martes, 8 de marzo de 2011

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER


8 de marzo --DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

En este día reivindicamos el derecho de las mujeres a la Igualdad de Trato y Oportunidades y a la erradicación de todas las formas de discriminación y violencia de género ya que es un flagelo que ha ido adquiriendo características alarmantes.

La ley 26485 “Ley de protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que desarrollan sus relaciones interpersonales”, define los principios y derechos exigibles para el desarrollo de políticas públicas para combatir y suprimir la violencia contra las mujeres en todos los ámbitos y si bien ha significado un logro muy positivo se deberá avanzar en la creación de normas sancionatorias y nuevas tipificaciones penales.

Para la efectiva implementación de la misma es necesario crear políticas públicas activas y sostenidas en el tiempo; es imprescindible una gran difusión de la problemática que promueva un fuerte involucramiento del conjunto de la sociedad, no solo para evitar la naturalización de la misma y para que sean visibilizados como hechos aberrantes, sino también para consolidar el compromiso de los distintos actores sociales e institucionales en su erradicación. El silencio frente a este tema no es desinterés, es una forma de validar y aceptar lo inaceptable.

La toma de conciencia de este fenómeno debe impulsarse en todos los niveles de actuación, desde los familiares y vecinos más cercanos que generalmente son conocedores de la situación pero optan por no intervenir, quizás porque siguen considerando que son asuntos privados, hasta el cuestionamiento a la complicidad pseudo legalista de las prácticas policiales y judiciales.

Entre todas las formas de violencia, por la excepcional gravedad que reviste, el femicidio amerita algunas consideraciones especiales:

Del 1 de enero 2010 al 31 diciembre 2010 se registraron 260 femicidios,

En este conteo han sido omitidos los casos de mujeres que ingresaron a los hospitales con lesiones que resultaron fatales y cuya causa de muerte fue registrada como paro cardiorrespiratorio, mujeres fallecidas por abortos clandestinos y aquellas que se suicidaron víctimas de violencia sexista

En el año en análisis se registró un aumento del 12.5 con respecto al año 2009 [1]que se produjeron 231 y en 2008 fueron 207.

Estas cifras demuestran una tendencia al incremento de los femicidios, y en los últimos tiempos la sociedad asiste atónita a una nueva modalidad, prenderles fuego a las víctimas, que ya se ha cobrado siete víctimas, algunas de ellas fallecieron, en lo que va del año 2011.

Es probable que esta forma de femicidio tenga antecedentes no registrados pero frente a la opinión pública la muerte de una joven incinerada por su esposo, conocido en el ambiente de la música, adquirió gran notoriedad quizás por la metodología o tal vez por los personajes implicados.

A partir de ese momento se produjeron nuevos femicidios con la misma modalidad sin que sea posible determinar a ciencia cierta si se produjo un “efecto contagio” - en parte promovido por la cobertura periodística que actuó muchas veces con enfoques cuestionables – o los femicidas visualizaron una alternativa más sencilla y para la que es más difícil reunir elementos probatorios.

Desde febrero del 2010 a febrero 2011 - 26 mujeres terminaron en llamas y 13 murieron. [2] En nuestro país cada 36 horas muere una mujer por violencia de género[3]

Frente a estos hechos aberrantes es preciso manifestar el más profundo repudio y solicitar que en el menor tiempo posible se implemente una efectiva política respecto a la violencia de género y en prevención del femicidio, asistiendo a las mujeres con la creación de nuevos hogares de acogimiento, donde puedan albergarse junto con sus hijos, así como el otorgamiento de subsidios económicos.

Sin desmedro de lo dicho es fundamental la incorporación en el código penal de la figura de femicidio, como una figura penal autónoma, ya que los recursos legales actuales han demostrado ser insuficientes frente al alarmante crecimiento de la violencia de género y la nueva modalidad con que se han ido implementando. Asimismo es necesaria la creación de un nuevo protocolo de actuación que indique a las fuerzas de seguridad en tiempo y forma el procedimiento para recabar la evidencia ya que la tardanza en efectuar los procedimientos permite modificar el lugar del hecho y deshacerse de los elementos incriminatorios.

El derecho a la vida y a una vida libre de violencias son derechos humanos, para su ejercicio y goce las mujeres y los hombres deben repudiar estos hechos partiendo de la aceptación que lo personal es político y que la exigencia por más eficaces medidas institucionales y políticas de prevención y sanción lejos de ser una cuestión de mujeres se ha convertido en un imperativo ético para toda la sociedad.

Ana María García

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