PRESENCIALIDAD EN LOS
CONSULTIVOS - LEY 1.777
Los integrantes de las Asambleas del Consejo Consultivo de nuestra
comuna desde su creación buscaron generar espacios abiertos de discusión, foros
y toda otra forma de participación directa para debatir y elaborar propuestas
sobre acciones y distintas políticas públicas. Desde un principio fueron muy
participativos y se debatía profundamente sobre las diferentes propuestas. Cada
asamblea se alternaba entre Almagro y Boedo. Varias escuelas de ambos barrios
nos albergaron, pero también la Plaza Almagro ha sido sede de algunas asambleas
en las que participé. Siempre me pareció que el estar presentes, hablar,
discutir, defender nuestras opiniones delante de mis vecines era una
posibilidad que enriquecía la experiencia; a veces las discusiones son más
duras también. La pandemia impidió que se continuara con esta práctica, y hoy
lo virtual ha provocado una experiencia en la que todo parece ser ajeno y
lejano, lo que provocó la necesidad
de volver a los orígenes.
En el último consultivo se originó un encendido
debate relacionado con la presencialidad en las reuniones mensuales del mismo,
que finalmente no pudo votarse, ya que el
tiempo se agotó con un tema que no era esencialmente de la comuna. Sin embargo, en chats entre distintos miembros vimos la
necesidad de reclamar ante la misma comuna su intervención para zanjar
en la disputa, ya que lo peor de la pandemia ya pasó y no existe
justificación en mantener reuniones a distancia, lo que produce un debate
entrecortado en el que muchos se anotan y luego participan a medias, lo que
deja una falta de enriquecimiento del mismo. Es de esperar que los siete
comuneros votados por los vecinos de la comuna den su opinión.
Las imágenes que acompañan esta nota muestran lo que hoy se ha transformado
en un recuerdo; espero que próximamente volvamos a tomar contacto y que podamos
relacionarnos otra vez con nuestros vecinos y vecinas.
Mónica Hasenberg
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