EDITORIAL AL Nº 311 – MAYO 2021
Jauretche hace referencia a un amigo de
FORJA, Manuel Ortiz Pereyra; cuenta que le había dicho un día: “Dígame, ¿por qué dicen que en Argentina llueven riquezas y los
argentinos estamos todos secos? Porque Argentina está techada. Y tiene dos
canaletas. Una que va a Londres y una que va a Nueva York. Toda la lluvia, toda
esa riqueza de lluvias se va a un país o a otro y nosotros estamos secos”.
También
decía Jauretche desde
FORJA que si él tenía que definir al peronismo diría que Perón no tuvo
tiempo, no pudo o no tuvo la fortaleza para arrancar todo el techo, pero le
hizo un buraco muy grande y entramos a recibir lluvia, es decir, riqueza
durante su período.
Hoy
Perón y Jauretche están muertos, sin embargo, continúa lloviendo riqueza y
continúa también la transferencia de esa riqueza hacia aquellos imperios y hacia
otros lados, también en el orden interno de los que menos tienen hacia los que
más tienen, por medio del trabajo explotado que produce “plusvalía” (una
palabra prohibida) en favor de los poderosos.
Y… para
colmo de males llegó “la peste” –esta
vez con el nombre de Covid-19– y para combatirla hacen
falta cuidados y vacunas. Para muchos, los
cuidados son innecesarios, mientras las vacunas son acaparadas por aquellos imperios
beneficiados por aquellas canaletas: Londres y Nueva York, entre otros
destinos.
Sin
embargo, en el orden interno existen quienes
niegan la peste, quienes la minimizan y quienes
pretenden sacar de ella réditos políticos y
electorales… ¡que los hay los hay! Y uno de los
principales y más peligrosos es Rodríguez
Larreta, que para ello necesita “mostrar los dientes”, y continuar con las
mentiras de su partido, que hoy se denominan fake
news.
La difusión de noticias falseadas con el objeto
de influir en las conductas de una comunidad tiene antecedentes desde la
antigüedad, pero dado que su alcance está relacionado directamente con los
medios de reproducción de información propios de cada etapa histórica, su área
y velocidad de propagación resultaba escasa en las épocas
previas a la aparición de los medios de comunicación de masas. El desarrollo de
las tecnologías de la información y la comunicación permitió hoy que la
dispersión de noticias falsas se propague rápida y masivamente.
Cuenta una fábula que: “la
verdad se fue a bañar a un río y dejó la ropa a la orilla, en el agua se encontró con la
mentira, cuando ésta salió del río le robó la ropa a la verdad. Desde entonces la mentira anda
disfrazada de verdad con ropas ajenas… la verdad se negó a vestirse con la ropa de la mentira, prefiriendo
salir desnuda y caminar así por la calle. La gente no decía nada al ver a la mentira vestida con
la ropa de la verdad, pero se horrorizaba al paso de la verdad desnuda”.
Aleksandr Guélievich Duguin es un analista geopolítico ruso, filósofo, político e historiador de las religiones,
principal ideólogo en la actualidad del neo-eurasianismo, con una cierta
influencia sobre la opinión pública en Rusia.
Su tesis principal es que las grandes ideologías (liberalismo, comunismo
y fascismo) están superadas por una nueva, a la que llama populismo integral, esbozada en su “Cuarta teoría política” publicada originalmente en 2012. En mayo de 2018,
cuando el Movimiento 5 Estrellas y la Liga alcanzaron un acuerdo de gobierno en
Italia, algunos analistas que llevaban años clamando contra el fin del sistema
liberal se giraron hacia Duguin: ¡tenía razón! Esto ya no iba de
izquierda o de derecha, sino del pueblo contra las "élites
globalistas", como una verdad de perogrullo.
Joseph Goebbels fue el padre de la propaganda nazi y responsable del Ministerio de
Educación Popular y Propaganda, creado por Adolf Hitler a su llegada al poder
en 1933. Había sido el director de la tarea comunicativa del Partido Nazi y el
gran arquitecto del ascenso del nazismo al poder. Una vez en el Gobierno y con
las manos libres para monopolizar el aparato mediático estatal, Goebbels
prohibió todas las publicaciones y medios de comunicación fuera de su control,
y orquestó un sistema de consignas para ser transmitido mediante un poder centralizado del
cine, la radio, el teatro, la literatura y la prensa. Era también el encargado
de promocionar o hacer públicos los avisos del gobierno.
En sus 11 principios santifica “la mentira”. Crea un enemigo único, endilga sus propios errores
a sus adversarios, convierte cualquier anécdota en verdad grave, hace que la
reiterada repetición de mentiras se convierta en verdad, acalla y oculta las
cuestiones sobre las que no tiene información, y llega a convencer a mucha
gente de que piensa “como todo el mundo”.
Estos son, en esencia, principios que adopta hoy la oposición
para suplir su impotencia y falta de un programa sustentable y creíble, para así volver a confundir a las masas para
intentar llegar nuevamente al poder, no escatima en utilizar la pandemia como
trampolín político, sin importar los muertos que tal actitud cueste.
“Ellos” priorizan el enriquecimiento de sus amigos, por ejemplo: parques
eólicos, peajes, corredores y puertos privados en los ríos, optaron por una
herramienta como los (DNU) para designar jueces en la Corte y a un procurador general (en Comisión). Uno de los primeros lugares a los que
apuntaron las tijeras fue al empleo público, donde produjeron
despidos masivos de supuestos opositores, anularon la Ley de Medios, suprimieron subsidios y
produjeron el tarifazo más grande de la historia en todos los servicios (luz, gas y agua).
“Ellos” pagaron a los fondos buitres todo lo que pedían, y endeudaron al país
con un préstamo impagable del FMI.
“Ellos” le afilan ahora los dientes a Rodríguez Larreta –el nuevo delfín de Cambiemos–,
para que muestre sus dientes filosos, encaprichándolo con la presencialidad en
las escuelas, cueste lo que cueste y mueran cuantos deban morir, cuando desfinanciaron la educación en la ciudad al
menor presupuesto del país de solo el 17,3%). ¡De terror!
“Ellos” hacen de la mentira permanente (Goebbels puro), una constante diaria.
Estas son apenas
algunas de las medidas que “Ellos” aplicaron
durante su gobierno de CEOs, familiares y amigotes del poder, para poner las cosas “patas arriba”.
Es el pueblo quien
debe decidir con su voto
el rumbo a seguir, lo demás es pura historieta y fábulas asombrosas para
captar a un electorado, al que consideran estúpido e ignorante.
El futuro cercano
será la prueba de fuego y el gran desafío.
Es la oportunidad
única e imperdible de volver a poner las cosas
“patas abajo”.
Hasta la Próxima
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