lunes, 31 de octubre de 2022

LA CALLE CORRIENTES TAMBIÉN CORRE POR BALVANERA Y ALMAGRO


                                ESQUINA Y EDIFICIO DE CORRIENTES Y PUERREDON


LA CALLE CORRIENTES TAMBIÉN CORRE POR BALVANERA Y ALMAGRO


Leopoldo Marechal, el escritor que vivió muchos años en la calle Rivadavia entre Azcuénaga y Pasteur, le dedica todo un libro a “la calle Corrientes” apenas un sendero de tierra, que tras la Segunda Fundación de Buenos Aires por Juan de Garay, corría entre pitas y tunales, rumbo a las chacras del oeste–, la califica como un destino de “Cenicienta del arrabal”, situación que durará por cerca de dos siglos.

Hasta casi el siglo XVIII, ni siquiera tuvo nombre, recién hacia 1768 con la fundación del templo San Nicolás de Bari, comienza a conocérsela como la calle que pasa por el costado de San Nicolás, a la altura de la hoy Av. 9 de Julio.


                                              EL CINE CATALUÑA LUEGO COSMOS 70

Hasta 1583, aparece como la cuarta hacia el norte de la Plaza Mayor, polvorienta en verano, barrosa en invierno, un sitio propenso para las pendencias, que ya existían entonces.

Nacida en las toscas del río, plagado de lavanderas mulatas, trepaba por la barranca para internarse con timidez hacia el oeste descampado, que comenzaba a ensancharse con el paso de caballos y carruajes.


                                             EL ABASTO EN CORRIENTES Y AGUERO

 Con las Invasiones Inglesas, en 1806/07 se la bautiza como Inchaurregui, en homenaje al regidor de destacada actuación en las mismas. En 1827, en el gobierno de Rivadavia, se la incluye entre una de las avenidas de 30 varas de ancho, aunque continuaba olvidada; recién después de Caseros, se convierte en calle cosmopolita, serpenteando entre chacras, de durazneros, higueras y limoneros.

Hacia el Bajo, nace hacia 1889, el edificio del Palacio de Correos y en 1931 el Luna Park. Tras trepar por la barranca, aparecen los edificios, teatros, cafés y restaurantes que le cambiarán su cara, desde el año 1872 cuando se funda el teatro “La Opera” entre Esmeralda y Suipacha, le siguen El Odeón, el Empire, El Nacional, cines, y más tarde el Teatro del Pueblo fundado por Barleta en 1930, y con justicia se convierte en “la calle que nunca duerme”.

Adquirirá características ciudadanas, al arribar “el tango” desde los arrabales, que la tendrá muy presente en los versos de Celedonio Flores: “Corrientes y Esmeralda” y “Tristezas de la calle Corrientes” de Homero Expósito.

Operará el ensanche entre 1930 y 1936 y brotará el Obelisco en aquel año, cuando “un juego de calles se da en diagonal”.

Cruzando Callao se introduce en Balvanera, y nuevamente, cafés, teatros, cines, la Confitería La Ópera, la panadería Antigua Sonámbula, el simple edificio que luce en su frontispicio en argamasa un barquito con sus pasajeros, y desemboca la curva del primer tren a La Floresta, el antiguo Cine Cataluña, hoy Cosmos 70.

Frente a éste existió el Cine Radio City, después Teatro Corrientes, y en la esquina NE con Ayacucho, el Café Cantábrico, para entrar en la Corrientes mayorista, de múltiples comercios, donde se mezclaron y disputan espacios, colectividades judías, coreanas y chinas, con las nacionales.

En Corrientes 2548/60 se levanta uno de los edificios de Virginio Colombo, representando al art nouveau, y en la esquina con Pueyrredón el pintoresco edificio de los arquitectos Dunant y Mallet, con su frondosa cúpula en la terraza. Y los desaparecidos cafés La Moneda y El Paulista.


                                       EL NORMAL 7 EN CORRIENTES Y GASCON

En el año 1857, ocupando gran parte de la manzana, por entonces Centroamérica (hoy Pueyrredón) se levantaban las instalaciones de los talleres del FCO. Hacia fines del siglo XX, el Bar León y el Almacén Suizo.

En Corrientes y Bermejo (hoy Jean Jaurés), esquina SO, se instaló en 1871 el depósito de cadáveres, para ser transportados al primer cementerio de la Chacarita del hoy Parque Los Andes. Años más tarde, en el mismo lugar, funcionó el Circo Anselmi.

Por el año 1934, a la altura del 3160 funcionó el Teatro Soleil frecuentado por la colectividad judía, también cine, con un bar contiguo.

En la cuadra siguiente, entre Anchorena y Agüero, se levantó el monumental Mercado del Abasto con sus dos históricos edificios, de 1890 y 1936, hoy convertido en shopping, y frente a aquel, en el nº 3224, el Cine Teatro Excelsior, al que asistían los puesteros del mercado y a su lado el Abasto Bar con sus concurridos billares.

Ya entrando en Almagro, en su esquina SO con Medrano se levantaron los talleres del Tranvía Lacroze, también punto de partida del Tranvía Rural, hacia Villa Urquiza y San Martín, y frente a ellos en la esquina SE, el “Café de los Loros”, que tomo aquel nombre por el color del uniforme (verde) que usaban entonces los guardas y conductores, hoy una sucursal de la confitería Imperio.

Hacia la calle Gascón, en el nº 4261 de Corrientes, se levanta el Normal 7, una de las escuelas más importantes del barrio, con más de 110 años de vida, y en Corrientes 4433 se levanta el Templo de Jesús Sacramentado, que ocupó luctuosas noticias durante la Semana Trágica de 1919, y su anexo educativo.

 

Miguel Eugenio Germino

 

Fuentes:

-Bossio, Jorge A., Calles de Buenos Aires, Plus Ultra, 1995.

-Buenos Aires nos cuenta nº 7 de marzo de 1986 y nº 8 de abril de 1988.

-Cutolo, Vicente O., Bs. As. historia de sus calles y nombres, tomo2, Elche, 1994.

-Marechal, Leopoldo, Historia de la calle Corrientes, Paidós, 1967.

-Primera Página nº 57, octubre de 1998.

-Werckenthien, Cristian G., “El transporte en Bs. As. 1870-1880”, Amigos del tranvía, 1930.




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