¡AFRICA, UNA GACELA QUE DESPIERTA!
Un nuevo golpe de Estado
puso de relieve el rechazo al colonialismo francés en el norte del continente africano, pleno de recursos naturales e historia, en
un conflicto con alto impacto geopolítico.
Hace unos meses en Níger se produjo un alzamiento, que
tomó medidas seriamente anticolonialistas, que apuntan a impedir que Francia
continúe llevándose el uranio y el oro. A la sublevación de Níger se
suma Burkina Faso, de Thomas Sankara, al renacimiento
panafricanista conocido como Alto Volta, durante la colonización francesa fue
explotado como un territorio agrícola para el beneficio de Francia. Sin
embargo, su independencia llegaría en 1960, para llegar a 1983
cuando Thomas Sankara, conocido como el “Che Guevara africano”, asumió
el poder tras un golpe militar, convirtiéndose en un ícono del panafricanismo.
Sankara impulsó políticas de autosuficiencia económica, rechazó la dependencia
del franco CFA y denunció la deuda externa como una forma de neocolonialismo.
Sin embargo, su mandato terminó abruptamente en 1987, cuando fue asesinado en
un golpe liderado por Blaise Compaoré, quien gobernó bajo un modelo más
favorable a occidente.
En 2022, el capitán Ibrahim Traoré llegó al
poder tras un golpe de Estado, prometiendo reivindicar el legado de Sankara.
Bajo su liderazgo, Burkina Faso ha expulsado a las tropas francesas, cerró acuerdos con Rusia para el suministro de armas y
asesoría militar, y se unió a la AES (Alianza de los Estados del Sahel y la
reconfiguración subregional), reforzando el
discurso panafricanista, promoviendo políticas que buscan la independencia
económica y militar del país.
Mali cerró
una base estadounidense de drones y, en su nueva Constitución, eliminó el
francés como lengua oficial. En un gesto histórico, Burkina Faso, Mali
y Níger ultimaron su plan para
formar una confederación, marcando oficialmente su alejamiento
del antiguo gobernante colonial –Francia– y su
acercamiento a vínculos más estrechos con Rusia.
Después de muchos años de inmovilismo, algo nuevo está
ocurriendo en el llamado continente negro.
Marta Romero
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