreros: las fuerzas represivas actuaban en conjunto con el jefe de personal para secuestrarlos.

La empresa de las familias Nardellli y Padoán se fundó en 1929, justo en el marco de la fractura del sistema financiero global y el derrumbe de la Bolsa de Nueva York, que produjeron un cambio de lógica del sistema capitalista. Pero tomó impulso gracias manejos oscuros.

Vicentín creció como algodonera. Hasta que en plena dictadura de Juan Carlos Onganía (1966-1970) con Adalbert Krieger Vasena como ministro de Economía, el Estado Nacional controlado por un gobierno de facto le regaló -así como suena- tierras fiscales. Vicentín nunca pagó.

El que llevó a la práctica el regalo de tierras fiscales a los propietarios de Vicentín fue el gobernador de facto designado por Onganía en la provincia de Santa Fe, Eladio Vázquez, quien ocupó ese cargo hasta el 14 de julio de 1970. Durante el llamado «Rosariazo» -el levantamiento de sectores obreros ante la política de ajuste y desindustrialización- viajó y ordenó la represión del Ejército.

Las decisiones que tomó el interventor militar Vázquez, según expertos de Santa Fe y periodistas como el legislador Carlos Del Frade, ocasionaron las constantes sequías e inundaciones por el mal manejo de los afluentes y las aguas del Paraná. Por entonces, Vicentín vendía vacas y algodón.

El 24 de marzo de 1976, los propietarios de Vicentín se aliaron con los sectores de ultraderecha y la dictadura cívico-militar. En Vicentín desaparecieron 22 obreros, 14 de ellos eran delegados. El ex operario, Efrén Venturini,  recordó en un programa de investigación de Radio Nacional que «vino el jefe de personal con los milicos y me ‘levantaron’ (secuestraron) en el trabajo».

Tres años después, en 1979, el ex ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz le ragaló a Vicentín el Puerto de Ricardone en el departamento de San Lorenzo. Martínez de Hoz destruyó la Junta Nacional de Granos y extranjerizó la agroindustria con nexos financieros.

Una vez obtenida la entrajerización de los puertos de aguas profundas del Paraná -de valor estratégico nacional- los propietarios de Vicentín comenzaron a tomar deuda irresponsablemente. En 1982, Domingo Felipe Cavallo estatizó 2 millones de dólares de Vicentín. Otro regalo de la dictadura.

Vicentín siguió usando como propiedad privada todos los regalos que le hizo el Estado Nacional desde las dictaduras de Onganía y Videla. En 2001, la compañía fugó 135 millones de dólares que nunca pagó. ¿Quién respondió por su actitud delictiva? Una vez más el Estado (¿bobo?).

Fuente: Nuestras Voces




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