jueves, 6 de enero de 2011

EDITORIAL


EDITORIAL (Al nº 192 Ene. /Feb. 2011)

“El que no conoce la verdad es simplemente un ignorante.

Pero el que la conoce y la llama mentira, ¡ese es un criminal!...”

Bertolt Brecht

Un fantasma recorre Europa, es el fantasma de la discriminación y la xenofobia. ¿Se olvidaron los italianos y españoles, que estas playas del Plata cobijaron a los perseguidos de las guerras y la miseria, cien años atrás?

Un fantasma recorre a su vez la Argentina del siglo XXI, acechando y aguzando los instintos más egoístas de la discriminación y la xenofobia contra los hermanos latinoamericanos, también corridos de sus países por la miseria. Serán culpados éstos de robos, violencia y tráfico de drogas, factibles de la aplicación de leyes fascistas como la 4144 a principios del siglo XX.

Pero ¿qué es la xenofobia? Proviene del latín xeno = a extranjero, y fobia = miedo, temor, que va desde el simple rechazo de aquel, hasta llegar a la amenaza, la agresión y el asesinato.

En nombre de la xenofobia y del racismo se cometieron no sólo crímenes, sino siniestras masacres, exterminios y genocidios que tiñeron de sangre la historia.

Vale mencionar algunos de los más atroces, como muestra elocuente de muchísimos más:

1492 – Exterminio de los pueblos originarios de América, por el conquistador español.

1572 – Noche de San Bartolomé, de protestantes por cristianos.

1915 – Genocidio Armenio por el imperio otomano.

1940 – Holocausto judío en manos del nazismo.

1945 – Explosión de las bombas atómicas norteamericanas sobre Hiroshima y Nagasaki.

1976 – Inicio de la desaparición de 30 mil personas, por la dictadura argentina.

1982 – Matanza de Sabra y Chatila.

¿Se olvidó el Papa Gregorio I, en el siglo IV, cuando la Iglesia alumbró los siete pecados capitales, de incluir la xenofobia y el racismo?

Los tristes sucesos del mal llamado Parque Indoamericano y La Canchita del Club Albariño, marcaron un momento álgido en la tensión social, y el grave problema de la vivienda desnudó este fantasma del racismo y la xenofobia. Se abrió una batalla desenfrenada entre pobres y otros más pobres aun, utilizando “barras bravas”, por parte de inescrupulosos punteros políticos.

El problema de la vivienda no es nuevo en el país, sólo en la Ciudad de Buenos Aires 200 mil personas viven en villas y más de 500 mil en hacinamiento familiar y en viviendas obsoletas. Otros 15 mil directamente no tienen techo y viven como pueden en la calle. Todos los planes de viviendas son para los que posen entradas “razonables”. ¡Una porquería!

En torno a los “okupas”, concepto tan en boga hoy día, deben distinguirse dos realidades: el okupa pobre y el okupa vip. Es de este último del que no habla la TV, ni el Diario Clarín. Son quienes usurpan terrenos en el Parque Tres de Febrero y en nuestro barrio, los terrenos del Parque de la Estación, y son quienes lucran vergonzosamente con el patrimonio público.

El Gobierno de la Ciudad, en tres años de gestión, invirtió poco y nada en vivienda, tampoco lo hizo en salud y educación, sólo atina a solicitar el desalojo compulsivo y la represión, que ya dejó el triste saldo de tres muertes.

Vale precisar como conclusión que las Naciones Unidas aprobó el 21 de diciembre de 1965 la Convención Contra la Discriminación, y la Comunidad Económica Europea, en la Cumbre de Bruselas, aprobó una ley contra la xenofobia y el racismo el 16 de septiembre de 2008, pero es letra muerta.

En cambio, en la última reunión del Mercosur del mes de diciembre pasado, los presidentes sudamericanos aprobaron el libre tránsito de personas por el continente, ¡¡¡eso es letra viva!!!

Hasta la próxima

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