jueves, 30 de enero de 2025

EDITORIAL AL Nº 356 FEBRERO 2025

EDITORAL FEBRERO 2025




En el primer año de mandato de Milei, la crueldad avanza, se consolida el miedo y en la bravata caen zurdos, homosexuales, trans, jubilados y todo “bicho despreciable” para el monarca viajero, pero en medio de la fanfarria, el gobierno afronta diferentes frentes de tormenta en forma simultánea; por un lado, su pelea con la vice Villarruel, por otro, la eterna disputa con Macri por espacios de poder, y finalmente, su piedra en el zapato, los “kukas”, escollo insalvable a la hora de pretender aprobar un proyecto en el Congreso.

Como era de esperar, al asumir Trump la presidencia, el presidente argentino se alineó en forma inconsulta, como felpudo de los EE.UU., y avaló hasta el saludo nazi de Elon Musk, pese al desaire de Trump que dice no precisar nada de Latinoamérica, y sí éstos de los EE.UU. Craso error el de Trump, todos los pueblos necesitan unos de otros.

Mientras en estos lares: dejaron de subir estrepitosamente los precios, ¿bajó la inflación?, ¡¡¡ a qué costo!!!, ¿pero realmente bajó la inflación?, ¿acaso no cuentan los servicios, que continuaron aumentando?; como así también alquileres, transporte, servicios, medicamentos, etc., en una errada medición del INDEC.

Muchos millones de argentinos, más de la mitad, quedaron fuera del sistema, en una patria chiquita solo para unos pocos, se atenuó la inflación, sí, pero a costa de miles y miles de empleos perdidos, y de la licuación de salarios y jubilaciones, producto de la gestión devoradora inaugurada, de motosierra y licuadora, instaurando además, un clima confrontativo para eliminar de cuajo al adversario, convertido en enemigo, profiriendo amenazas y puteadas por los medios y redes, impropias de un presidente, lo que le valió decenas de presentaciones judiciales, en un mundo “al que le faltan varios tornillos, y que el tuerto es rey, en el país de los ciegos”.

Finalmente, se arriesgó a llamar a Sesiones Extraordinarias en el Congreso, sin acuerdo previo con nadie, ¡a puro guapo!, en un arriesgado acto que le puede salir mal; mientras tanto continúa viajando, con su rosario de insultos y gritos desencajados contra todos los que se opongan a su hasta ahora línea de gobierno (que no es de él, sino de los que estaban antes, parte de la casta: Sturzenegger, Caputo, el círculo rojo, los medios…).

Además de provocar una brutal recesión, ensaya una nueva: ¡llegó la censura!, y las primeras en probarla fueron Cecilia Roth y Ruth Hillar, la líder de la banda Canticuénticos.

A la escasa resistencia de la oposición, de los propios afectados y de los extraños indolentes, prima la desmovilización y el miedo, y en el medio surge la persecución, represión e invisibilización, una combinación tóxica que existe sin una reacción efectiva donde naufraga la esperanza.

Con el dólar pisado, el consumo deprimido, hasta ahora murieron 60 personas por falta de una atención médica en padecimientos graves y terminales, vuelven enfermedades que se creían superadas, como la tuberculosis (enfermedad de los pobres), la hepatitis, etc., con cierres de fábricas, Pymes y non tanto, mientras los salarios y jubilaciones arrastrados por el suelo.

La recesión es más que notoria, aparece el fantasma latente de una gran depresión como la mundial de 1929, vienen por más, siempre vienen por más, la jubilación privada, la paritaria cero. El gobierno intenta “colonizar la mente”, ¿podrá?, es dudoso que pueda lograrlo, porque la rebeldía del pueblo argentino no lo permitirá, a pesar del desclasamiento en que se encuentran parte de los sectores populares.

La batalla cultural, por el momento, la está ganando el gobierno y quienes lo pusieron en el poder. Pero en la esperanza está la clave del futuro, resistir… resistir… resistir…, ¡¡¡no aflojar!!!, pensando justamente en “la esperanza”, en un mañana de Libertad con mayúsculas, plena para todos los argentinos, a no dejarse colonizar la mente, nada de censura en ninguna de sus facetas, ni la más mínima (de aquellos que hablan de “libertad carajo”). Se debe acumular como en “la cajita de fósforos” de María Elena Walsh, pensando en esa esperanza que nunca se pierde.

 

Hasta la Próxima





No hay comentarios: