29 DE JUNIO DE 1935
EL NACIMIENTO DE FORJA
“Somos una Argentina Colonial:
queremos ser una Argentina Libre”
de la Declaración Constitutiva de FORJA
En plena “Década Infame”, el 29 de junio de 1935, un grupo de radicales
disidentes fundaron la “Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina”
(FORJA). Con el golpe del 6 de septiembre de 1930 que derrocó al presidente
radical Hipólito Yrigoyen, José F. Uriburu y Agustín P. Justo inauguraron una
década de fraude y negociados. Cuando el Partido Radical decidió abandonar la
abstención electoral, el último bastión de resistencia para deslegitimar al
régimen, un grupo de radicales –entre los que se encontraban Arturo Jauretche,
Homero Manzi, Juan B. Fleitas, Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo y Raúl Scalabrini
Ortiz– decidieron apartarse del Partido Radical y formar FORJA, un movimiento
ideológico que intentó recuperar las ideas de Hipólito Yrigoyen y levantar las
banderas de la defensa de la soberanía nacional.
ANTECEDENTES
El 6 de septiembre de 1930, un golpe
de Estado militar dirigido por José Félix Uriburu derrocó al presidente
Hipólito Yrigoyen. Fue el primero de una larga serie de golpes e intervenciones
militares en el gobierno del país hasta 1983.
Desde que se sancionó la Ley del voto secreto en 1912, la Unión Cívica Radical,
creada en 1891, se había convertido en el partido político hegemónico,
gobernando ininterrumpidamente entre 1916 y 1930.
Producido el golpe militar que lo
derrocó, Yrigoyen fue detenido. Naturalmente el liderazgo de la Unión Cívica
Radical pasó a Marcelo T. de Alvear, quien había sido presidente de la Nación
entre 1922 y 1928. Se inició así un largo período que se extenderá hasta 1947,
en el que las ideas y el estilo más conservador que caracterizaba a Alvear,
explícitamente crítico de las ideas yrigoyenistas, conducirán hegemónicamente
la Unión Cívica Radical.
LA DÉCADA INFAME
En la historia argentina, el
período que va desde la caída de Yrigoyen al golpe de Estado de 1943 es
conocido como Década Infame.
El golpe militar contó con la
complicidad de importantes líderes radicales y la tolerancia de la mayor parte
de ellos.
El gobierno militar organizó un
sistema inspirado en el fascismo, que combinaba un Estado
represivo que comenzó a utilizar sistemáticamente la tortura y el espionaje
contra los opositores, con un mecanismo de fraude electoral generalizado. El general
Uriburu, abierto simpatizante del fascismo italiano y el falangismo
español, pensaba que el gobierno militar debía tener una corta duración y
preparar una etapa institucional en la que se dejara sin efecto la Ley Sáenz
Peña de voto secreto, y se reemplazara el Congreso con un organismo
representativo de las corporaciones. Por su parte,
el caudillo conservador de Buenos Aires, Manuel Fresco, sustento
importante del golpe y también público fascista, había creado su propia policía
militarizada y se exhibía imitando a Mussolini. Su acceso al poder se realizó
mediante una elección viciada de violencia en la que incluso fueron asesinados
varios opositores. El sistema resultante fue denominado por el propio gobierno
como "Fraude Patriótico”, y tenía como fin declarado evitar que la
Unión Cívica Radical volviera a triunfar en las elecciones presidenciales. Se
mantendría hasta 1943 cuando un nuevo golpe militar le puso fin.
DIRIGENTES DE FORJA EN LA ÉPOCA
Hasta 1930 el radicalismo
yrigoyenista ha expresado, mal o bien, una posición nacional frente a la
oligarquía liberal, gobernante desde Caseros hasta su advenimiento al gobierno.
La expresión “posición nacional” admite bastante latitud, pero
entendemos por tal una línea política que obliga a pensar y dirigir el
destino del país en vinculación directa con los intereses de las masas
populares, la afirmación de nuestra independencia política en el orden
internacional y la aspiración de una realización económica sin sujeción a intereses
imperiales dominantes. Esta posición no es una doctrina, sino el abecé, el
planteo elemental y mínimo que requiere la realización de una nacionalidad, es
decir, la afirmación de su ser. No supone ni una doctrina económica o social, de
carácter universalista, por más que no pueda ni deba prescindir de una visión
de conjunto en el mundo, ni tampoco una doctrina institucional, pues todas son
contingentes al momento histórico y sus condiciones. Esto no excluye la
posibilidad del desarrollo de una doctrina nacional o de una doctrina de
carácter general a condición de que ésta sea histórica, es decir, que nazca de
la naturaleza misma de la nación y se proponga fines acordes con la misma. Y
esta necesidad primaria era la que FORJA vino a satisfacer. Promover el
modo nacional de ver las cosas como punto de partida previo a toda doctrina
política para el país, precisamente lo inverso de lo que hacían los partidos de
doctrina.
A partir de 1945, disuelta FORJA, no tardaron en constituirse dos tendencias de aquel seno: unos ubican el Partido Radical en el
centro de sus preocupaciones; otros, nacionalistas, ante todo, desprecian los
escrúpulos democráticos, anhelan no tanto la
Argentina de Yrigoyen, como una nación purificada por un movimiento de masas…
Los primeros se quedarán en el interior del Partido
Radical (Del Mazo, Dellepiane) para participar
de otras tentativas de renovación; los otros, dirigidos por Jauretche, se
alejarán del partido de Alem, para integrase a las nuevas tendencias peronistas
que surgen.
FORJA, liberada del radicalismo,
acoge favorablemente el golpe de Estado de junio de 1943 y apoya la política
social del coronel Perón. El movimiento se disuelve el 15 de diciembre de 1945,
y la mayoría se integra a “la Revolución nacional en marcha”, es decir al
movimiento peronista.
Miguel Eugenio Germino
Fuentes:
-https://carasycaretas.org.ar/2020/06/29/forja-el-primer-movimiento-que-unio-a-radicales-y-peronistas/
-https://www.elhistoriador.com.ar/forja-nacimiento-y-disolucion/
-https://www.filosofia.org/bol/soc/bs026.htm
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