sábado, 26 de marzo de 2022

EL ODIO EN LA ESTACION ENTE RIOS DEL SUBTE E

EL FASCISMO A LA ORDEN DEL DÍA


El odio se pasea por la Estación Entre Ríos – Rodolfo Walsh
Hoy, 25 de marzo de 2022, la estación Entre Ríos – Rodolfo Walsh, de la Línea E del subte, apareció empapelada tildando de asesino a Rodolfo Walsh. Walsh fue baleado y secuestrado en la esquina de San Juan y Entre Ríos -en donde está el Banco Nación- el 25 de marzo de 1977, un día después de que se publicase la carta abierta de un escritor a la Junta Militar en la que se denunciaba el genocidio y la miseria planificada que estaba perpetrando la dictadura. 
Los insultos, las calamidades, las maledicencias y la perfidia son oportunistas por antonomasia, y en todos los casos, procuran que el golpe de efecto propagandístico sea efectivo, sume; desde el nazismo de Goebbels, ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del nazismo hasta esta parte, han actuado así: “miente, miente, que algo quedará”. 

En esta aciaga ocasión, los esbirros de la mentira organizada, los nostálgicos de la dictadura salieron a querer empañar una de las jornadas más masivas acontecida un 24 de marzo, el Día de la memoria por la verdad y la justicia. Y no es casual que en su afán de binarismo ciego hayan salido a mentir en el día de la verdad, hayan salido a calumniar y a manchar el nombre de uno de los intelectuales más importantes que haya tenido la Argentina, alguien que supo aunar la lucidez con el compromiso social, la rigurosidad periodística con la necesidad de información del pueblo, la exquisitez literaria con una temática que denunciase con una altura pocas veces lograda por otro/as tanto/as escritore/as en el mundo entero. 

La/os autores del crimen son integrantes de Unión Republicana, un apéndice virulento del Pro que responde directamente a Patricia Bullrich y, por ende, a Mauricio Macri. Su accionar es veloz, agresivo y actuando con inusitada impunidad en un espacio público que tiene que estar resguardado por la fuerza pública a cargo de la Ciudad de Bs. As. Los carteles tildando de asesino a Walsh, no solo intentan una reversión de la Teoría de los dos demonios (en las cuales se equipara a un/a luchador/a social o un/a militante con un Estado genocida), sino que directamente quieren instalar que los asesinos del pueblo argentino fueron los salvadores de la patria. 

En la Argentina se sabe la verdad, y esa verdad es acompañada por la inmensa mayoría de la población argentina, independientemente del sector político del que provenga, y estos grupos marginales deben ser condenados y llevados a la justicia como lo que son: una fuerza minoritaria que viola la ley y que está obnubilada por el odio, azuzada por alguna/os dirigentes de la derecha más recalcitrante que aspiran a cebar las frustraciones de un mundo post-covid y con una guerra en ciernes para llevar agua para el molino de un pasado de ignominia.

En ese camino tenebroso se inscriben los discursos que se apropian de las voluntades y de las palabras, el “libertario” Milei y su discurso totalitario opera como combustible para alguna/os desaforada/os que ven en el incremento de un espiral violento la razón de ser de su política, que, disfrazada de antipolítica, se erigen como auténticos agentes del terror, de la intolerancia y, a la vez, se han posicionado como una vanguardia esclarecida que apela al individualismo para inundar de reacción iracunda y rabiosa a las calles de una tierra en la que los Derechos Humanos y el ejercicio de la memoria es alabada por el mundo en su totalidad. Estos grupos son la versión sin filtro de Cambiemos y sus aliados que, disfrazados de demócratas, se sirven de esta “segunda marca” para poder decir lo indecible, para actuar al margen de la ley y constituirse en un resurgimiento de lo peor de aquellos tiempos. 

Ante estos hechos, el Comité de Derechos Humanos de la Comuna 3, las agrupaciones integrantes del Frente de Todxs y diversas organizaciones sociales y políticas de la Comuna, además de sindicatos y organismos de Derechos humanos, salieron a rechazar contundentemente este accionar vandálico y exigieron a las autoridades competentes que actúen con el rigor que amerita la situación, a la vez que exigen que se legisle en virtud de sancionar con rigor cualquier manifestación de negacionismo, ya sea verbal o con hechos como los descriptos. 

Esta barrabasada antidemocrática, no es más que un punto álgido en la serie de amenazas, atentados y vandalizaciones que vienen sufriendo los espacios políticos que mantienen la verdad y la justicia como un ariete contra una impunidad que ya no existe en el país, y que por más que quieran reflotarla apelando a la falsedad, saben que están condenados a tener que suscribir en los libros de historia la verdad que han sabido conquistar los organismos de Derechos Humanos y la sociedad argentina en su conjunto. Fueron 30000. Memoria, Verdad y Justicia.

Por Adrián Dubinsky 
COMUNA 3




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