EL MONUMENTAL EDIFICIO: DEMOLIDO
DIARIO “EL MUNDO” DE
BUENOS AIRES
Fundado el 14 de mayo de
1928
Funcionaba desde el ostentoso edificio de la esquina de Río de
Janeiro al 200 y Bogotá (límite de Almagro con Caballito), lamentablemente
demolido en 1967, que era
un inmueble terminado en significativa cúpula, y
sobre ella dos atlantes de piedra sostenían una esfera terrestre de bronce. En
el lugar, una placa en la pared, lo recuerda.
EL DIARIO Y SUS PROTAGONISTAS
Fue apreciado por lo
importante que había sido este medio de comunicación social, a partir de ir
revalorizando a los protagonistas que por él transitaron.
Resultó que las famosas Aguafuertes Porteñas
de Roberto Arlt eran una columna semanal que durante años escribió en el
diario este “capo” de nuestra literatura (llevando a “El Mundo” a vender más de
medio millón de ejemplares los días en que él publicaba), editándose la última
“aguafuerte” un día después de su muerte el 26 de julio de 1942.
Mafalda
apareció en el diario El Mundo a partir de marzo de 1965. Esta fue la segunda
etapa de la tira, que comenzó en la revista Primera Plana. Mafalda dejó de
publicarse en El Mundo a finales de 1967 y pasó
al semanario Siete Días.
OTRA IMAGEN DEL EDIFICO
El diario tenía un lema que era una frase del filósofo
Gracián: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”. Y eso definía su
estilo de periodismo alternativo que lo diferenciaba de medios como La Prensa,
La Razón y La Nación, porque contaba con notas
cortas y títulos intencionados e incisivos, con presencia de un periodismo
fotográfico, también desde el principio se les daba un lugar importante a las
historietas. Otro aspecto que lo distinguía era su valor,
porque era más barato que los demás, con un
precio de cinco centavos. Para atraer a nuevos clientes realizaba un concurso semanal que otorgaba un premio de $ 1.000 y que
guardaba relación con los resultados de los partidos de fútbol del
torneo de Primera
División
del fútbol argentino.
SU CONTENIDO
Su portada contaba con
las noticias más importantes del país y
del panorama internacional, en tanto al dorso se ofrecía una página con
noticias de tipo social e historietas.
Otra de las características que coadyuvaron a la popularidad inmediata del
periódico fue su acomodado precio, ya que el ejemplar costaba la mitad que los demás. Otra gran empresa que abordó la
Editorial fue la puesta en marcha de la emisora radial "Radio El Mundo", inaugurada en el año
1935, ubicada en la calle Maipú 555, en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires.
La influencia que tuvo la política en los cambios del
diario El Mundo –que
fue un diario que merece ser recordado porque aportó a comprender la influencia
que tiene la política en la transformación de
los medios de comunicación–, se relacionan con los
cambios que hubo en la sociedad argentina durante el siglo XX.
Con apenas un año de existencia del diario, y cuando
comenzaba a consolidarse exitosamente su público lector, el 21 de junio de
1929, luego de haber cumplido la jornada habitual de trabajo en su despacho,
falleció Alberto Haynes (su director) producto de un síncope. Lo
sucedería en la empresa Henry Wesley Smith, esposo de una de sus hijas y
también británico, quien dirigirá el diario hasta la primera presidencia de
Perón, cuando la Editorial Haynes pasó a formar parte del consorcio
estatal Alea, que manejaba los medios de comunicación expropiados. Allí, El
Mundo, que primitivamente se caracterizaba por un perfil independiente, aunque
un sutil defensor de los intereses de las empresas británicas en Argentina,
pasa a ser un diario con ciertas secciones que derivaron en propaganda peronista.
Luego del golpe de Estado de 1955, el diario
continuó unos años bajo intervención estatal hasta que se privatizó en manos de
un grupo empresario compuesto por los dueños de Radio Rivadavia, Minera Aluminé
y Banco Buenos Aires. Desde allí hasta el final hubo varios cambios de director
y de entrada y salida de dueños de la editorial, hasta que por un desfalco
financiero que vació la empresa terminó yendo a la quiebra. La fecha de la
última edición del diario fue el 22 de diciembre de 1967.
