LA ORGANIZACIÓN
GREMIAL EN EL MERCADO DE ABASTO
En el Mercado de Abasto de Buenos Aires –como en la mayoría de los grandes mercados
mayoristas de la época– la organización gremial del personal era exigua, no revestía una importancia
decisiva, ya que los puesteros se complementaban con la colaboración de sus grupos
familiares en la mayoría de los casos; y quienes no eran
familias se manejaban de manera informal, eran
comunes los arreglos non sanctos con algunos funcionarios –tanto ministeriales como policiales–, en perjuicio de los trabajadores.
Sin embargo, eran poco
comunes los encuentros y desencuentros entre puesteros y trabajadores, sólo se vislumbraban
algunas tensiones que surgían ante la presencia de la autoridad pública.
Al acompañar las
demandas de los hombres y mujeres de los mercados,
es posible registrar experiencias laborales –con sus
jerarquías, características y dinámicas– y algunas
de las nociones sobre lo justo y los derechos que quienes las ejercían
empleaban o recreaban ante las intervenciones municipales.
Las mujeres que se
organizaban gremialmente lo hacían de manera heterogénea, con mayor presencia
en la venta de frutas, hortalizas y pan, y en actividades como torradoras
(venta de frutos secos) y quincalleras. Aunque oficialmente excluidas de
algunas corporaciones gremiales, las mujeres tenían un papel importante en el
funcionamiento de los mercados urbanos, destacándose por su impacto económico y
su rol en la distribución de alimentos.
Era más común la agremiación de los puesteros que se organizaban de forma diversa, dependiendo del tipo de actividad comercial. Algunos vendedores, como los frutilleros y verduleros, se asociaban en cooperativas para tener más poder de negociación con los distribuidores y, a su vez, con los consumidores. También existían asociaciones de comerciantes que buscaban defender sus intereses y mejorar las condiciones de trabajo dentro del mercado.
TRABAJADORES EN EL MERCADO
En los feriantes la
organización era descentralizada y a menudo caótica, con puestos, cuartos,
casillas y tiendas distribuidos de manera irregular. Se distinguían entre
comercios mayoristas y minoristas, y se organizaban en diferentes plantas del
edificio. La higiene era un factor clave, con armazones de hierro
enchapados en acero para la limpieza y sistemas de ventilación para renovar el
aire.
Por lo regular los
feriantes del Mercado de Abasto de Buenos Aires eran grupos familiares, en los que trabajaban padres, hermanos e hijos, y
ocasionalmente se contrataban empleados, por lo que no había una organización
gremial que representara a los trabajadores, y en menor medida a las mujeres,
que tenían un rol secundario, fundamentalmente
ligado a la familia por lo que no había gremios organizados que las
representaran.
Grupos de vendedores que
se unían para comprar y vender productos en conjunto, buscando mejores precios
y condiciones de negociación.
A pesar de que no era
tan común en el mercado, algunos sectores de trabajadores, como los cargadores
y empleados de la administración, formaban o adherían a sindicatos para
defender sus intereses laborales. Podían tener asociaciones o cooperativas
para mejorar las condiciones de almacenamiento y transporte, buscando la
frescura y la calidad del producto.
Los trabajadores se organizaban en sindicatos para defender sus
derechos.
La organización gremial de
puesteros en el Mercado de Abasto tenía un impacto importante en la vida diaria
del mercado. Ayudaba a los vendedores a tener más poder de negociación, a
mejorar las condiciones de trabajo y a proteger sus intereses.
Era frecuente que la
mayoría de los trabajadores y trabajadoras de estos
grandes mercados, se desempeñaran en forma
informal, conocida como “trabajo en negro”, que además era muy común en muchísimos trabajadores
del comercio a nivel general, época en que los principales gremios eran
industriales, ferroviarios, bancarios, gráficos, etc.
A principios del siglo
XX en Buenos Aires, se destacaron varias agrupaciones importantes, como la Federación
Obrera Regional Argentina (FORA), la Unión Sindical Argentina (USA)
y la Confederación Obrera Argentina (COA). Estos gremios
representaban diversas corrientes ideológicas, como el anarquismo, el
socialismo y el comunismo, y jugaron un papel crucial en la organización y
lucha de los trabajadores en esa época, produciéndose sangrientos
enfrentamientos, como los de la “Semana trágica”.
Miguel Eugenio Germino
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