Relataba Mugica: que en 1955 caminando por un pasillo oscuro de un conventillo, vio una leyenda escrita en la pared que lo conmovió profundamente:"Sin Perón no hay Patria ni Dios. Abajo los cuervos". (Los cuervos eran los curas). Quizás en ese momento supo que si permanecía en el lugar de siempre, seguiría estando en la vereda de enfrente de "la gente humilde".