LOS
CAMBIOS POLITICOS
Los cambios que tuvo El Mundo están ligados también
a los cambios que tuvo la historia argentina. Fue un diario por el que pasaron
grandes escritores y periodistas como Roberto Arlt, Bernardo Neustadt,
Jacobo Timerman, en el que se publicó Tía Vicenta y Mafalda,
su relación contradictoria con el peronismo,
luego su vínculo con organizaciones afines al Partido Comunista y después con el Partido Revolucionario de los
Trabajadores, que compraron la marca y lo reeditaron en los años ’73 al ’74,
hasta su clausura. Esta época no tiene continuidad con la historia del
original, ya que no era impreso en el mismo sitio, ni eran los mismos empleados
los que trabajaban, tanto en la redacción como
en los talleres, con una línea editorial de izquierda.
También existió un El Mundo vespertino, que fue
un ensayo de la Editorial Haynes en 1967, pero no tuvo éxito. Ya anteriormente
la empresa había lanzado un vespertino con el nombre de El Siglo, con
idénticos resultados comerciales.
En sus últimos años el diario era bastante
equilibrado, y vale mencionar que fue uno de los pocos que se opuso al golpe
militar que derrocó a Illia, como sí lo hicieron abiertamente los demás medios.
Tal como lo demuestra la anécdota de Mafalda que se publicó un día después del
golpe de Onganía, en la que el personaje con cara triste decía: “Entonces, eso
que me enseñaron en la escuela...”. Luego sufriría Landrú la censura al
ser prohibida la revista que él dirigía, “Tía Vicenta” (que era un suplememto
del diario), cuando apareció un dibujo humorístico que hacía referencia a los
bigotes del presidente de facto. Landrú además hacía el chiste de tapa del
diario, generalmente sobre hechos políticos, como muchos años después lo
hiciera Página 12 con Rudy y Daniel Paz.
Otros nombres que pasaron por las filas de El Mundo
fueron: Horacio Rega Molina, Alejandro Sux, Pedro Juan Vignale, Alberto Casal
Castel, Roberto Ledesma, Octavio Rivas Rooney, Ramón Gómez de la Serna, Alberto
Insúa, Ortegal, Mario B. Quirós, Nicolás Olivari, Conrado Nalé Roxlo, Enrique
González Tuñón, Bernardo Neustadt, Jacobo Timerman, Valentina Dardo Cúneo,
Emilio Karstulovic, Calki, Amado Villar, Oski, Octavio Palazzolo, Miguel de
Amalibia, Moisés Schebor Jacoby, Jorge Gótling, Horacio de Dios, Jorge Koremblit,
Enrique Silberstein, y tantos más.
En esta empresa llegaron a trabajar cerca de tres mil
empleados, con un criterio organizativo claramente de otras épocas.
EL
DERRUMBE DE UN GIGANTE
Durante décadas la barriada vibró al ritmo del
movimiento del diario El Mundo, del que hoy prácticamente no quedan vestigios.
Nuestro olvido y desaprensión permitieron que el tradicional edificio de El
Mundo fuera demolido. ¿Por qué fue necesario arrasar con semejante edificio, que
fue un baldío durante veinte años? ¿Por qué no quedó ni un mueble como
testimonio de las personas que protagonizaron esta historia? ¿Qué fue realmente
del archivo del El Mundo? Han pasado treinta años y no podemos responder a estas
preguntas con certeza. En el momento de apogeo del diario, los trabajadores
bromeaban y decían “guarda el día que estos tipos dejen de sostener la bola”,
por los talantes de piedra que sostenían un mundo de cobre en la cima de la
cúpula del edificio. Y desgraciadamente, tenían razón. Los tiempos han cambiado
y dejan poco espacio para el recuerdo y la valoración de quienes marcaron un
camino que hoy queremos rescatar con esta breve reseña, y que rinda el homenaje
merecido a lo que fue y seguirá siendo “El Mundo” para nuestra vida periodística
cultural.
Miguel Eugenio Germino
Fuentes:
-Hesz, Enrique G., Caballito,
historia del barrio, Marymar, 1988.
-Matallana, Andrea, Todo
es Historia, nº 464, marzo 2006.
-http://voluntarios.parquecentenario.blogspot.com/2007/01/lahistoria
-http://www.
hcdn.gov.ar/dependencias/cceinformatica/correo%20…
-http://www.turismo530.com.noticia_ampliada.php?id=…
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